sábado, 28 de diciembre de 2024

Alternativas sustentables para la higiene femenina

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En el rubro productos para la higiene personal de las mujeres está ocurriendo una verdadera revolución. Es un cambio de paradigma que también se cruza con el avance de las temáticas de género y las luchas de las mujeres.

La razón es que las nuevas generaciones ya no desean ignorar una realidad: una persona que menstrúa usará entre 5 mil y 15 mil toallas, protectores y tampones, y la gran mayoría de estos productos irá a parar a los basureros como basura plástica. Justamente este material fue el que se eligió desde mediados del siglo XX para la fabricación de estos productos.

Como lo explica el informe de la consultora Trendsity, una nueva ola de opciones surgen con fuerza, desde la copita menstrual, hasta los protectores menstruales o diarios de tela, lavables y reutilizables, de la misma manera que lo hacían las mujeres en décadas pasadas. Pero la tendencia va más allá: es posible ver paños demaquillantes (también lavables y retulizables, que evitan el algodón o las toallitas de limpieza) y hasta ya existe el primer test de embarazo biodegradable.

Vale destacar que no solo se trata de una cuestión sustentable, también de costos. El dinero que una mujer gasta en este tipo de productos es elevado y de acuerdo con varios proyectos de ley que así lo consideran, ese dinero gastado al año constituye un factor de desigualdad. Las propuestas legislativas que contemplan esta situación consideran los productos de gestión menstrual tanto a: las toallas higiénicas descartables y reutilizables, los tampones, las esponjas marinas menstruales, los paños absorbentes lavables, la ropa interior absorbente, las copas menstruales como a todo producto de contención que sea considerado apto para su utilización durante la menstruación.

En noviembre, Escocia se convirtió en la primera nación del mundo en ofrecer productos para la menstruación de manera gratuita.

Este fenómeno parece imparable, especialmente teniendo en cuenta que las nuevas generaciones son –y nuestras investigaciones lo confirman- quienes quieren ver concretamente cambios en las dinámicas y las formas tradicionales de hacer las cosas. Ahora, claro está, también necesitan el apoyo de empresas y gobiernos para poder llevar esos cambios a otro nivel.

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