Incendios y tormentas invernales en Estados Unidos y tornados en Europa asestaron a las aseguradoras globales un golpe que ronda los US$ 40.000 millones en la primera mitad de 2021.
El grupo de reaseguros Swiss Re dijo que el clima extremo y el rápido desarrollo urbano en áreas de desastres han aumentado las pérdidas naturales por catástrofes. El semestre representó la mayor pérdida aseguradora desde los terremotos en Japón y Nueva Zelanda en 2011.
La tormenta invernal Uri en Estados Unidos provocó a las aseguradoras una pérdida estimada en US$ 15.000 millones. Solamente en Alemania, las aseguradoras calculan reclamos de hasta €5.000 millones por las impresionantes inundaciones del mes pasado, según cálculos de Martin Bertogg, jefe de peligros catastróficos del grupo. Mencionó las inundaciones del mes de julio en China y en Europa fueron el acontecimiento climático más costoso en cuarenta años.
Bertogg también mencionó la creciente amenaza de los “peligros secundarios” o catástrofes que históricamente no tienen el impacto financiero como un terremoto o un huracán. Esos ahora están alcanzando pérdidas de US$ 1.000 millones.
Este aumento de costos refleja el peligro cada vez más grande para el sector asegurador generado por la combinación de clima extremo con crecimiento de la población y de la construcción que puede resultar, por ejemplo, en que el suelo absorbe menor cantidad de agua.