En el marco del Día de la Mujer, IAE Business School, escuela de negocios de la Universidad Austral, dio a conocer los resultados del estudio que realizó en el marco del Programa WISE Women in STEM Latin America a través de su Centro de Entrepreneurship en alianza con el BID Lab del Banco Interamericano de Desarrollo. El estudio indagó sobre las principales motivaciones y necesidades de las mujeres que emprenden en áreas STEM en Latinoamérica.
El estudio del IAE profundizó en el impacto que les provocó la pandemia, así como en la conciliación de trabajo y familia. “WISE Women in STEM Latin America nos permitió poner una lupa con linterna sobre mujeres STEM, no solo con carreras sino con pensamiento y accionar en estas áreas de los cuatro países donde desarrollamos el programa”. Afirmó la profesora Silvia Torres Carbonell, fundadora y Directora General del programa y del Centro de Entrepreneurship del IAE.
Para su desarrollo, se realizaron 1107 encuestas y 40 entrevistas en profundidad, donde casi la mitad de las encuestadas está desarrollando un proyecto emprendedor en Argentina, Colombia, Ecuador o Perú. Para ellas, los factores de éxito del emprendimiento se relacionaron con la conformación del equipo y su compromiso, sus propias competencias, el producto creado, la organización del negocio, la disponibilidad de recursos y la claridad del propósito.
El estudio consultó a las mujeres emprendedoras en STEM sobre su vida profesional y laboral antes de emprender. Todas coincidieron en asignarle un valor positivo a la experiencia previa laboral. Se recopiló información sobre esto, el nivel educativo alcanzado, el área STEM de especialidad y la valoración de esa educación a la hora de emprender. La mayoría de las encuestadas en Argentina comentaron que poseen más de 20 años de experiencia laboral en general y casi la mitad de las encuestadas afirmaron que trabajan en emprendimientos o start ups propios. Además, la mayoría lo hace o lo imagina hacer con socios, destacando como valores positivos de asociarse, la complementación de habilidades y los aspectos humanos como los valores compartidos, contención, el apoyo social y la confianza personal. En este marco, la profesora explicó: “El foco de este estudio fue identificar esas características que diferencian a las mujeres STEM; cómo valoran su experiencia académica, qué elementos consideran que faltan en su formación académica, como, por ejemplo: la formación empresaria. Además, se indagó sobre cuáles son sus principales motivaciones, independencia económica, la autorrealización y la necesidad de conciliar su vida personal familiar con la profesional”.
Por otro lado, en el estudio se destacaron 3 situaciones deseadas para emprender. En el promedio de la región, la asistencia financiera fue la situación más mencionada, seguida por las asociaciones / alianzas y en tercer lugar las mentorías. En argentina, los resultados fueron diferentes. En primer lugar, se mencionaron las asociaciones / alianzas, seguido de asistencia financiera y, en tercer lugar, disponer de un equipo de trabajo.
Las participantes manifestaron que, durante la gestión del emprendimiento, debieron desarrollar habilidades para administrar la incertidumbre y flexibilidad para dejar de lado antiguos paradigmas y adaptarse a situaciones cambiantes. En su mayoría valoraron las competencias blandas y a la resiliencia como un mensaje indispensable.
Torres Carbonell adelantó que: “El estudio dio acceso a comprender más en profundidad las motivaciones de estas mujeres, los obstáculos y desafíos con los que se enfrenten. Pero sobre todo la vocación que tienen para crear emprendimientos de base científico tecnológico, objetivo que tenemos desde el programa junto al BID Lab y el Centro de Entrepreneurship del IAE”.
Las principales barreras para emprender que surgieron, se relacionaron a la dificultad para generar un balance entre las actividades y demandas de la realidad familiar y laboral, la mirada prejuiciosa de terceros respecto de la actividad emprendedora, problemas relacionados con los recursos financieros, el manejo del riesgo y de la incertidumbre, el miedo al fracaso y la exposición constante a enfrentar dificultades que pueden resultar desmotivantes. Respecto de algunas diferencias detectadas, surge con mayor frecuencia en el grupo de Argentina, en el grupo etario 31-40 y 41-50 y en el área de Ingeniería, predominantemente.
Para casi 1/3 de las encuestadas, el COVID-19 trajo un impacto positivo porque aceleró la puesta en marcha del emprendimiento o impulsó sus ventas. “En mi caso, nunca comíamos juntos, y ahora no solo comemos juntos, cocinamos juntos. Le estoy enseñando a cocinar. Es muy lindo”, afirmó una de las encuestadas. No obstante, para más de la mitad de ellas, la pandemia impactó negativamente, porque interrumpió la puesta en marcha, produjo caídas en las ventas o hasta el cierre del emprendimiento, y en muchos casos, implicó la paralización del mercado: “Indiscutiblemente las horas dedicadas a lo laboral y sus límites se desmarcaron”, destacaron las encuestadas.
En Argentina, hubo una mayoría de casos que implementó algún cambio o iniciativa innovadora en su proyecto a partir del contexto. Dentro de los apoyos recibidos para la puesta en marcha y crecimiento, se mencionó a familiares y amigos. Ante esta realidad, la creatividad, la flexibilidad y la visión estratégica se valoraron como habilidades para gestionar e innovar, en tanto que el estilo participativo, o la comunicación clara y decisiva y la empatía se distinguieron como las principales capacidades de liderazgo femenino, claves para enfrentar esta situación.
“En general, el estudio permite ver el enorme potencial talento que hay en las mujeres STEM en la región y cómo a través de iniciativas como WISE Latin America podemos contribuir a la innovación y a potenciar a estas emprendedoras”. Concluyó la directora.
El estudio Protagonistas del Futuro, emprendedoras STEM en Latinoamérica logró detectar y conocer en profundidad las principales motivaciones y necesidades de las mujeres que emprenden en el continente, bajo un contexto afectado por la pandemia del COVID-19. Sin duda es un tema con mucho aún por explorar y aprender.
