La creciente demanda de los consumidores, mercados y el sector financiero para que se tome responsabilidad del impacto en el ambiente y se asuma un rol protagonista frente al escenario de crisis climática, genera importantes cambios a la hora de planificar y asignar presupuestos en el sector corporativo.
El objetivo de ser carbono neutral planteado como meta hacia 2050 por la Organización de Naciones Unidas impulsa a las empresas a invertir en el desarrollo de estrategias de medición, mitigación y compensación de emisiones de Gases de Efecto invernadero para alcanzar el balance cero neto en sus operaciones y su cadena de valor.
Como contracara, este resultado abre a las empresas a una positiva reputación corporativa, a la posibilidad de acceder a oportunidades para el desarrollo de nuevos mercados y la posibilidad de acceder a financiamiento basado en criterios de sostenibilidad.
En marzo de 2021, la concentración promedio de CO2 en la atmósfera alcanzó su récord: un 50% más respecto a tiempos preindustriales. Para evitar el colapso ambiental, se debe reducir en un 50% las emisiones de carbono antes de 2030 para limitar el calentamiento global en 1,5 °C. Y el sector privado tiene un rol central en hacerlo posible.
De acuerdo con un informe del Carbon Disclosure Project (CDP), 100 de los cientos de miles de empresas en el mundo son responsables del 71% de las emisiones globales de GEI – gases de efecto invernadero – que causan el calentamiento global. En Argentina, de acuerdo al Inventario Nacional de emisiones de GEI de 2018-2019, el 53% de las emisiones provienen del sector energético; el 37% de la agricultura, ganadería y silvicultura; el 6% de procesos industriales y el 4% de residuos.
Si bien las principales causas de la crisis climática son de origen antropogénico, es decir de la actividad humana, la solución está en la misma naturaleza: los bosques proporcionan el 18% de la mitigación necesaria para cumplir las metas hacia 2030. Evitar las emisiones de carbono forestal es tan urgente como detener el uso de combustibles fósiles.
“Los bosques del mundo contienen más carbono que los depósitos explotables de petróleo, gas y carbón. Actualmente los bosques eliminan alrededor de una cuarta parte del CO2, evitando que el cambio climático empeore aún más. La reforestación y la mejora de la gestión forestal en conjunto son grandes fijadores de CO2 y excelentes herramientas en términos de relación costo beneficio”, comenta Fátima Corbi, CEO de GMF, empresa que actúa en mitigación de cambio climático y es la única en Argentina que opera este tipo de proyectos.
“Los bosques enfrían el aire y el planeta, además de crear la lluvia esencial para el cultivo de alimentos. Pero, no se trata sólo de “plantar árboles”. Los bonos o créditos de compensación tienen certificaciones que garantizan la captura de carbono en el tiempo y que la compensación se atribuye de manera exclusiva a un sólo actor”, finaliza Corbi
El camino a la neutralidad de carbono tiene tres pasos: medir, reducir y compensar la huella de carbono. Desde hace más de 15 años GMF desarrolla soluciones climáticas integrales, que confirman que los proyectos forestales son la mejor vía por la cual se logra mitigar el cambio climático mediante la captura de carbono. GMF destaca la importancia de que el proyecto demuestre adicionalidad, es decir, que fije o evite emisiones de CO2 que no se hubieran logrado sin la implementación del proyecto.
El resto de las acciones que no tengan validado un componente de adicionalidad por más interesantes y beneficiosas que sean, son más difíciles de ser consideradas como acciones de compensación de emisiones. Como así también de importante es contar con la tecnología que acompañe el proyecto en cuestiones de medición y trazabilidad y recibir la certificación correspondiente.
“Hoy el mercado argentino está madurando rápidamente y acciones que hasta ayer eran válidas, están siendo fuertemente impugnadas ante la falta de métrica suficiente. Las empresas líderes están buscando soluciones no solo en el corto plazo, sino también en el largo para hacer frente a sus obligaciones de reducción al 2030”, agrega Corbi.
Actualmente en Argentina hay 6 proyectos forestales para la conservación y recuperación de bosques nativos plantaciones forestales y Silvopastoriles para carne carbono neutro: Santo Domingo en Corrientes, San Francisco en Misiones, Santa Bárbara en las Yungas Jujeñas y Chaco Salteño y Corredor de los Cedros en Jujuy, NCS en Jujuy. Entre los 6 tienen un potencial de mitigación de más de 1.375.000 toneladas de CO2 y que cubren más de 15.000 hectáreas. Y no sólo son proyectos que pemiten compensar, sino que generan puestos de trabajo y un impacto en la cadena de contratistas y proveedores involucrados con cada uno.
Las empresas que tengan una estrategia de carbono neutralidad serán eficientes en su gestión, con costos bajos y previsibles. Asimismo estarán aptas para acceder a los beneficios de una economía baja en carbono como son el financiamiento, acceso a mercados y beneficios y estímulos económicos que repercuten positivamente en el valor de la empresa. Por otro lado, además de vivir con los efectos de la crisis climática, las empresas se enfrentan a un incremento de la presión de los grupos de interés que valoran que las marcas se hagan responsable de su impacto ambiental, y a un futuro avance de marco regulatorio marcado por restricciones a las emisiones.