¿Qué pasó con las exportaciones? Los valores exportados cayeron un 18,9% i.a. en febrero, profundizando así el deterioro evidenciado en diciembre y enero -cuando ya se habían contraído un 7,1% i.a. y 11,7% i.a., respectivamente-. De esta manera, las exportaciones mostraron la caída anual (%) más grande de los últimos 7 años (excluyendo el 2020 en plena pandemia, hay que remontarse hasta diciembre de 2015 para encontrar una caída mayor a la de febrero de este año).
La contracción de las exportaciones en febrero se explica principalmente por el menor volumen exportado, que disminuyó un 16,3% i.a. y ya anotan tres meses consecutivos de caídas en términos interanuales. Pero, además, y a diferencia de lo que sucedió en los últimos 25 meses, los precios de las exportaciones también cayeron (-3,5% i.a.), lo que, de mantenerse en los próximos meses, presionaría aún más sobre la delicada situación exportadora del país.
Al desagregar por rubro, queda claro que la caída de las exportaciones en febrero se explica por los Productos Primarios (PP) (algo esperable dado el impacto de la sequía en la cosecha de trigo; y en línea con lo sucedido en enero). En detalle: las exportaciones de PP cayeron un notable 33,6% i.a. en valor como consecuencia del desplome en las cantidades exportadas (-35,0% i.a.) -el cual estuvo levemente morigerado por el aumento de 2,1% i.a. sus precios-. En su interior, los Cereales se contrajeron un 49,7% anual, explicando casi la totalidad de las menores exportaciones de PP, según la consultora ABECEB.
Por otro lado, el resto de las categorías de exportación también se contrajo en términos anuales. En detalle: i) las Manufacturas de origen agropecuario cayeron un 16,4% en valor, principalmente por la caída de 15,7% en el volumen exportado, ya que sus precios anotaron una baja mucho menor (-1,4% i.a.); ii) el valor de las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial disminuyó 14,4% i.a., explicado en mayor medida por los menores precios (-10,1% i.a.) -aunque las cantidades también cayeron un 4,8% i.a.-; iii) mientras que Combustibles y energías tuvo una leve contracción de 0,1%, gracias a un importante aumento en la cantidades (+10,6% i.a.) que logró contrarrestar casi en su totalidad la caída en sus precios (-9,8% i.a.).
¿Qué pasó con las importaciones? Las importaciones cayeron 10,4% i.a en valor durante febrero, explicado pura y exclusivamente por los menores volúmenes importados (-11,6% i.a.), ya que sus precios aumentaron un 1,1%.
Al desagregar por rubro, la principal caída se dio en la importación de Combustibles y lubricantes, que se contrajo un notable 29,6% i.a. por el desplome en las cantidades importadas (-36,7% i.a.), ya que sus precios aumentaron un 10,2%. Luego le siguió la importación de Bienes de capital, que cayó 21,1% i.a. en valor (-22,4% en cantidades y +1,5% en precios).
Por su parte, la importación de Bienes de Consumo e Intermedios también anotó caídas en términos anuales (-9,7% i.a. y -4,7% i.a., respectivamente). Mientras que en el primer caso la baja se debió tanto por menores precios (-3,1% i.a.) como cantidades (-6,7% i.a.), en el segundo caso la caída de los volúmenes (-7,1%) fue morigerada por los mayores precios (+2,3% i.a.).
Por último, las únicas dos categorías que lograron crecer fueron Vehículos automotores de pasajeros (+8,3% i.a.) y Piezas y accesorios para bienes de capital (+2,8% i.a.), aunque pura y exclusivamente por la suba en los precios, ya que los volúmenes importados cayeron 5,9% i.a. y 0,9% i.a., respectivamente.
Perspectivas
Hacia adelante las perspectivas no son nada favorables, ya que el clima no mejora y las proyecciones del agro y la cosecha gruesa son cada vez peores. Según nuestras últimas estimaciones, el valor de las exportaciones agroindustriales caería entre USD 12.000 M y USD 15.000 M en relación con 2022.
Por su parte, las importaciones también caerían en 2023. El principal motivo que explicaría esta disminución es la delicada situación en materia de reservas del BCRA. Dada la reticencia del Gobierno a realizar un ajuste del tipo de cambio oficial, la merma en la oferta de dólares del agro se buscará compensar -parcialmente- mediante un endurecimiento de las restricciones a la importaciones -algo que ya comenzó a vislumbrarse hacia fines del año pasado-.
A lo anterior se suman i) menores compras externas de energía -en comparación a 2022-, y ii) una actividad que seguirá desacelerándose -caería al menos 1% promedio durante 2023- y que por consiguiente demandará menos compras del exterior.