En su documento el BCE aclara que la moneda virtual sería un complemento, no un reemplazo, del efectivo. La moneda virtual, dice allí, existiría en forma electrónica y estaría accesible as todos los ciudadanos. Esto, según algunas interpretaciones, abriría la posibilidad de que participantes externos al área de la moneda única (eurozona) tendrían acceso a las billeteras digitales.
Por ahora el plan es solo intención, basada en un extenso informe. No obstante algunos miembros del Banco Central defienden públicamente su creación. El texto analiza el impacto que tendrían las monedas virtuales en el panorama del euro y describe varios sistemas que podrían adoptarse. No obstante, el estudio no define concretamente qué modelo específico utilizaría Europa en caso de materializarse el proyecto.
El BCE se encuentra reunido en estos días con representante de los 19 bancos centrales de la Unión para identificar áreas donde podría requerirse el euro digital. Figuran, por ejemplo, fomentar los pagos electrónicos, reducir la utilización del pago en efectivo y lanzar métodos de pago privados, esta última posibilidad muy cuestionada.
Si bien la idea todavía debe ser puesta a consideración de la gente mediante una consulta pública, el equipo legal del BCE ya registró la marca ‘Digital Euro‘.
