Un destino conocido, aún por explorar

    Por Carina Martínez

    Sin temor a equivocarnos, podríamos asegurar que gran parte de quienes lean esta nota han visitado Punta del Este. Algún verano en familia o con amigos; alguna invitación a pasar unos días en “casa de…” –gran parte de las propiedades de la ciudad son de argentinos– o bien alguna convención o viaje de negocios.
    Belleza natural, centros comerciales y locales de primeras marcas, una oferta culinaria destacable y una movida vida nocturna son los diferenciales más reconocidos. Sin embargo, esta bella ciudad esteña tiene más para ofrecer que lo que cualquier turista desprevenido puede suponer. En esta nota, Mercado pasa revista de algunas perlitas culturales y gourmet para los curiosos que gustan de algo más que lo que sus playas, hermosas por cierto, brindan al visitante.

    Los clásicos

    Es de público conocimiento que Punta del Este cuenta con opciones para todos los gustos. Playa Brava, con olas enormes, ideal para intrépidos y amantes del windsurf; Playa Mansa, con aguas calmas y plácidas, para los amantes del sol y los castillos de arena. Y para días ventosos, lagunas, como la del Sauce, óptima para pasear y hacer pic-nic, al reparo de arenas voladoras. Pocos destinos ofrecen, además, amaneceres y atardeceres sobre el mar, un clásico –y un privilegio– de esta encantadora ciudad uruguaya.
    El turista clásico difícilmente se pierda disfrutar de la puesta de sol desde Casa Pueblo –construida por el artista Carlos Páez Vilaró en Punta Ballena–, ni de darse una vuelta por los locales top de La Barra o cumplir con la recorrida obligada para visitar las notables casas de José Ignacio. Y, por qué no también, de darse el gusto de saborear una cena de antología en La Bourgogne, el restaurante que el grand chef francés Jean Paul Bondoux inauguró en 1993 y que fue designado recientemente como uno de los 50 mejores de América latina.
    Pero no todo acaba allí.

    Entre sierras y delicias artesanales

    La Ruta Gourmet Sierra de los Caracoles es un proyecto que busca estimular los cinco sentidos, uniendo naturaleza, turismo y producción local.
    Se despliega entre las rutas 12 y 39, a pocos kilómetros de Punta del Este, en una región que se caracteriza por el encanto de sus paisajes. El recorrido por la ruta 12 ya es un paseo en sí mismo.
    Los creadores de la propuesta son Isabel Mazzucchelli y Alejandro Echevarría, profesionales, productores y, ante todo, amantes de la naturaleza y los placeres que ofrece la tierra. Echevarría es, además, el propietario de Finca Babieca, cuyos aceites de oliva ya han logrado conquistar –aún en pequeñas cantidades– el competitivo mercado estadounidense.
    “La propuesta combina las bellezas naturales del campo serrano con la elaboración artesanal de alimentos y vinos, fruto de lo que los propios productores definen como ‘su forma de vivir’, con una entrega a la calidad y originalidad de sus especialidades”, relatan sus voceros. “Cada estación del año marca las distintas etapas de la producción, por lo que el recorrido de la Ruta Gourmet Sierra de los Caracoles permite mostrar nuevos paisajes en cada temporada, buscando coincidir con actividades de interés: cosechas, molienda, poda y otras tareas rurales”.
    Se pueden visitar y degustar los vinos de una bodega boutique y su viña, un olivar con su molino y sus aceites de oliva, una granja que produce foie gras y patés, una quesería artesanal, y distintos productos fruto de emprendimientos de pequeña y mediana escala. (www.rutagourmet.com.uy).
    Para los turistas sibaritas, la ya exitosa bodega Alto de la Ballena también ofrece visitas a sus ocho hectáreas de viñedos sobre las laderas de Sierra de la Ballena. Las variedades plantadas incluyen Merlot, Cabernet Franc, Syrah, Viognier y Tannat, y pueden degustarse acompañadas de quesos artesanales, panes y aceites de oliva de la zona.

    Punta cultural

    Punta del Este y alrededores pone a disposición de propios y ajenos variedad de ofertas culturales, para disfrutar todo el año.
    Los amantes de las artes plásticas y escultóricas no pueden dejar de visitar el Museo Ralli. Este centro de arte está inmerso en un hermoso parque arbolado donde la arquitectura y la naturaleza se fusionan en un entorno admirable. Funciona desde 1988 en el barrio de Beverly Hills y en 6.000 m2 despliega salas de exposición y patios interiores con esculturas en bronce y mármol. Mantiene una exposición permanente de arte latinoamericano contemporáneo y de grandes maestros del surrealismo, y su colección de esculturas reúne a artistas de la talla de Dalí, Botero, Volti, Robinson, Juárez, Amaya y Cárdenas.
    Otro espacio que combina belleza artística y natural es Fundación Pablo Atchugarry, obra del escultor homónimo, que fue inaugurada en 2007. El centro está emplazado en medio del Parque Internacional de Esculturas, de 25 hectáreas, diseñado en maridaje con la naturaleza. En el centro se despliegan diversas expresiones artísticas –pintura, literatura, música, danza– que convergen en un espacio de diálogo con el entorno natural, de lagos y horizontes ondulados. Los eventos organizados son de entrada libre y gratuita.
    Otra joyita para los curiosos es el Museo del Azulejo Francés Siglo XIX, en Maldonado, que reúne piezas utilizadas en la arquitectura del Río de la Plata; las mismísimas que pueden apreciarse en los catálogos de las fábricas de Desvres.

    El Edén: donde la vida es otra cosa

    Cuando en 2007 el estilista Roberto Giordano compró un terreno en El Edén, –y lo promovió en cada uno de sus glamorosos desfiles veraniegos– probablemente no sabía que contribuiría a multiplicar por 10 el valor de la tierra de este pintoresco rincón del planeta.
    Este típico pueblo, con su plaza impecable, escuela e iglesia, alberga a menos de 100 habitantes pluriculturales –de las más diversas nacionalidades– que llevan una vida reposada, de convivencia pacífica entre vacas y aves de corral. Está ubicado a 30 km de la costa, rodeado de sierras que le dan un aspecto de paraíso “semiurbano”. Para abastecerse, hay un almacén y no mucho más; para otros menesteres, hay que recorrer unos 20 km. Lindo paseo para que agitados citadinos siquiera imaginen otra forma de vivir.

    A la conquista del mercado corporativo

    En los últimos años, Punta del Este trabaja para posicionarse como una ciudad para todo el año, incorporando propuestas e infraestructura que potencian este camino.
    Uno de los segmentos a los cuales va dirigido es el corporativo. En este marco, ya está en pleno proceso de inauguración por etapas de un nuevo centro de convenciones y predio ferial, en la zona del Jagüel, que abrirá sus puertas en 2016 y será el más grande del país.
    CIEPE –el grupo societario integrado por La Rural S.A., Fénix Entertainment Group y socios uruguayos– presentó a mediados de año el proyecto que comenzará sus operaciones en el primer semestre de 2016 y que demandó una inversión aproximada de más de US$ 50 millones.
    El diseño del proyecto estuvo a cargo del arquitecto Carlos Ott y tendrá una capacidad para 4.000 personas que incluye: el Centro de Convenciones –de 8.242 m2, con una sala plenaria para 2.600 asistentes y salas adicionales para 300 personas; un Business Center y equipamiento de última generación– y el Predio Ferial –de 6.857 m2, con áreas comunes, salas técnicas y un sector de gastronomía para el público visitante.
    Un dato no menor: la construcción del nuevo centro siguió los moldes de los nuevos indicadores de sustentabilidad y armonía con el entorno.

    Un paseo por las islas

    Surcar el mar en catamarán, velero o lancha de excursión para conocer las islas Gorriti y de Lobos es otra buena opción para los aventureros.
    La bella Gorriti es ideal para los fanáticos de la naturaleza glamorosa. Playas agrestes y extensos pinares, conjugan con paradores top, escenario de producciones fotográficas de famosas revistas de moda.
    La rocosa isla de Lobos, descubierta por Juan Díaz de Solís en 1516, es bien distinta. Reserva natural y una de las mayores colonias de lobos marinos de occidente –de las especies fino y león marino–, cuenta con un faro que data de 1906 y que en 2001 fue el primero en contar con tecnología de última generación. Su alimentación es por energía solar, a través de paneles.
    Para los fans de la vida marina, la incursión puede complementarse con una visita al Museo del Mar, en la Barra de Maldonado, que conserva una colección de más de 10.000 ejemplares de fauna marina de distintas partes del mundo.

    Enjoy Conrad

    Un mundo de sensaciones

    Perteneciente al grupo Hilton es el hotel por excelencia de Punta del Este. Cada una de sus 294 habitaciones, entre las que se incluyen 41 suites, se recuesta sobre las tranquilas aguas de La Mansa, ofreciendo una vista privilegiada. Pero esa es solo una pequeña porción del suculento universo de experiencias que ofrece a huéspedes y visitantes, los 365 días del año.

    Por Carina Martínez

    Conrad es en sí mismo un mundo. Con propuestas diferentes para cada época del año y perfil de huésped, busca satisfacer los deseos de públicos tan disímiles como parejas de enamorados, familias con niños, grupos de amigos o viajeros de negocios.
    Además del casino, que merece un recuadro aparte, la “ciudad Conrad” pone a disposición de sus visitantes una gama de entretenimiento y oferta cultural y gastronómica poco vista en hoteles y resorts.
    Para los niños, un club especial, con juegos y atractivos para distintas edades. Para los grandes, pileta climatizada, jacuzzi, gimnasio con máquinas de última generación y, por sobre todo, un spa que ofrece más de 50 tratamientos corporales y faciales, y precios promocionales para sus huéspedes. Masajes relajantes, descontracturantes, shiatsu, tratamientos especiales –antiestrés aromático, gommage, fangoterapia–, masaje tailandés, tratamientos Spice– Sperience, antiage, con gemas preciosas… Son incontables las tentadoras opciones, que van de US$ 40 a US$ 380 y que se ofrecen en el spa o, –si los huéspedes lo prefieren– en la habitación. Difícil es, cabe decirlo, no dejarse tentar por las manos mágicas de los profesionales que despliegan su expertise entre sonidos y aromas que involucran todos los sentidos.
    Además de las actividades internas, Conrad se abre a la comunidad por ser sede de festivales de cine, charlas, encuentros y shows de primer nivel. Artistas de la talla de Paralamas, Illya Kuriaky, Babasónicos, Rubén Rada y Michael Bolton pasaron en 2015 por sus salas, para beneplácito de sus mimados huéspedes y visitantes. (www.conrad.com.uy/calendario).

    Mucho más que buen comer

    La oferta gastronómica es uno de los grandes diferenciales que ofrece Enjoy Conrad. Con propuestas bien distintas, intenta satisfacer paladares –y experiencias– de todo tipo. Bajo las órdenes del chef ejecutivo francés Eric Colomb, el equipo de cocina está integrado por 50 personas. El responsable de elaborar artesanalmente los delicados postres y sabrosos panes es un argentino: el pastry chef Nicolás Zunino.
    Las Brisas es el restaurante más amplio y el lugar físico donde se sirve el desayuno a los huéspedes. El horario extendido –de 7 am a 3 am–, su vista abierta al mar y su ambiente descontracturado lo tornan una opción muy dúctil. El chef uruguayo Guillermo Quintana es el responsable de sumar nuevas opciones a la carta que incluye pastas, risottos, pescados y mariscos, carnes Angus certificadas y salad bar de la huerta, así como platos típicos uruguayos. Con certeza, allí se prepara uno de los mejores chivitos del país. Todos los días del año cuenta con la “Sugerencia del Chef”, para almuerzo y cena, la cual incluye entrada, plato principal y buffet de postres (US$ 46).
    También se ofrecen menúes especiales los sábados al mediodía (variados según la época del año) y los miércoles la ya clásica “Noche de pizzas”, donde la sala se viste de blanco, verde y rojo y los mozos no paran de ofrecer variedades de pizzas a ávidos comensales (US$ 25). Los domingos, el Sunday Champagne Brunch conjuga opciones frías y calientes con espectáculos de música en vivo.
    St. Tropez es el restaurante gourmet por excelencia. Funciona viernes, sábados y vísperas de feriados entre marzo y noviembre, y diariamente de diciembre a febrero, de 20:00 a 02:00. Con una fuerte influencia mediterránea, la cocina es italiana moderna, especializada en pastas caseras y risottos. La chef uruguaya Magali O’Neill suma un menú degustación con productos de temporada, diferente cada fin de semana. Cuenta con entrada, platos intermedio y principal, postre y una copa de vino (US$ 95). Un fin de semana al mes “Pasta y basta” ofrece un menú de pasta artesanal cortada a cuchillo y rellenas con salsas para combinar a gusto de los comensales (US$ 49 con postre). Entre marzo y noviembre, un viernes al mes se desarrollan las Wine Dinners, cenas de maridaje con bodegas de primer nivel de la región, donde sommeliers invitados comparten con los comensales sus conocimientos acerca de las bodegas y el mundo del vino (US$ 95). Entre otros eventos, St. Tropez fue sede del festival Conrad D’Or, que reunió a famosos chefs, como el italiano Renato Piccolotto, del Hotel Cipriani & Palazzo Vendramin de Venezia; el francés Michel Roth, del Ritz Paris, y el italiano Francesco Carli, del restaurante Cipriani del Copacabana Palace de Río de Janeiro.
    Para los jóvenes y los tequis, Ovo es la propuesta ideal. En 2.000 m2, la moderna iluminación, el mobiliario “futurista” y la música a cargo de un DJ en vivo invitan a pasar un rato a todo rtimo. En este “tecnobar–restó” se puede degustar cocina fusión asiático–peruana, tragos y cócteles en una barra iluminada de 360 grados, a la vez que se juega o navega en más de 70 tablets dispuestas en las mesas y barras. Los jueves “Sushi & music” incluye una variedad de piezas de sushi –rolls, makis y nigiris– en la modalidad “all you can eat”, postre y una copa de vino o champagne (US$ 39). Desde 2014, además, cuenta con un balneario frente al hotel, sobre la Mansa, que reúne a jóvenes entusiastas y activos visitantes.
    Otras opciones gastronómicas disponibles en el hotel son: el Blend Bar del casino, donde, entre tragos y tapeos, puede disfrutarse de música de DJ, videos que se plasman una pantalla gigante y shows en vivo; Los Veleros, que se destaca por el ya clásico té buffet, deleite de saladitos y dulces, mientras se prueba suerte con partidas de bingo incluidas en los US$ 20 del menú; y Gauchos, que en épocas de calor, ofrece la típica parrillada al aire libre y cócteles junto a la piscina (solo para huéspedes e invitados).

    También, sede de convenciones

    Conrad Punta del Este Resort & Casino se ha consolidado como un destino competitivo para eventos y convenciones internacionales. A su ubicación privilegiada, sobre la rambla, a pasos del centro y a corta distancia del Aeropuerto Internacional Curbelo de Laguna del Sauce, se suma la infraestructura, servicio y tecnología puesta a disposición. El centro de convenciones alberga hasta 5.000 personas en una aérea de 4.500 m2–. Cuenta con acceso a Internet en todo el centro, equipamiento audiovisual de última generación, traducción simultánea, amplificación, iluminación, proyecciones, equipamiento informático y de oficina, facilidades para teleconferencias, escenarios y pistas de baile portátiles, y ensamblables a la medida.

    ¿Las Vegas? No, Punta

    El casino es, por así decirlo, un universo aparte. Luego de atravesar la entrada, los más de 500 slots y 75 juegos de mesa, la gastronomía y tragos de todo tipo, shows en vivo y una multiplicidad de eventos mensuales entusiasman a pasajeros y habitués.
    Allí se desarrolla una variedad de actividades. Los próximos: en diciembre, el “Torneo del millón” –final millonaria de Conrad Poker Tour 2015– y la Fiesta Platinum, especial para clientes.
    Los clientes pueden acceder a membresías y tarjetas especiales con beneficios y son agasajados de múltiples maneras. Solo a modo de ejemplo, en su 18º aniversario –14 de noviembre de este año– que coincidió con la apertura oficial de Conrad en 1997, les ofreció un show de Joss Stone con cóctel incluido. Un lujo como pocos.

    Conrad x 4

    Recientemente, Enjoy Conrad anunció una inversión por US$ 220 millones, que le permitirá cuadriplicará su capacidad hotelera.
    El proyecto total contempla la construcción de tres torres de 22 pisos y la realización de obras de ampliación y remodelación en el edificio actual.
    En su primera etapa, cuyo inicio se proyecta para 2016, triplicará la capacidad hotelera con la construcción de dos torres de 22 pisos que se erigirán a ambos costados de la actual estructura. Ambas sumarán 62.000 m2 en los que se distribuirán 600 habitaciones con capacidad para alojar a más de 1.100 huéspedes.
    En una segunda etapa, se levantará una tercera torre de similares características que, junto a las dos anteriores, la cuadruplicará.