El huracán Laura aterrizó en las costas norteamericanas del Golfo de México en la mañana del jueves y se esperan vientos extremos e inundaciones repentinas en las áreas costeras de Texas y Luisiana.
La tormenta, con vientos de 240 km por hora, es una de las más intensas en la historia de la región, con categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson. “Extremadamente peligroso, el huracán de categoría 4 Laura toca tierra cerca de Cameron (Luisiana)”, dijo el Centro Nacional de Huracanes. “Marejada ciclónica catastrófica, vientos extremos e inundaciones repentinas están sucediendo en partes de Luisiana”, advirtió el centro.
Si Laura mantiene esta fuerza en tierra, se convertiría en uno de los 13 huracanes más fuertes registrados en Estados Unidos, aunque el NHC dijo que “se espera un debilitamiento rápido” tras su entrada en tierra. Sumadas a la marea alta, esas marejadas -que podrían penetrar unos 50 km tierra adentro- podrían causar una crecida de las aguas de entre 4,5 y 6 metros por encima del nivel normal.
El estado de Luisiana alberga grandes centros de refinado de petróleo. Más de 100 plataformas petrolíferas en el golfo de México fueron evacuadas como medida de precaución. Los habitantes de la zona abandonaron el lugar en autobuses tras recibir una orden de evacuación obligatoria por el riesgo de inundaciones. El gobernador de Texas, Greg Abbott, urgió a los residentes a evacuar sus hogares. “Tienen apenas unas horas más para alejarse del daño”, dijo en Weather Channel. “Esta es una tormenta muy peligrosa, más fuerte que la mayoría que han atravesado” las costas del estado, agregó, instando a hacer “todo lo posible para salir del camino” de Laura.