Ricardo De Lellis
La falta de atractivo del mercado de capitales de la Argentina se ve reflejada en escaso volumen de operaciones que se registra, incluso en términos comparativos dentro de la región. Tal es así, que la plaza local se ubica última en volumen negociado, dentro de un grupo de países de Latinoamérica, con Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y la Argentina. Y solo supera a Perú, en mercado de capital y cantidad de compañías. Los incentivos, según De Lellis, permitirán desarrollar planes de inversión a la par de fomentar el ahorro del público y educarlo para que se vuelque a este tipo de herramientas financieras.
–¿Es la nueva Ley de Mercado de Capitales una solución al desarrollo del mercado financiero?
–En el plano específico de las firmas de auditoría, impuestos y consultoría no ha habido nuevos avances en el plano regulatorio, luego de la reglamentación dictada por la CNV. No obstante, sería deseable una revisión de la normativa relacionada con la rotación obligatoria cada tres años de la auditoría, así como de las muy estrictas normas de independencia que impiden ser designados auditores a quienes hayan prestado determinados servicios de consultoría en los tres años previos.
–El negocio de auditoría ya no representa el pilar fundamental, sino que en igual protagonismo aparecen la consultoría y cuestiones impositivas. ¿Cuáles son las razones que produjeron dicho cambio?
–Las firmas, a través de la auditoría, han ganado mucho conocimiento sobre los negocios de los clientes y sobre los sectores en que estas se desenvuelven. Esto ha permitido desarrollar mucho más el negocio de asesoramiento que es más dinámico que la auditoría generando un mayor crecimiento sobre este último que, por su esencia, es más estático.
–En los últimos años existieron movimientos entre las firmas de auditoría, en términos de fusiones y adquisiciones (M&A). ¿Por qué se trata de un segmento tan atractivo?
–Las fusiones y adquisiciones a escala mundial se han producido en escalas menores con firmas especializadas de consultoría o impuestos y legales. No es el caso de auditoría donde se considera que no hay margen para más concentración.
–En lo macro, la Argentina retrocedió en el rubro M&A el último año. ¿Qué perspectivas hay para 2015?
–Depende del contexto económico. Un arreglo temprano con los holdouts repercutiría muy favorablemente sobre este mercado.
–El desarrollo del área de Compliance ha ganado un rol más activo en los últimos años, como consecuencia de nuevas regulaciones y normativas orientadas a garantizar transparencia. ¿Qué ventajas adicionales brinda a las organizaciones?
–Nuestras firmas se deben, en primera instancia, a cumplir con su rol de auditores lo que significa aportar transparencia a los estados contables de las compañías. En este aspecto, se dedican a todos los esfuerzos necesarios para que la confianza que los usuarios de los estados contables depositan en nuestro trabajo se mantenga.
–La inflación es un tema permanente en el mundo contable desde hace varios años. ¿De qué manera afectan a los balances de las empresas el hecho de no reflejar sus efectos?
–En la medida que los activos y pasivos no monetarios no se actualizan, los resultados podrían terminan siendo engañosos y de esta manera continuarán agravándose las distorsiones que se irían acumulando año tras año.
–¿Cuáles serían las ventajas y desventajas de las empresas reflejar el ajuste por inflación en sus balances?
–Reflejar una situación patrimonial más acorde con la realidad y que los resultados de cada ejercicio se ajusten a la efectiva gestión de cada compañía. Además de la ventaja de mostrar un patrimonio más actualizado para fines financieros, en la medida que disponga de activos netos no monetarios, de volverse a aplicar el ajuste por inflación impositivo, evitaría a muchas empresas pagar impuesto a las ganancias sobre utilidades no reales.
–¿Cuáles son las expectativas en el negocio de la auditoría para 2015?
–Estimamos seguir creciendo como lo vinimos haciendo en estos últimos años y particularmente en 2014 en las principales líneas de negocio.
Deloitte
Hacer atractivo el mercado de capitales
En los últimos años no hubo grandes movimientos de fusiones y adquisiciones, pero sí existieron algunas adquisiciones de firmas de consultoría por parte de firmas de auditoría. “Es un proceso que puede continuar a escala global y regional, ya que las firmas de auditoría internacionales están invirtiendo significativamente en la consultoría”, dice Carlos Lloveras, socio director del Departamento de Auditoría de la firma.
Carlos Lloveras
–¿Por qué razones la consultoría y también impuestos han adquirido un rol protagónico, tanto como lo es la auditoría?
–En los mercados maduros de Estados Unidos, Europa y Japón, en los últimos años, la auditoría fue sumamente regulada y el riesgo regulatorio aumentó notoriamente. Además, el mercado de auditoría tiene un crecimiento vegetativo y las firmas grandes de auditoría tienen dificultades para agrandar su market share.
Por el contrario, el mercado de la consultoría crece a tasas elevadas y las firmas de auditoría tienen en él un market share muy pequeño, con lo cual la oportunidad de crecimiento en ese mercado es altísima. De ahí que las firmas estén invirtiendo mucho en consultoría.
–A escala macro, la Argentina retrocedió en el rubro fusiones y adquisiciones en los últimos años. ¿Considera que habrá una tendencia similar para 2015?
–Se está viendo un leve movimiento en cuanto a potenciales operaciones de M&A, pero centrado básicamente en operaciones de pequeña envergadura. La perspectiva para 2015 es que habría un movimiento mayor pero no se espera transacciones de grandes dimensiones.
–Hay un rol más activo en las áreas de Compliance en las empresas, como producto de nuevas regulaciones y normativas. ¿Qué ventajas adicionales brinda a las organizaciones?
–El área de Compliance se está expandiendo y permite vender nuevos servicios que están ligados a la auditoría. El diseño de los sistemas de Compliance, su implementación y el entrenamiento del personal de la empresa abrieron un nuevo campo de servicios. Por supuesto que estos servicios se venden cumpliendo con las normas de independencia que aplican a cada cliente.
–Incluso en términos comparativos en la región Latinoamérica, el mercado de capitales local no representa un volumen importante. ¿De qué manera cree podría crecer?
–El desarrollo de un mercado de capitales local más profundo es una tarea pendiente para la Argentina desde hace ya varias décadas. Sin dudas, el hecho de no haber logrado largos períodos de estabilidad macroeconómica y nominal durante los últimos 60 años es un factor clave detrás del tamaño relativamente pequeño que tiene el mercado de capitales domésticos. Pero, ciertamente, no es el único. Hay una cuestión de idiosincrasia que hay que vencer. Históricamente, las empresas argentinas han sesgado sus fuentes de financiamiento al sistema financiero interno y/o a los mercados de capitales internacionales. Y como siempre ha sido así es una visión difícil de modificar. Pero es un trabajo que necesariamente habrá que hacer en algún momento.
En cuanto a qué se podría hacer para que el mercado de capitales crezca es fundamental que existan reglas claras y estables por la mayor cantidad de tiempo posible. Sin eso, es muy difícil. Pero se necesita también una situación macroeconómica más previsible y estable, más y mejores regulaciones y una profunda tarea de aprendizaje por parte de los empresarios en cuanto a la potencialidad y las importantes ventajas que trae el financiamiento vía el mercado de capitales doméstico.
–La nueva Ley de Mercado de Capitales cumplió en 2014 su primer año desde su implementación. ¿Qué balance puede hacer?
–En general lo que vemos es que si queremos tener un mercado de capitales que financie el crecimiento de las empresas y por ende el crecimiento de la inversión y el empleo, hay que buscar mecanismos legales que ayuden a las empresas a salir a la oferta pública.
Lo que todavía es un desafío pendiente es que muchas más empresas vean atractivo el mercado de capitales y decidan hacer oferta pública.
–¿Quedan pendientes ajustes por realizar, desde cualquiera de los actores que participan en mercado financiero?
–Desde el punto de vista de las empresas, las que están en oferta pública ya han hecho los ajustes administrativos y organizacionales internos necesarios, adaptándose a un mercado más transparente.
SMS Latinoamérica
Regulación en pos de las Pyme
Para el presidente de la firma, Pablo San Martín, resulta aún demasiado prematuro hacer un balance de la nueva Ley de Mercado de Capitales, desde su implementación en agosto de 2013, cuyo foco está puesto en la promoción del financiamiento de proyectos productivos y la movilización del ahorro público.
Pablo San Martín
Se trata de un mercado donde los volúmenes resultan bajos, incluso en términos históricos del propio mercado. “A su vez, comparándolo con la evolución que tuvieron los mercados de capitales de los países vecinos en los últimos años, existe un potencial que resulta evidente”, apunta San Martín. Y agrega: “Debe tenerse en cuenta que todavía están reorganizándose los actores, por lo que pienso que hay que esperar para ver su funcionamiento a pleno. Hay todavía una aversión, por parte de las empresas medianas, a acercarse al mercado de capitales por los mayores costos implícitos”.
–¿Por qué cree que sucede?
–No están suficientemente difundidos los beneficios que se otorgan por emitir, tanto acciones como deuda. En este sentido, allí las firmas profesionales tenemos un rol importante para promover los beneficios que del mercado de capitales. El gran desafío por delante es lograr la canalización del ahorro público de medianos y pequeños inversores orientados hacia el financiamiento de proyectos productivos desarrollado por empresas medianas. Tenemos que trabajar orientados en forma conjunta.
–¿Considera que le faltó algo a la nueva ley?
–El gran tema pendiente que tienen los actores es el fortalecimiento del gobierno corporativo. La adopción plena de los códigos de buenas prácticas, el fortalecimiento de la vigilancia y la fiscalización independiente, trabajar sobre el rol de los comités de auditoría, directores independientes, etc.
Durante los últimos años hubo un progreso notable, como la implementación de las mejoras que trajo la Resolución 400 de la CNV, pero queda mucho camino por recorrer, sobre todo para fortalecer la defensa de los derechos de los accionistas minoritarios, que permitirá canalizar el ahorro público en forma masiva al mercado de capitales.
–¿Están preparadas las empresas en la Argentina para enfrentar al fraude?
–Existe una mayor toma de conciencia respecto a las tareas de prevención al fraude, a través de la implementación de líneas de denuncia, la creación de comités de administración de riesgos, el mejor funcionamiento de las auditorías internas interactuando con otros órganos de la empresa y con los auditores externos. Pienso que las empresas tienen todavía que mejorar la administración de sus debilidades, a través de la mejora de las matrices de riesgo y planificar las tareas de control en base a dichas matrices. La prevención de fraudes no es un problema de los auditores internos sino de toda la organización. Deben promoverse tareas de capacitación, implementación de controles por oposición, buscando el involucramiento de todos los sectores de la empresa.
–¿La regulación es suficiente en el país?
–Existen numerosas regulaciones tanto para el funcionamiento del mercado de capitales como para la prevención del financiamiento de actividades delictivas. Si bien creo que las regulaciones contribuyen a una mejora del funcionamiento del mercado, donde el funcionamiento de los mercados es directamente proporcional al nivel regulatorio, en nuestro país tenemos que encontrar un equilibrio entre costos y beneficios. Para este nivel de actividad económica y volumen de mercados, las regulaciones son algo pesadas para empresas medianas, que son los agentes económicos que más deberíamos promover. Si bien existen segmentaciones en muchas regulaciones entre empresas grandes y medianas, deberían revisarse los niveles de segmentación para alivianar la carga regulatoria de las empresas más chicas.
–¿Qué expectativas aparecen en el horizonte de 2015 para el negocio de la auditoría?
–Dentro de nuestro plan para este año tenemos expectativas de crecimiento. La economía argentina presenta numerosas oportunidades y existe una necesidad muy grande de profesionalización de empresas que buscan mejorar su financiamiento e internacionalizarse. Por otro lado, si bien no prevemos una avalancha de inversiones del exterior en 2015, existe actualmente un interés creciente de inversores que quieren aprovechar este momento, donde los activos argentinos están injustificadamente baratos en comparación con otros mercados.
BDO
Expectativas positivas
De cara al nuevo año, Sergio Crivelli, socio director de la firma, se muestra optimista, pese a que el mercado no crecerá en su conjunto, como consecuencia de una variación del PBI en torno a cero. “Hemos invertido mucho en acciones tendientes a ganar una porción mayor del mercado y somos optimistas en lograr parte de nuestro objetivo en 2015”.
Sergio Crivelli
A diferencia de los servicios de auditoría, el negocio de consultoría no se encuentra regulado y en consecuencia se trata de un segmento más atractivo por su margen de ganancias para las firmas en que, por tradición y trayectoria, la auditoría es su foco. Hoy, su protagonismo ya no es exclusivo, y en el caso de BDO, el negocio de auditoría de estados financieros representa menos de 50% de los ingresos.
“Algunos motivos son que los servicios de consultoría no están regulados como los de auditoría, suelen ser más rentables”, dice Crivelli. “Y en los casos de empresas sin restricciones de contratación, por normas de los mercados de capitales, es una manera de ampliar los ingresos sobre los mismos clientes”, completa.
–¿Por qué cree que el volumen del mercado de capitales local es bajo?
–La falta de desarrollo del mercado de capitales, en mi opinión, responde a nuestra historia. Por diversas razones, en forma cíclica, hemos vivido procesos de crisis, quiebra de empresas y rotura de contratos que afectaron a la confianza de los inversores. Más allá de mejorar el marco regulatorio, deberán pasar varios años de estabilidad y cumplimiento de contratos para ir generando la confianza de los inversores.
–¿Qué balance puede hacer de la nueva ley, a más de un año de su implementación?
–Considerando el impacto que tuvo la nueva Ley de Mercado de Capitales sobre nuestra actividad, tengo que decir que no afectó ni cambió sustancialmente nuestro negocio. Si nos focalizamos en los servicios de auditoría externa, el principal cambio está dado por los servicios incompatibles; es decir, la prohibición de brindar a nuestros clientes servicios distintos a la auditoría y por la rotación obligatoria de auditores cada tres años.
En esto, no hubo un gran impacto negativo para nosotros debido a la gran concentración que existe hoy en este mercado, en manos de las firmas más grandes. Sí nos abrió la posibilidad de ofrecer servicios de consultoría a clientes de otras firmas auditoras, pero este proceso aún es incipiente.
En cuanto a la rotación obligatoria, dado que el momento considerado como inicio del período de tres años es a partir de la homologación de la norma, aún no se produjo el comienzo de la obligatoriedad de rotar. No obstante, es un tema muy controvertido y la profesión espera que sea revisado. Todos coincidimos en que el período es muy corto y no cumplirá con los supuestos beneficios de mejorar la calidad de la auditoría y la independencia de los auditores.
–Es decir, que quedan pendientes ajustes por realizar.
–Seguramente la Ley de Mercado de Capitales es mejorable en varios aspectos, pero en mi opinión va en el sentido correcto y sigue las tendencias de las regulaciones de los principales mercados internacionales. No obstante, para que nuestro mercado crezca será necesario lograr mayor confianza en los inversores como consecuencia de cuestiones macroeconómicas y políticas.
–Una de esas cuestiones macroeconómicas debe ser la inflación, que afecta a los balances de las empresas por el hecho de no reflejar sus efectos.
–Justamente, no reflejar los efectos de la inflación en los estados financieros no contribuye a generar confianza y brindar información útil para la toma de decisiones. Obviamente, en un contexto de baja inflación los estados financieros brindan mejor información. El método de ajuste integral es una estimación razonable de sus efectos, pero no deja de ser una estimación más dentro de las ya existentes en todo balance. El efecto de no practicar el ajuste será diferente en cada caso, según la estructura patrimonial de cada empresa, pero no caben dudas de que genera una distorsión sobre la situación patrimonial y los resultados en todos los casos.
–La Argentina retrocedió en el rubro fusiones y adquisiciones en 2014, ¿por qué?
–Los servicios de M&A (Mergers and Acquisitions) fueron casi inexistentes en los últimos tres o cuatro años. Sin embargo, en 2014 vimos una incipiente recuperación y comenzaron a acercarse inversores potenciales interesados en activos argentinos, ya sea por su valor actual o por las perspectivas de cambios a partir de un nuevo Gobierno. Pienso que en 2015 tendremos más actividad en este rubro.