Más allá del fútbol, la verdadera buena noticia

    La explicación es sencilla. Con la conversión a vehículos eléctricos o de hidrógeno bajo mayor escrutinio que nunca, el litio está dejando su huella como una materia prima estratégica de vital importancia. La producción y la demanda de metal blanco depende en gran medida de las tendencias macroeconómicas.

    Prueba de ello, como se explica en detalle en la página 114, que cuando la mayoría de los precios de los metales han bajado en los últimos meses, el precio del litio se mantiene y sigue siendo alto.

    El litio es un componente vital para descarbonizar la economía: las baterías que se utilizan en los vehículos eléctricos están hechas principalmente de metal blanco. Este recurso, de difícil reposición, volvió a cobrar protagonismo a principios de la década de 2000 debido a los desafíos que implica el almacenamiento de energía. La demanda mundial debería seguir aumentando en el mediano y largo plazo con la transición a bajas emisiones de carbono.

    Cualquier apoyo brindado por China a la industria de las baterías también podría aumentar la presión sobre los volúmenes de producción y aumentar los 2precios del litio. A pesar del pesimismo sobre las perspectivas económicas en China, la determinación del país de mantener su ventaja comparativa en el segmento de baterías de iones de litio no está en duda.

    Como acabamos de ver, China es un jugador central en este territorio. Pero el escenario político puede tener cambios impensados. Lo cierto es que Xi Jinping busca asegurarse otra década en el gobierno. Logró que el 20º Congreso Nacional del Partido Popular Chino (CCP), el Secretario General Xi Jinping se consagró por otros diez años como el líder más poderoso de China después de Mao Zedong.

    Pero puede haber turbulencias. De un lado, la economía no marcha tal cual se preveía y las relaciones comerciales se han enturbiado. Pero de otra parte, por primera vez en décadas apareció un movimiento fuerte de protesta contra las restricciones oficiales para controlar el brote de Covid 19. Esta situación puede modificar el cuadro de manera radical.

     

    Sustentabilidad, un tema central

    Tal vez es hoy el tópico más acuciante de los que tratamos anualmente como parte de “El Libro Blanco de la RSE. No hay empresa que no tenga un programa sobre el tema y que no rinda cuentas sobre lo que hace en este terreno.

    Hay quienes se preguntan si en tiempos de dificultades económicas e inflación global, se pueden congelar o no algunos de estos programas. “El propósito de la empresa es tener utilidades para sus accionistas”, sostienen. “Lo demás es desviarse del camino correcto.”

    El intenso despliegue que se realiza en el informe a partir de la página 44 de esta edición, apunta clarificar esta cuestión. Lo mismo que la diversidad de opiniones con que se aborda el concepto ESG (Ambiente, Sociedad y Gobierno de la empresa, por su sigla inglesa).

    No es un tema menor. Se calcula que las inversiones en ESG –que son activos financieros que cumplen con un mínimo de criterios sociales y ambientales– llegarán a los US$ 50 billones (millones de millones) en activos para 2025.

    El crecimiento explosivo de las inversiones ESG tuvo lugar en el contexto de regímenes regulatorios permisivos para la divulgación de la sustentabilidad.

    Los directivos de empresas tenían –hasta ahora– la libertad de elegir qué mostrar y en qué formato, lo que terminó en un revoltijo de estándares voluntarios de divulgación.

    El resultado es un conjunto de datos ESG incompleto, poco confiable y difícil de comparar entre las empresas.

    Las cosas comienzan a cambiar, Luego de años de protestas contra las empresas que solo posaban de verdes, la divulgación de sustentabilidad parece estar a punto de formalizarse.

     

    El Quién es Qué en consultoría

    Este es el otro informe anual de esta edición (a partir de la página 22) que enriquece esta edición. El sector percibe que hay señales que apuntan hacia la adopción de una nueva agenda.

    Se extiende la idea de que de que las empresas tienen cada vez más responsabilidades que exceden las que se deben a los accionistas.

    No solo importan los empleados, los proveedores, y los inversores: muy especialmente a los stakeholders o a la comunidad en que la empresa está inmersa.

    Esa visión define cada vez más el campo de acción de los servicios de consultoría internacionales y locales. El gran dilema es cómo generar valor para el accionista a la vez que se afrontan temas tan diversos como la lucha contra el cambio climático, la inclusión y la diversidad.

    Este es el principal escenario con el que actúan las consultoras generales o de cualquiera de las especialidades que se definan. Nuevos escenarios, nuevas ideas y nuevas herramientas que los consultores comparten con sus clientes, empresas y empresarios.