Así lo explica en la edición de mayo del Informe Económico Mensual del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral, Juan José Llach, quien resume los principales rasgos del contexto internacional.
Llach recuerda que el mundo, y especialmente Argentina por su vulnerabilidad, dependerán mucho de la eficacia y la velocidad de difusión de las vacunas, y agrega: “Pese a la gravedad de la situación, nuestro país tiene una nueva oportunidad, al impulso de la demanda de los países emergentes. Pero para lograrla deberá adoptar el rumbo de los países que crecen. Si no, será imposible dejar atrás el estancamiento y el deterioro social de la última década”
Eduardo Fracchia, director del Área Economía del IAE, realiza su análisis del panorama interno, con las variables económicas muy afectadas por la política ante la proximidad de las elecciones: “Para el año 2022 estimo una inflación de 45%. Desde junio de este año, promedio de 3,3 % mensual, más alto a fines de año. Representaría el doble de la inflación para cumplir con el presupuesto 2021 que plantea 29% anual. No saltará el dólar ni el oficial, ni el blue antes de las elecciones, a pesar de reservas virtualmente en cero. Si llegase a ocurrir la inflación va a trepar más.”
Lucas Pussetto, profesor del IAE Business School, suma una mirada de la economía global, con un análisis de los modelos económicos históricamente dominantes, y la imposibilidad de determinar su éxito y fracaso aislado del contexto y las condiciones imperantes en cada momento y lugar.
Como aporte a los enormes desafíos financieros que enfrentan hoy las pymes, Jorge Oteiza -EMBA IAE Business School- plantea los tres errores más comunes que suelen cometer sus directivos y que se agravan en marcos como el actual, y aporta cuáles pueden ser alternativas para corregirlos.
Finalmente, se detalla el análisis del economista investigador del IAE, Martín Calveira, de las principales variables de la coyuntura: el ritmo de precios que continúa sin ceder ante el objetivo de desinflación; las expectativas inciertas de la actividad económica; la política fiscal sin definiciones frente a las tensiones por el rebrote de COVID; las expectativas comerciales favorables en el sector externo tras el aumento de los precios exportables; y el complejo desafío de la desinflación para el sector monetario y financiero.
Se dio a conocer una nueva edición del Informe Económico Mensual, que elabora el Departamento de Economía del IAE Business School.
En cuanto al panorama global, Juan J. Llach describe que, “confirmando anticipos, las proyecciones de abril FMI en su informe global bianual (WEO) son más optimistas que las anteriores (en verde en el cuadro). El mundo crecería este año 6,0%, superando ampliamente a la caída del 2020, de tal modo que el PIB global al final de 2021 será bastante mayor que a fines de 2019, y aumentaría 7,0% entre 2020 y 2022. A la Argentina le iría bastante peor porque caería 2,4% en el mismo trienio, en marcado contraste con la mejora de países emergentes de porte (9,6%), China (16,7%), los desarrollados (4,5%), y aun Brasil (2%). No son muchos los países que caen más que la Argentina y, en su gran mayoría, son pequeños y muy turísticos.”, detalla Llach.
La macro economía argentina muy castigada a pesar del rebote
Eduardo Fracchia, director del Área Economía de IAE, propone un diagnóstico de la macro. en la larga recta que aún queda antes de las elecciones. “La economía sigue en modo elección. Es clave la inflación. Muy difícil de bajarla. Lo central para entenderla está en el frente monetario y fiscal. Hay productos asociados a estacionalidad que han crecido mucho. Se pone mucho énfasis en controlar las góndolas, pero con bajo impacto efectivo. El camino de Paula Español es ineficaz”, reflexiona.
Y agrega: “El trabajo formal está estancado hace 10 años y el salario real caerá este año 7%. En términos de poder adquisitivo, descendió 25% desde que Cristina dejó el poder en 2015.”
Entre aspectos un poco más alentadores, señala: “La actividad va mejorando de modo heterogéneo, récord de barriles de crudo en Vaca Muerta, construcción a buen ritmo y la industria automotriz con buena dinámica. Respecto al agro, muy bien la pampa húmeda dado el incipiente superciclo de granos que alimenta recaudación fiscal y frena al dólar blue”.
Modelos y política macroeconómica
Lucas Pussetto, profesor del IAE Business School, realiza en este apartado del IEM un repaso de los principales postulados de los dos enfoques que se han disputado por décadas el dominio de las ideas económicas: la visión neoclásica y la visión keynesiana: “Hoy resulta difícil explicar todos los casos de éxito o fracaso a partir de un único modelo económico. Relaciones entre variables económicas que se consideraban muy estables, hoy muestran un comportamiento que genera perplejidad.”
Y reflexiona: “Si quienes están a cargo de la gestión de la política fiscal y de la política monetaria quieren cumplir su cometido con eficiencia y equidad, deberán tener muy presente que un modelo es útil cuando capta aspectos esenciales de la realidad, pero se convierte en indispensable cuando captura los aspectos más relevantes de la realidad en un contexto determinado. En un momento en el cual todo el andamiaje macroeconómico parece tambalear, esta utilización correcta de los modelos se convierte en algo esencial.”
La gestión de las finanzas en las pymes
Jorge Oteiza, EMBA IAE Business School, explica en otro apartado del IEM los principales errores en que suelen incurrir las pymes en el manejo de sus finanzas, y brinda algunas recomendaciones que pueden resultar valiosas en contextos aún más adversos para sus economías, como el que se encuentran transitando.
Entre estos errores destaca la existencia de capital de trabajo ocioso que los llega a descapitalizarse y para los que no buscan alternativas de inversión; acciones poco efectivas para afrontar los vaivenes del tipo de cambio, y el desconocimiento del mercado de capitales para acceder a financiamiento a las menores tasas posibles.
Finalmente, Martín Calveira repasa las principales variables de la coyuntura económica, entre las que se destacan las siguientes tendencias.
Precios:
-Durante el primer cuatrimestre del año el aumento acumulado de precios fue 17,6%, mientras que en el cuatrimestre se situaría en 11,7%.
-El crecimiento del IPC acumuló 17,6% en los primeros cuatro meses del año. Si se compara con el período anterior a la pandemia, es decir, el acumulado durante el primer cuatrimestre de 2019, registra un aumento de 2%.
-El registro inflacionario de abril establece un marcado distanciamiento respecto al objetivo de inflación del poder Ejecutivo.
Actividad económica:
-En las estimaciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central se informa una mejor recuperación respecto de la estimación anterior de 2% para el primer trimestre del año. A su vez, se proyecta que la economía crecería 6,3% en 2021 y un 2,5% en el año 2022.
-Durante febrero el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una disminución de -2,6% respecto al mismo mes de 2020.
Sector Fiscal
-La recuperación temporal del poder adquisitivo de la recaudación tributaria es del orden de 3% intermensual.
-El mejor desempeño de la recaudación se relaciona con los tributos de comercio exterior cuyo crecimiento fue de 183% derivado de un mejor esquema de precios internacionales.
Sector Externo:
-El tipo de cambio real evidenció una disminución promedio mensual de 2,2% en la segunda semana de mayo de 2021 (base 2010=1). Tras la apreciación intermensual, se observa una apreciación real respecto al promedio de toda la serie del año 2020.
-El aumento del precio de la soja hasta los U$S 601,7 en la segunda semana de mayo, es decir, un aumento de 25% en lo transcurrido del año
Sector Monetario
-El Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ) que generan intereses a pagar. En ese sentido, los pasivos con los bancos crecieron 23% en lo transcurrido del año, situando en $ 2,09 billones.
-Las reservas internacionales netas totalizarían los U$S 8.444 millones promediando el mes de mayo y tras mantener el nivel de reservas brutas en un promedio de U$S 40.400 millones.