miércoles, 25 de diciembre de 2024

Medidas de shock y los sectores en la tormenta

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Todas las empresas deberán revisar sus estructuras de costos. Las medidas anunciadas por el gobierno fueron de shock. No quedó nadie fuera del radar. Aumento del dólar, más retenciones, más tarifas y menos subsidios impactaron a todos.

Aun así, las espaldas son distintas y esto mostrará el poder de aguantar de cada uno de los sectores y cada empresa de nuestra economía.

La drástica devaluación, si bien encarece ciertas operaciones, también optimiza otras dinámicas comerciales. El punto es poder levantar la mirada hacia el mediano y largo plazo, entendiendo el impacto del corto.

Según un informe de la consultora ABECEB, el primer impacto en cada sector será el siguiente:

En el ámbito cambiario, sectores como petróleo y gas, minería, agro y aquellos exportadores de materia prima y semielaborados, que ya tenían priceado un tipo de cambio oficial más bajo podrían vislumbrar ventajas por el ajuste del mecanismo Blend 80-20, que sitúa el dólar exportador en $856 antes de la aplicación de las nuevas retenciones del 15%.

Por lo tanto, el nuevo dólar neto de retenciones se situaría en el orden de los $730 en promedio, que puede variar sujeto a las condiciones previas de cada producto (si tenía o no retenciones y el porcentaje aplicado de 0 a 30%).

A pesar de esto, el cese de la obra pública genera incertidumbre sobre la infraestructura necesaria para sostener el crecimiento proyectado en estos sectores. ¿Qué incentivos se presentarán para viabilizar nuevos proyectos mineros bajo un porcentaje de retención superior? Esos proyectos continuarán en suspenso esperando definiciones que acompañen la inversión.

Las importaciones se encarecen con un nuevo impuesto PAÍS que pasa del 7.5 al 17.5%, un aumento del 133% sumado a la devaluación, que lleva al tipo de cambio a $940 con más presión en sectores con alta tasa de importación y orientados al mercado interno como por ejemplo electrónica de consumo y movilidad.

Es crucial prestar especial atención a las empresas endeudadas en dólares y con limitada capacidad de generar divisas a partir de su producción interna, ya que enfrentarán un fuerte incremento en los costos financieros. En esta situación están las firmas que se dedican principalmente al mercado internista con poco alcance de exportación como las textiles, calzado y las de metalmecánica.

Estas medidas de emergencia tienen un carácter marcadamente recesivo en su etapa inicial, particularmente en el primer semestre, anticipando un impacto significativo en los ingresos de las compañías orientadas al consumo interno, como empresas de consumo masivo, sector electrodoméstico, y construcción. La demanda se refugiará bajo un comportamiento defensivo y reordenamiento de la canasta de consumo, suprimiendo lo que no es esencial.

En cuanto al sector energético, aún faltan detalles de implementación de quita de subsidios y más flexibilidad, ya que el primero de enero empieza el retiro de subsidios, pero habrá que considerar cuánto impacta la recesión en cantidades vendidas a futuro. Además, se declara la emergencia en el sector de energético nacional hasta el 31 de diciembre de 2024 donde se permite avanzar con una nueva intervención en los entes reguladores (Enre y Energas) y realizar las revisiones tarifarias para aumentar los servicios.

 

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