En los últimos años creció un fuerte sentimiento –y su consecuente acción– en pro de un capitalismo responsable. Un concepto que sorprendía el pensamiento tradicional en este campo. La sustentabilidad como eje de la lucha contra la inequidad social, el desesperado combate por reducir el deterioro del clima y del ambiente, se convirtieron en el corpus de doctrina compartido por empresarios y directivos del mundo de los negocios.
Con viento de cola del crecimiento económico y con alta ocupación laboral, todos clamaban por reducir las emisiones de carbono. Pero ahora todo cambió. La cuestión es si todos estos principios sobrevivirán al Covid–19.
Según sea la conducta de las empresas antes y después de la pandemia, surgirán santas y pecadoras. El año pasado el mundo escuchaba a las grandes corporaciones globales prometer convertirse en respetuosas de todos los grupos afectados por su accionar. Qué mejor que este momento para honrar aquellas promesas.
Covid–19 abrió un territorio desconocido
La pandemia que asola al planeta, enfrenta hoy a la inmensa mayoría de las empresas y de las distintas actividades económicas con diversos grados de disrupción.
Muchas de ellas afrontan devastadoras pérdidas de ingresos, dificultades en las operaciones usuales, complicaciones en las cadenas de suministro, y agudos problemas de liquidez y solvencia.
Se avecinan cambios relevantes y transformaciones profundas en el campo de la regulación estatal, nueva conformación en el modelo de relación con clientes y mercados, y también con el propio personal.
Todo el escenario descripto para evaluar los cambios que pueden suceder en el campo de la sustentabilidad, alcanzan al concepto de responsabilidad social empresarial. Ambos conceptos se entrelazan, con fronteras que se diluyen cada vez más.
RSE es ya una manera usual de medir la relación de las empresas con sus stakeholders y con la comunidad, tanto social como global. Apoyar el bien común se ha convertido en una meta tan importante como generar valor y rentabilidad para el accionista.
Hoy el valor de ser un buen ciudadano empresario va más allá del orgullo y la satisfacción de brindar un apoyo altruista a metas loables. Las políticas fuertes y consistentes de RSE se han convertido en el corazón de muchas marcas identificadas con el buen actuar: comprar a proveedores éticos, tener buenas condiciones laborales, cuidar el ambiente y miles de otros temas.
RSE comenzó el 2020 con un enorme potencial para combinar metas sociales y comerciales en una relación simbiótica. Luego vino el coronavirus sembrando Covid–19 y se abrió un territorio desconocido.
La crisis actual no se parece a nada de lo visto anteriormente. No hay negocio ni sector ni economía que no hayan sido alcanzados por la devastadora influencia de esta epidemia. Y mientras cada empresa se encuentra ante la necesidad de navegar a través de este nuevo paisaje económico para sobrevivir en el largo plazo, también hay desafíos de corto plazo y oportunidades que pueden ser abordados usando los valores de RSE.
Esos valores tienen un lugar en este momento de incertidumbre y ansiedad. Uno de los componentes centrales es el de poner rostro humano a las organizaciones comerciales, comunicando empatía, comprensión y apoyo moral y financiero a los que más lo necesitan.
En este momento de grandes necesidades, transferir los ideales de RSE al disloque provocado por Covid–19 puede brindar grandes beneficios para todos como personas que dan lo mejor de sí mismas para atravesar este momento difícil.
La primera prueba
Aumentó el atractivo de inversiones sustentables
La convicción dominante en este tipo de colocaciones pasó con éxito la prueba a que la sometió la propagación del coronavirus. Las inversiones con principios de sustentabilidad tuvieron buenos rendimientos en el primer trimestre del año.
En una de las reuniones del Foro Económico Mundial Larry Fink, CEO de BlackRock, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, aseguró que en el futuro las inversiones debían orientarse hacia la economía sustentable o hacia negocios con foco en la sustentabilidad y en el clima. Su convicción, agregó, era que esa estrategia puede brindar mejores retornos a los inversores.
Ese anuncio se producía en medio de un furor por la inversión sustentable, que había saltado a la popularidad por el impacto que muestran sobre los retornos los factores ambientales, sociales y de gobernanza.
Pero la rapidez del crecimiento –que además se producía en tiempos de altas cotizaciones en los mercados de valores– fue recibida con escepticismo. Muchos observadores sospechaban que los administradores de activos abandonarían rápidamente sus inversiones en RSE en cuanto los mercados volvieran a ser volátiles y las ganancias fueran más esquivas.
La aparición del coronavirus y su catastrófico impacto sobre las economías constituye la primera prueba para definir si el supuesto compromiso de los inversores con la sustentabilidad es real o si es una mera estrategia de relaciones públicas. Hasta ahora, los escépticos no parecen haber acertado.
Una encuesta realizada por Financial Times y Savanta, una compañía de investigación de mercado muestra que casi nueve de diez gerentes de fondos creen que la pandemia de Covid–19 producirá un aumento del interés en las inversiones RSE.
Otras empresas recibieron elogios por cómo trataron a su personal o cómo redujeron los sueldos ejecutivos para repartir la carga de la crisis.
Sin embargo, la agenda RSE no carece de críticos. Se le achaca que tiene importantes puntos ciegos y distorsiones. Lo que ocurre es que, tal vez sin proponérselo, difunde las mayores enfermedades de las sociedades post–industriales: el capitalismo tipo ‘”l ganador se lleva todo”, la concentración monopólica y la desaparición de empleos para la gente normal”.
Pero esas críticas son escasas.
Antes de la crisis, los inversores privados ya se mostraban dispuestos a invertir en compañías con credenciales en sustentabilidad, según una investigación conjunta entre la Saïd Business School en la Universidad de Oxford y la Erasmus School of Economics en Rotterdam. El estudio encontró que las compañías con buenos antecedentes en RSE recibieron 15% más de inversiones por mes entre 2016 y 2019 comparadas con las demás.
“La sustentabilidad importa a los inversores”, dicen allí los investigadores. La crisis sanitaria realza la relación entre los temas de sustentabilidad, la economía y el comportamiento financiero de las empresas y por eso refuerza el foco inversor sobre esos temas.
En una encuesta realizada por Federated Hermes entre asesores financieros independientes de Gran Bretaña (IFA) más de tres cuartas partes de los respondentes opinaron que los inversores tendrían intenciones de retirar sus inversiones de compañías que no protegen a sus empleados o a la sociedad en su conjunto durante esta crisis.
Esa encuesta reveló también que el 85% de los encuestados habían registrado aumento de clientes que pedían colocar su capital en fondos con integración de RSE desde el comienzo del brote de Covid–19.
En toda Europa los fondos para proyectos sustentables sumaron 30.000 millones de libras en los primeros tres meses de 2020. Las estrategias sostenibles se han destacado en este periodo de intensa volatilidad. La investigación hecha por BlackRock concluye que la mayoría de las carteras con acento en responsabilidad social tuvieron mayor rendimiento durante la caída del mercado general por la pandemia.y que la crisis aumentó el atractivo de las inversiones en empresas socialmente responsables.
Efectos imprevistos de la crisis global
Covid–19 es la gran oportunidad para mejorar la salud del planeta
Las emisiones de gases de invernadero disminuyeron y la calidad del aire mejoró gracias a las medidas de contención tomadas por los Gobiernos. De ellos dependerá que esas mejoras no desaparezcan con la crisis.
La enfermedad provocada por el coronavirus es una crisis global que muestra que los riesgos sistémicos pueden tener repercusiones exponenciales sobre los sistemas de salud, el desempleo imprevisto, las cadenas de suministro y las perspectivas económicas del mundo entero.
“Nuestra preparación y resiliencia se pone a prueba con la pandemia”, dicen Celine Herweijer y Will Evison en un análisis que publica Strategy+Business. La inmensa escala y diversidad de los desafíos que presenta le suenan conocidos a quienes durante mucho tiempo defendieron y reclamaron medidas urgentes para evitar el catastrófico cambio climático y la pérdida de recursos naturales. La diferencia entre esto que vive hoy el mundo y el problema del clima es que con el segundo conocemos cuáles serán los costos si no actuamos de inmediato, dicen.
Por eso es que deberíamos contemplar los esfuerzos por reconstruir la economía mundial post–pandémica mediante acciones que combatan el cambio climático y la pérdida de recursos naturales. Las pérdidas que sufre el mundo por el calentamiento global podrían totalizar US$ 600 billones (600 millones de millones) para finales de este siglo. Eso va a dañar la economía mundial más que el coronavirus.
Cuando finalmente salgamos al mundo pos–pandemia será necesario crear todo de una manera mejor, poniendo el medio ambiente en el centro de la estrategia de los sectores público y privado.
Lo que sigue son seis áreas en las que PwC cree que la acción política y empresaria puede contribuir a reconstruir una economía sana y resiliente para el futuro.
Trabajar con los Gobiernos para permitir una recuperación verde
Prende en muchas regiones la idea del “estímulo verde” a medida que los Gobiernos advierten que reconstruir pensando en el planeta contribuye a acelerar el crecimiento de la economía, del empleo y a crear un sistema más resiliente. Los CEO de 155 compañías presentaron ante Naciones Unidas una declaración donde reclaman que los Gobiernos hagan coincidir sus esfuerzos de recuperación de la pandemia con la necesidad de lograr una economía limpia.
Las metas para un desarrollo sustentable (SDG)
La Unión Europea ya confirmó que esta crisis sanitaria no va a detener a Europa en el proceso de desarrollar metas ambiciosas para 2030 y que las finanzas verdes serán el foco de la fase de la recuperación. Las empresas deberán propiciar proyectos de infraestructura para aumentar el empleo en energías limpias, lograr eficiencia energética y hacer realidad el transporte sustentable.
Los rescates podrían exigir a cambio mejoras en sustentabilidad
Cuando los Gobiernos fijen las condiciones para la ayuda a sus compañías, deberían analizar la resiliencia de esas empresas frente a crisis futuras, incluido el cambio climático y la pérdida de recursos naturales. Deberían imponerles condiciones a aquellas que dejan una pesada huella de carbono en el ambiente o y que tienen problemas financieros por el Covid–19. Por ejemplo, a las empresas de la aviación comercial, del sector hidrocarburos o de la navegación marítima.
La resiliencia empresarial adquiere nueva importancia
Cuando todo esto pase, los reguladores pondrán un precio a los riesgos sistémicos. Los directorios deberían cuantificar los posibles riesgos materiales derivados del clima, integrarlos a sus procesos e implementar un buen sistema de gobierno. Los directorios deberían cuantificar los riesgos materiales relacionados con el clima y las alteraciones en las cadenas de suministro para integrarlos a los procesos centrales de procesos de riesgo.
Mejorar el desempeño ambiental social y de gobernanza
Las compañías con buen desempeño en esas áreas valen más que las demás y están dando mejores resultados. Esto indica que se acelera la tendencia hacia el capitalismo de stakeholders que comenzó antes de la crisis actual y que pone el acento en cuidar los intereses de todas las personas afectadas por el accionar de la compañía
Aprovechar nuevos modelos de negocios y prácticas
El nuevo coronavirus llegó para alterar normas de negocios y crear nuevas formas de trabajar que, si se mantienen, podrían reducir las emisiones. Esas prácticas incluyen teletrabajo, tele socialización y fabricar donde se vende.
Buscar valor sustentable en los acuerdos
A medida que se reanude la actividad en fusiones y adquisiciones, será importante que el due diligence, las valuaciones y los precios de compra reflejen algo más que las perspectivas inmediatas de la post crisis. La transformación requerida para lograr emisiones cero presentará enormes oportunidades de creación de valor para quienes tengan soluciones.
En lo que sigue, referentes de empresas de distintos sectores de la economía responden sobre las implicancias de la pandemia en los planes de sustentabilidad, en sus presupuestos, en el foco de la gestión; las tendencias a futuro y la respuestas a las crecientes demandas de la sociedad.
El informe estuvo a cargo de Carina Martínez.
Grupo Insud
Transitar la crisis, un aprendizaje constante
Esta pandemia dejará muchas huellas en las personas, las empresas y los Gobiernos. Hoy no podemos determinar el impacto real que tendrá esta crisis, dado que aún no la hemos superado. Pero lo que sí hemos visto hasta ahora es que este escenario nos hizo replantearnos muchas cosas y cambiar el rumbo de las estrategias de una forma veloz, audaz y totalmente impensada.
Por Gabriela Del Ristoro (*)
En este tiempo también hemos capitalizado muchos aprendizajes que serán imprescindibles para encarar la nueva etapa. Los próximos pasos demandarán un gran esfuerzo de recomposición de la economía y el tejido social. Habrá que retomar también cuestiones importantes que se vieron relegadas por la urgencia sanitaria.
Nuestra compañía puso mucho el foco en los equipos de trabajo. Tomamos tempranamente la decisión de trabajar desde las casas y el primer desafío fue acercar las herramientas a los colaboradores y colaboradoras para que pudieran desarrollar sus tareas sin dificultades, con el soporte necesario y las vías de comunicación adecuadas. Para las compañías de industrias esenciales del grupo (farmacéutica, agroalimentaria y energética) la actividad en los lugares de trabajo nunca se detuvo, pero hubo que adecuar las operaciones a los nuevos protocolos sanitarios, implementarlos rápidamente y capacitar a empleados y contratistas. El área de Recursos Humanos fue clave en este contexto para facilitar procesos, orientar y canalizar las distintas necesidades que fueron surgiendo.
Por otra parte, trabajamos en la contención y el fortalecimiento del trabajo en equipo y en la motivación de todas las personas. Las plataformas digitales fueron de gran utilidad para fomentar la comunicación y acortar las distancias. Realizamos charlas sobre educación emocional, se programaron clases de yoga vía Zoom y varios encuentros sobre metodologías ágiles. Además, pusimos a disposición e-books de Capital Intelectual y películas de K&S para contribuir con los momentos de ocio y esparcimiento, tan necesarios en estos tiempos.
Creemos que estas nuevas formas de comunicarnos y de trabajar llegaron para quedarse y que, a medida que podamos retomar cierta normalidad en las actividades, vamos a tener la oportunidad de fortalecer ciertos aspectos que la urgencia no nos ha permitido profundizar.
El camino hacia la sustentabilidad
En materia de sustentabilidad, en nuestro país hay empresas que están muy bien armadas, con planes de desarrollo sostenible que vienen ejecutando desde hace años y ya tienen una mirada estratégica al respecto.
Otras, están comenzando a incorporar la sustentabilidad como parte de su agenda. El desafío para estos dos grupos de empresas es apalancar la recomposición y fortalecer su compromiso económico, social y ambiental.
El rol de las alianzas y la articulación público-privada será fundamental para salir adelante. Vemos que en este momento se ha revalorizado la relación entre los Estados y las empresas, su trabajo conjunto y su capacidad de complementarse para asegurar un futuro mejor.
En nuestro caso, algunos puntos de la planificación de Sustentabilidad se mantuvieron y otros fueron postergados. Lanzamos la Iniciativa de Género a toda la compañía con muy buena participación interna. Pudimos transformar un evento que iba a ser presencial en un encuentro virtual y pusimos en marcha este proyecto que nos llevó más de un año de trabajo. El impacto que va a tener en nuestra organización es muy positivo desde varios puntos de vista, así que fue crucial poder comunicarlo bien para comenzar a implementarlo.
En el marco de la crisis, también dimos un impulso a las compras inclusivas y con perspectiva de género, a través de iniciativas que estamos trabajando con Red Activos/Gota y Fundación Mediapila.
Por último, estamos manteniendo la inversión social pautada para el año.
Aunque también hemos realizado algunas acciones puntuales vinculadas a la coyuntura. Este es un tema en constante evaluación para poder continuar dando soporte a las organizaciones con las que ya venimos colaborando. Sin dudas, en la post-pandemia surgirán nuevas oportunidades y se abrirán nuevas puertas para trabajar en este sentido.
(*) Jefa de Comunicaciones y Sustentabilidad de Grupo Insud
Sancor Seguros
La sustentabilidad puesta en valor
Ya lo había advertido Naciones Unidas: la empresa que haya invertido en sustentabilidad en tiempos de normalidad va a estar mucho mejor preparada para la respuesta y recuperación ante las crisis.
Por Betina Azugna (*)
Hoy está pasando: no haberse tomado seriamente los ODS, el Pacto de París, el Marco de Sendai es mucho más costoso para las empresas. En nuestro caso, como venimos trabajando en una gestión sustentable del negocio, previendo los riesgos, podemos ver oportunidades y dar respuestas innovadoras.
El grupo lleva 15 años de gestión de la sustentabilidad, a través de un Proceso de RSE anual y una Estrategia de Sustentabilidad. Y como dicha estrategia se basa en identificar riesgos, analizar tendencias y priorizar los temas relevantes para el negocio, podemos decir que la pandemia no significó un cambio de foco, puesto que estábamos preparados para afrontar situaciones críticas.
Los desafíos de esta nueva realidad se presentan en distintos niveles. Pero no creo que repercuta negativamente en los planes de sustentabilidad; al contrario, esta crisis ha puesto de manifiesto la importancia de las áreas de sustentabilidad en la identificación de tendencias y riesgos, en la planificación estratégicas y de respuestas resilientes. Y también representa una oportunidad de ser actores de cambio, trabajando desde la sustentabilidad, con metas que van más allá del aspecto económico.
Lo que sí debemos reevaluar es el compromiso con los ODS. A partir de la pandemia hay algunos que han cobrado mayor relevancia y debemos enfocarnos en ellos. Asimismo, debemos atender especialmente a los derechos humanos, a trabajar específicamente en no vulnerarlos, ya que esta crisis ha dejado aún más expuestas las desigualdades sociales.
En el corto plazo, el principal foco es el diálogo con los grupos de interés: conocer sus expectativas ante estas situaciones, responder con responsabilidad a las necesidades dentro de la pandemia, y rendir cuentas de cómo respondemos.
En el mediano y largo plazo, poner objetivos más ambiciosos para atender problemáticas que van más allá de la pandemia y que, aunque esta profundiza sus consecuencias, hoy han quedado solapadas por la emergencia. La realidad del cambio climático; las desigualdades en muchos niveles; la discriminación; la violencia de género; la necesidad de empoderar a la mujer; el respeto a los DDHH y los procesos de debida diligencia; la atención hacia la cadena de valor, son algunos de esos temas que las empresas debemos abordar.
La confianza puesta a prueba
La demanda de los ciudadanos hacia las empresas en todos los aspectos mencionados viene aumentando exponencialmente incluso desde antes de la pandemia. La crisis sanitaria se suma a todas las crisis que está viviendo el mundo y que están haciendo reaccionar a los ciudadanos: climática, de odio, discriminación, androcentrismo; de transparencia; de pobreza y hambre. Todas conllevan vulneraciones de los derechos humanos.
Las nuevas generaciones –Centennials o Generación “Z”– son las primeras que perciben las marcas como concepto: siguen a las marcas con las que “encajan” y se adaptan a sus vidas. Las empresas tienen que tener procesos de RS y sustentabilidad sólidos para responder a estas demandas, rendir cuentas y ser transparentes en la gestión. Los clientes eligen marcas confiables, y la confianza se construye durante mucho tiempo, y se “pone a prueba” ante las crisis.
En el mundo, las iniciativas de RSE más importantes están revisándose en este momento, en pos de una mejor gestión del proceso y una rendición de cuentas más exhaustiva. Recientemente, por ejemplo, se ha lanzado una plataforma de aceleración para promover la acción y aumentar la ambición empresarial en el establecimiento de metas de los ODS (SDG Ambition). Porque, sin duda alguna, la Agenda 2030 es el camino hacia la sustentabilidad que debemos seguir.
En cuanto a Argentina, en estos momentos está en el campo de batalla con la pandemia, con la mira en lo urgente y planes para atender la salud y paliar la pobreza en el corto plazo. Pero tiene que analizar el mapa completo de la Agenda 2030 y tomar las decisiones para avanzar en esa dirección en el largo plazo, planificar más a futuro.
Algunas empresas están más preparadas que otras para afrontar las demandas crecientes. Sobre todo, aquellas que durante estos años han estado invirtiendo en sustentabilidad y trabajando en sus procesos de RSE. Los grupos de interés tienen más confianza en ellas.
Un obstáculo a superar es la creencia de que la sustentabilidad hace perder tiempo o gastar recursos. Pero esto es porque muchas empresas aún creen que RSE es hacer filantropía e invertir en la sociedad sin un foco estratégico.
Deben capacitarse, invertir en procesos de RSE y estrategias de sustentabilidad centradas en el negocio con mirada en el impacto sobre sus grupos de interés. Tener una mirada más amplia, más humana y de gestión de riesgos.
Por supuesto que no alcanza con un buen accionar en forma individual; las alianzas son indispensables. El ODS 17 es clave en la Agenda 2030 y es el que habla de “Alianzas para lograr los objetivos”. Las empresas tenemos que ser honestas sobre nuestras posibilidades y humildes, porque individualmente tenemos límites. Allí es donde entran a jugar las alianzas con socios estratégicos en una red que alcance a actores públicos, privados y de la sociedad civil.
Las principales limitaciones para lograrlo son mirar el corto plazo, paralizarse por el pánico, perder de vista el foco que debería ser cuidar a las personas, centrarse en sí mismos y no ver en forma conjunta.
Hay lugares de articulación que facilitan el trabajo conjunto; como CEADS, o como el Pacto Global, cuya red en nuestro país sienta en una misma mesa a grandes empresas, pymes, ONG, academia, cámaras y sector público, para tratar temas claves para ir hacia un mundo más sustentable. Para nosotros, el cooperativismo es también una excelente opción.
(*) Gerenta de RSE
El bienestar de las personas en el centro del proyecto arquitectónico
Por Pablo Swiecicki (*)
El nuevo escenario impuesto por la pandemia ha significado efectivamente un cambio de dirección y de foco en materia de sustentabilidad. En lo que hace a nuestro segmento que es la arquitectura sustentable, el actual contexto ha puesto de manifiesto en primer plano temas vinculados con la salud.
Así como hace algunos años, con la crisis energética mundial, la sustentabilidad estaba vinculada al ahorro de energía y las certificaciones de edificios sustentable como LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) tenían la atención puesta en esta dirección, ahora la pandemia ha colocado al bienestar de las personas en el centro del diseño arquitectónico, algo de lo cual siempre se habló pero que en la práctica no está consolidado.
En este sentido, comienza a cobrar relevancia, sobre todo en el mundo de la arquitectura corporativa, la Certificación WELL Building Standard, considerada como la primera certificación centrada principalmente en la salud y el bienestar de los seres humanos.
Cabe señalar que ambas certificaciones están íntimamente relacionadas, ya que muchos indicadores LEED están en sintonía con aspectos que valora el sistema WELL. Son dos caminos para llegar a un mismo lugar: crear espacios para vivir y trabajar más saludables y respetuosos del medio ambiente, en base al concepto de “una sola salud”. En definitiva, un edificio y un entorno natural poco sustentable impactarán en la calidad de vida de sus habitantes. No puede haber personas sanas en ambientes tóxicos.
Desde ESARQ, de hecho, estamos ya trabajando con grandes empresas en esta línea. Empieza a instalarse como tendencia. La iniciativa, como suele suceder en estos casos, al menos en nuestro país, viene liderada por el sector privado.
Con relación a esto, creo que la realidad desafiante que experimenta el mundo tendrá un impacto positivo en términos de sustentabilidad porque las empresas van a terminar volcándose con firmeza a la aplicación de estos conceptos. Quienes vengan desarrollando una gestión sustentable estarán un paso adelante en función de las demandas del nuevo contexto mundial y consolidarán sus estrategias. En lo macro, el desafío estará en resolver la crisis climática, la destrucción de los hábitat y la biodiversidad; en lo micro, el foco estará en la salud de la gente, creando ambientes saludables.
La crisis sanitaria mundial ha profundizado sin dudas las demandas de los ciudadanos hacia las empresas, en materia de ética, transparencia, compromiso con la sociedad y con sus empleados, gestión responsable, cuidado del medio ambiente, etc. En este sentido, fortalecer las áreas de RSE será prioritario para atender dichas demandas y contar con planes para dar respuesta y estar a la altura de las circunstancias.
(*) Director de ESARQ | Estudio Swiecicki Arquitectos
Kimberly-Clark
Momento para evaluar
Tenemos un firme compromiso que apunta a contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y a cuidar el medioambiente. El escenario impuesto por la pandemia no significó un cambio de dirección en materia de sustentabilidad, sino que nos reafirmó que el camino elegido es el correcto. Reforzamos nuestro compromiso a futuro con las personas y el planeta.
Por Agustina Mattioli (*)
Nuestra misión es proveer productos esenciales que mejoren la vida de las personas, y trabajamos para reducir nuestro impacto ambiental en toda nuestra cadena de valor. Promovemos proyectos de impacto social para cuidar la salud y el bienestar de las personas en todas las etapas de la vida, desafiando los estigmas y defendiendo el progreso de las mujeres e impulsando un mundo donde todos tengan acceso a agua limpia y saneamiento. Reforzamos nuestra ayuda todo lo posible frente a la magnitud de la crisis actual, siempre trabajando en alianza con organizaciones como Banco de Alimentos, Unicef y Cruz Roja, que nos permiten lograr el mayor impacto.
La estrategia de Sustentabilidad de Kimberly-Clark enmarca el trabajo que estaremos realizando para cumplir con nuestras aspiraciones en los próximos 10 años. Entre nuestras metas globales nos propusimos impactar positivamente y mejorar la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Entendemos que un enfoque fuerte y duradero en la protección de los recursos naturales es esencial para ayudar a las personas a vivir una vida mejor. Con ese fin, la compañía se centra en las áreas donde puede marcar la mayor diferencia: clima, bosques, agua y uso de plásticos.
Más demandas
Si bien en los últimos años la demanda de los ciudadanos hacia las empresas en materia de ética, transparencia, compromiso con la sociedad y sus empleados, cuidado del medioambiente y gestión responsable en general viene creciendo, en el contexto actual hemos visto que esta tendencia se aceleró, impulsado por la urgencia y necesidad de respuesta a la cual nos enfrentamos como sociedad.
Es por esto que han surgido oportunidades para reevaluar, modificar rumbos o ratificar decisiones. Es importante que en adelante podamos incorporar aquellos aprendizajes como prácticas de salud e higiene o políticas internas relativas a la gestión de recursos humanos, para seguir progresando como compañía y sociedad.
Un trabajo coordinado
Las nuevas tendencias en materia de gestión sustentable están enmarcadas en gran medida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y reconocen que el impacto ambiental, el cuidado de los recursos naturales y de las personas son esenciales para un mundo más próspero y equitativo. En el último tiempo cobró especial relevancia las consecuencias que tendrá en un futuro el hecho de que no modifiquemos algunos de nuestros hábitos de consumo; por eso, muchas organizaciones están dirigiendo su accionar hacia el impacto ambiental de su gestión.
En Kimberly-Clark trabajamos con una estrategia de sustentabilidad a escala global, que adaptamos localmente, un ejemplo de esto son las donaciones que realizamos por la pandemia globalmente a la Cruz Roja, y que en nuestro país se complementó con donaciones de productos Kotex para trabajadoras de la salud.
Cada empresa, organización e inclusive cada persona tiene su proceso de aprendizaje y maduración, pero en líneas generales siempre hay espacio para crecer en el ámbito de la sustentabilidad.
Es imprescindible para un mejor resultado lograr esfuerzos coordinados y alinear objetivos por lo que la incorporación del plan de sustentabilidad como parte de la estrategia de negocio es un factor clave para lograr mejores resultados.
Es cierto que la unión hace la fuerza, por lo que las alianzas suelen tener mayor impacto que trabajando por separado. La articulación público-privada, el poner en común las diferentes fortalezas y complementar roles, es clave para llegar al resultado deseado. Los desafíos para lograr el trabajo conjunto no necesariamente tienen que ver con el interés común de ayudar y brindar soluciones, sino que a veces se relacionan con la agenda de las distintas entidades y encontrar los puntos comunes, la agilidad para dar respuesta y los recursos disponibles.
(*) Gerenta de Sustentabilidad para Latinoamérica
Rizobacter
Dar lugar a nuevos paradigmas
Tenemos claro que nuestro trabajo se debe llevar adelante cuidando los impactos sociales, ambientales y económicos y seguiremos en esa línea. Pero en esta pandemia, una cuestión no menor para una empresa de Pergamino que hoy llega a tener más de 500 empleados es poder sostener la operatoria, el empleo de todo nuestro equipo, y pagar los sueldos.
Por Ricardo Yapur (*)
Se trata de muchas familias que viven en nuestra ciudad, Pergamino, que tiene 100.000 habitantes. Las implicancias de poder lograrlo son realmente importantes para la vida de la comunidad. Cuando hablamos de sostener el negocio estamos enfatizando en posibilidades de empleabilidad y acompañamiento a nuestros colaboradores. La contención, el cuidado y la empatía han sido los principales ejes en la gestión de RR.HH. durante el aislamiento. Lo mismo en el vínculo con proveedores, sobre todo, los locales. Estos aspectos, como el de sostener la calidad de los vínculos, ha sido una cuestión prioritaria para nosotros.
También destinamos fondos extras para donaciones de materiales de protección médica al hospital de la ciudad y para alimentos para ONG locales que están trabajando para asistir a personas que no tenían acceso a ellos. Se trata de urgencias y hay que estar.
Todos estamos aprendiendo y tratando de captar las nuevas necesidades y oportunidades que nos plantea esta pandemia. Estamos muy atentos en la organización del trabajo y en asegurar que nuestros colaborados puedan equilibrar su vida familiar y laboral, porque todo se ha visto alterado y la empresa debe ser sensible a la nueva realidad.
Estrategias alineadas
Nuestras estrategias están muy asociadas al corazón del negocio. Estamos especialmente enfocados en desarrollar tecnologías sustentables para la agricultura que, sin dudas, van a seguir creciendo en el mundo que viene. Actualmente, somos líderes en el mercado de productos microbiológicos para la agricultura y creemos que vamos a poder seguir creciendo, sobre todo pensando en las exportaciones, ya que cada vez hay más países interesados en adoptar tecnologías microbiológicas, más amigables con el ambiente. Hay que tener en cuenta que nosotros estamos relacionados al sector de la producción de alimentos, actividad que no puede detenerse.
Por otra parte, tenemos programas de inversión social, abiertos a la comunidad que en este momento están suspendidos ya que están dirigidos a estudiantes secundarios. Pero la propuesta sigue en pie porque consideramos que los recursos humanos de la empresa pueden hacer un aporte valioso en la educación como proceso clave para la transformación social. También vamos a tener que encontrar la manera de seguir, ahora sumando este desafío. La tecnología digital llegó para construir nuevas realidades cotidianas y la pandemia no cambió eso, en todo caso, lo aceleró.
En el corto plazo, el objetivo es continuar con lo que veníamos haciendo en nuestra planta, cuidando a nuestros colaboradores y a nuestros proveedores y también asistiendo con nuestras soluciones a los productores agrícolas; pero claro que esto también depende de los imponderables que pueda traer esta pandemia que al día de hoy no estén en nuestro radar. En el mediano y largo plazo, estamos proyectando certificar la Huella de Carbono y comenzar a implementar nuestra política de diversidad e inclusión con mayor fuerza. Queremos que nuestra empresa tome un rol activo en la generación de políticas de trabajo inclusivo, y abra espacios para que nuestros colaboradores puedan enriquecer sus talentos, en equipos de trabajo donde la diversidad esté presente. Las empresas tenemos la posibilidad de darle lugar y cauce a los nuevos paradigmas sociales, y transformarnos en espacios de trabajo más empáticos, innovadores y generadores de valor compartido.
No hay espacio para los egos
Cuando la realidad irrumpe superando ampliamente la ficción, cambiando lo que hasta el momento era conocido como normalidad, surgen transformaciones y cuestionamientos inevitablemente. En la industria en la que operamos esos cuestionamientos ya estaban emergiendo, son parte de conversaciones que nos teníamos que dar porque la sociedad –sobre todo urbana– está demandando.
La pandemia las agilizó y puso más en evidencia, por decirlo de algún modo. Siento que muchos de los actores sectoriales ya activaron. Se predispusieron a reinventar una lógica de trabajo distinta. Se están gestando nuevas maneras de transitar el camino en la generación de alimentos, de su recorrido desde el campo a la mesa.
Creo que hay una fuerte intención de renovar ese vínculo del campo con el campo, y del campo con la sociedad urbana.
Pero claro que queda un gran camino por recorrer y el único que veo es el de la escucha y el diálogo, para construir gestiones en red que nos permitan desarrollarnos de una manera más inclusiva y sostenible. Trabajar en red está en la esencia misma de la sustentabilidad, porque llegar a ser sustentables está en las antípodas de del individualismo y el egocentrismo. En las vinculaciones se generan más conocimiento, más innovación.
En el centro, el desarrollo humano
Uno de los grandes temas que está en agenda es la incorporación de energías renovables para hacer frente al calentamiento global y aquí se espera que, sobre todo, los países del primer mundo se decidan a reconvertir sus matrices productivas. Se observan diferentes posiciones de los líderes mundiales por la implicancia económica que significa esta adaptación. Hay señales positivas, por ejemplo se prevé que la inversión global en nueva capacidad de energía renovable alcanzará US$ 2,6 billones al cierre de esta década, un período en el que la energía solar ha sido líder entre todas las nuevas tecnologías de generación.
Otro desafío es producir alimentos de formas cada vez más cuidadosas con el ambiente y aquí Argentina, como principal productor tiene un rol importante. El sector privado avanza en incorporar metas basadas en la ciencia, como forma de liderar con el ejemplo.
También, y sobre todo a partir de ahora que son tan utilizadas, se podría incluir la necesidad de mayor transparencia y responsabilidad cívica del sector tecnológico. Nos tienen que garantizar respeto por la privacidad de datos personales y tiene que existir una adecuada regulación y supervisión gubernamental.
En el centro de todo esto por supuesto está el desarrollo humano.
Y para eso hay que sumar sistemas de educación de calidad que fortalezcan las habilidades necesarias para el empleo, el trabajo decente y el espíritu emprendedor. Sin cooperación cultural, cualquier intento de desarrollo fallará. Creo que este es un gran desafío que tenemos que asumir.
(*) CEO de Rizobacter
Osde
De la exigencia a la intención real
Gabriel Barbagallo (*)
En este contexto de crisis sanitaria y teniendo en cuenta que somos una organización que brinda servicios de salud, ponderamos aún más el valor y el impacto positivo que se logra a través de una gestión sustentable. Nuestros ejes de trabajo siguen siendo los mismos (gestión orientada a la calidad, prevención y promoción de la salud, y fortalecimiento de las comunidades en las que estamos presentes) pero tuvimos que adaptarnos al contexto actual, en el que se conjuga lo importante con lo urgente.
La sustentabilidad no puede permanecer ajena al contexto. Sabemos que habrá cambios positivos y negativos, y trabajamos para paliar los efectos no deseados de esta pandemia. Por lo pronto, sí hicimos cambios en los planes proyectados para este año, adaptándolos a las necesidades de nuestros públicos, derivadas de las demandas actuales. Por ejemplo, se potenció la transformación digital, mediante el refuerzo de nuestros canales de atención y la implementación de medidas para facilitar el acceso al servicio durante el aislamiento: utilización de recetas digitales para la compra de medicamentos en farmacias, videoconsultas con profesionales de cartilla por motivos de consulta o diagnóstico y continuidad de tratamientos de salud mental por canales remotos.
Pasar de ser un agente económico a un actor social, no es una tarea sencilla para las empresas. No todas tienen la misma certeza o convicción a la hora de establecer políticas y prácticas sustentables, pero este es un camino difícil, lleno de obstáculos –culturales, no solo económicos– y que requiere un trabajo a largo plazo. Los consumidores, como producto de esa exigencia, tienen muy en cuenta qué hacen las empresas a la hora de contratar algún servicio o comprar algún producto. El precio dejó de ser el único factor determinante: hoy en día se ponderan las empresas con propósito, que creen valor y que sean coherentes entre lo que dicen y lo que hacen.
Las tendencias en el mundo respecto a la gestión sustentable se vinculan con la implementación de procesos de due dilligence o debida diligencia para una conducta empresarial responsable (con foco en los impactos sobre los derechos humanos que pueden generar sus propias operaciones y las de sus cadenas de suministros); innovación y reconversión hacia un modelo de economía circular; estrategias concretas para la mitigación del cambio climático (por ejemplo en la reducción de la huella de carbono); políticas con perspectiva de género y la incorporación de los ODS en su actividad principal, etc.
En nuestro país pueden encontrarse numerosos ejemplos de organizaciones que se alinean a estos ejes pero deben seguir sorteando obstáculos asociados a la dificultad de integrar al área de sustentabilidad en las decisiones estratégicas, la planificación y el análisis de riesgos de la compañía, como así también falencias a la hora de contar con indicadores para la medición del impacto de sus acciones o de cómo lograr cadenas de valor sustentables, cuando existe un gran universo de proveedores por gestionar.
En poco tiempo, no será opcional: las empresas deberán plantearse nuevos modelos de negocio en los que integren los objetivos económicos con los desafíos sociales y ambientales.
Romper con el viejo paradigma no será fácil, pero las exigencias y expectativas de sus públicos de interés harán parte del trabajo. Será clave que esta respuesta, motivada por la exigencia puntual, se vuelva parte de la intención real de la empresa, lo que podrá lograrse si se integra la sustentabilidad a la estrategia de negocios y a los procesos de evaluación de riesgos. En este desafío será fundamental lograr el compromiso de la alta dirección, como así también redefinir el sentido del éxito y hacer que la gestión sustentable sea transversal a todas las decisiones y operaciones de la organización.
Como actores sociales, las empresas tienen responsabilidades, individuales y colectivas. Esta pandemia nos demostró la importancia y la urgencia de la colaboración, el trabajo en equipo como sociedad y la unidad a escala local e internacional. Osde integra el Pacto Global de Naciones Unidas. Es una red para plantear objetivos comunes, interactuar, relacionarse e incluso imitar buenas prácticas de otros.
El compromiso de una organización es un elemento necesario, pero no suficiente. Se debe lograr la articulación eficiente de esos compromisos entre los distintos actores de la sociedad, tanto en los ámbitos públicos –con la importancia de interactuar con los distintos niveles locales y nacionales– como privados.
(*) Gerente de Relaciones Institucionales de Osde
Camuzzi
Se mantienen metas y objetivos
“Es de esperar que, a partir de este momento, las estrategias de sustentabilidad de las organizaciones comiencen a hacer más foco en el concepto de salud integral, dado que una ‘comunidad saludable’ en torno a la operación contribuye de manera indirecta al negocio”, sostiene Rodrigo Espinosa, gerente de Relaciones Institucionales de la compañía.
Por Carina Martínez
“Camuzzi distribuye gas natural, es decir, energía para la vida cotidiana, por lo que somos conscientes de que nuestro servicio está intrínsecamente vinculado a la salud y bienestar de las regiones del país donde estamos presentes. Si entendemos a la salud de manera integral, no solo como un estado de bienestar físico de las comunidades, sino también emocional, social y económico, entonces es posible que acciones vinculadas directamente con salud e higiene, pero también con desarrollo local, educación y cultura, tomen mayor prioridad y protagonismo en el corto y mediano plazo”, asegura Rodrigo Espinosa, al ser consultado por Mercado.
–El nuevo escenario impuesto por la pandemia, ¿ha significado un cambio de dirección, de foco, e incluso de presupuesto en materia de sustentabilidad? ¿Ha llevado a reevaluar la gestión?
–No, en absoluto. Los objetivos trazados no han cambiado y las iniciativas que nos habíamos propuesto continúan vigentes.
El acceso a la tecnología y la multiplicidad de plataformas nos han permitido migrar las propuestas del plano físico al virtual.
La estrategia de sustentabilidad trazada tiene entre sus objetivos impactar positivamente en las comunidades donde operamos, crear futuro a través de la educación y la formación de habilidades para el empleo, fortalecer la cadena de valor, integrar los principios de responsabilidad social en la toma de decisiones y brindar un servicio de calidad cuidando el medio ambiente.
En este marco, nos propusimos potenciar los vínculos con nuestros stakeholders mediante cinco ejes de acción: “Más cerca de nuestra gente”, “Más cerca de nuestra cadena de valor”, “Más cerca de nuestra comunidad”, “Más cerca de nuestro futuro” y “Más cerca de nuestro planeta”.
En materia de educación y empleo, pudimos darle continuidad a las actividades que veníamos desarrollando en las provincias de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Chubut, Neuquén y Río Negro, junto a organizaciones como Reciduca, Cruzada Patagónica y Asociación Conciencia, y que hoy se están llevando adelante mediante distintas plataformas digitales. Las becas internas para los hijos de nuestro personal se siguieron implementando, contribuyendo a que esos jóvenes puedan iniciar sus estudios superiores con un mayor apoyo. En materia ambiental, junto a la organización Plantarse, hemos iniciado una serie de capacitaciones virtuales para nuestro personal en distintas temáticas que fomentan la mitigación del cambio climático y, con ese mismo espíritu, estamos capacitando y acompañando a nuestros empleados y sus familias con charlas, seminarios y capacitaciones online a través de nuestra plataforma de comunicación interna Workplace.
–La realidad desafiante que experimenta el mundo ¿considera que repercutirá positiva o negativamente –o no repercutirá– en las metas establecidas por la empresa en materia de sustentabilidad?
–El mundo tal como lo conocíamos ha cambiado y muy difícilmente volvamos a transitarlo como lo veníamos haciendo hasta el momento. La pandemia nos ha permitido dimensionar de una mejor manera que el acceso a recursos naturales como la energía y el agua impactan directamente sobre el cuidado de la salud. Por ello, la adopción de buenas prácticas para un uso racional y responsable de los mismos, y para reducir el impacto negativo sobre el ambiente se transformarán en elementos claves de esta nueva “realidad” que estamos viviendo. También nos ha dado claras muestras del estrecho vínculo de la pandemia con el cambio climático, por lo que desde el ámbito privado se volverá cada vez más indispensable promover acciones de medición de emisiones generadas, así como la implementación de medidas de reducción para contrarrestar estos efectos.
Complementariamente, es oportuno resaltar que la pandemia del Covid–19 ha puesto en relieve la importancia de tener públicos de interés mapeados y en constante y fluido diálogo, de analizar y gestionar riesgos posibles en el entorno organizacional, de lograr articulaciones entre el sector público y privado en pos de un mayor impacto en nuestras acciones, de tener una mirada de desempeño sustentable más transversal a todas las áreas de la compañía.
Galicia
El compromiso debe partir de los niveles de decisión
Esta pandemia nos interpeló tanto desde el punto de vista del negocio como desde nuestro rol con la comunidad. Como actores sociales relevantes, priorizamos y redistribuimos esfuerzos para estar cerca de aquellos que más nos necesitan.
Por Constanza Gorleri (*)
Desde la gerencia de Sustentabilidad, trabajamos en forma articulada con el sector público y el tercer sector logrando potenciar y fortalecer las estrategias de sustentabilidad en beneficio de toda la comunidad y así hacerle frente a esta pandemia. Una de las características del escenario actual es la reflexión que todos realizamos en torno a la necesidad de un mayor cuidado de la sociedad y el ambiente. En este sentido, las empresas en general tenemos el desafío de profundizar nuestras acciones para lograr el desarrollo económico, social y ambiental. Vemos una oportunidad en las empresas de triple impacto, un movimiento que lleva varios años de desarrollo y hoy se ve potenciado por el contexto actual y la mirada activa de los consumidores. Por esta razón, desarrollamos una línea especial de crédito para este tipo de empresas y aquellas certificadas como Empresas B. Esta línea, en conjunto con Sistema B y Resilencia SGR, la creamos para aquellas compañías que buscan priorizar el bienestar de las personas, de las sociedades y de la naturaleza. Nuestro objetivo es el de contribuir a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y atenta al cuidado ambiental. Al mismo tiempo con esta línea buscamos favorecer el circuito virtuoso de la inversión y crecimiento de empresas con impacto.
En el corto plazo continuaremos, en articulación con el sector público y el tercer sector, trabajando para mitigar las consecuencias del Covid–19. Desde los comienzos de esta pandemia readecuamos nuestra estrategia en salud y, por medio de nuestro programa de Mejoras en Hospitales y Centros de Salud, destinamos más de $75 millones a equipar instituciones médicas de todo el país. Además, en alianza con Fundación Trauma, estamos otorgando 1.000 becas para capacitación virtual destinada a personal de la salud para que puedan desempeñarse como asistentes de médicos terapistas. En el mediano plazo lanzaremos una nueva versión de nuestra plataforma de Educación Financiera para acompañar a las personas en el aprendizaje y manejo de herramientas financieras por medios electrónicos. Acompañarlos en este proceso, no solo mejora la vida de las personas, sino que es parte de la inclusión social.
En el largo plazo continuaremos trabajando en políticas de inclusión y diversidad y en torno a nuestros ejes de inversión social: Educación, Salud y Promoción Laboral. Además de continuar realizando acciones para mitigar el impacto ambiental.
La agenda y las posibilidades
Todos los años publicamos nuestro Informe Integrado, una herramienta que crea valor a largo plazo al dar cuenta del desempeño económico, social y ambiental de Grupo Galicia. Identificar los temas claves de forma integrada permite gestionar y reportar de manera que estos potencien el rol social en el mercado financiero para contribuir al crecimiento del sector productivo y el desarrollo sustentable del país.
Diversidad y cuidado del ambiente podrían ser los dos grandes temas de agenda. En este sentido, el año pasado nos convertimos en uno de los signatarios fundadores de los Principios de Banca Responsable impulsados por la UNEP FI, comprometiéndonos a alinear estratégicamente el negocio con los ODS y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático. En Argentina, fuimos propulsores del Protocolo de Finanzas Sostenibles, suscripto por 18 entidades que operan en el país. Impulsando así el financiamiento sostenible. En cuanto a diversidad participamos de la Cumbre Anual de la Alianza Financiera para las Mujeres cuyo objetivo es destacar la importancia del papel económico que juegan las mujeres.
Todas las empresas, sin importar el tamaño que tengan, pueden avanzar hacia una gestión sustentable. El paso fundamental es que asuman el compromiso de esa gestión desde los niveles más altos de decisión y, así, sean compartidos y ejecutados por toda la organización. Luego realizar un autodiagnóstico y comenzar a desarrollar acciones sustentables que estén íntimamente relacionadas con el core del negocio.
Sin embargo, el accionar de las empresas es solamente un primer paso, aunque muy importante. Pero para poder maximizar y desarrollar acciones con mayor alcance la triple articulación con el sector público y el tercer sector es fundamental. Esto es una relación en donde todos ganan y en la cual cada uno de los actores aporta lo mejor de sí para lograr el desarrollo social general.
(*) Gerenta de Sustentabilidad
Pan American Energy
Escucha activa para generar cambios sostenibles
De cara a la nueva coyuntura, orientamos rápidamente nuestros esfuerzos para lograr la continuidad de los programas habituales: hoy, más del 70 % de las acciones de sustentabilidad ya están reconvertidas a canales digitales, gracias a la articulación de distintos actores.
Por Agustina Zenarruza (*)
En Argentina, la pandemia planteó un escenario inédito para todas las empresas. En poco tiempo, procesos y estrategias debieron transformarse para hacer frente a una realidad dinámica que los puso a prueba. Y es en este contexto en el que las compañías de energía debemos cumplir actividades esenciales con el objetivo primordial de abastecer con gas, petróleo, nafta y gasoil a áreas claves, como las de salud, seguridad y alimentación, entre otras, para que nuestro país pueda seguir en marcha.
Paralelamente a esta tarea esencial, en PAE sabemos que nuestro trabajo en materia de sustentabilidad hoy cobra también un valor fundamental. Porque si bien la salud de nuestro personal, sus familias y las comunidades forman parte del ADN de la compañía desde sus inicios en 1997, la actual coyuntura nos lleva a tener una escucha activa “para adentro y hacia afuera” de la organización para asegurarnos que nuestro trabajo esté basado en la recolección de esta información y en el desarrollo de iniciativas que respondan a la coyuntura particular de cada zona donde tenemos operaciones industriales.
Esto solo es posible a través del trabajo articulado entre organizaciones públicas y privadas, y el desarrollo de indicadores que puedan, no solo medir el impacto concreto de lo que hacemos, y sino también mostrarnos un horizonte concreto sobre lo que hay que seguir trabajando.
Un viraje hacia lo digital
De cara a la nueva coyuntura, orientamos rápidamente nuestros esfuerzos para lograr la continuidad de nuestros programas habituales: hoy, más del 70% de las acciones de sustentabilidad ya están reconvertidas a canales digitales gracias a la articulación de actores que mencionaba anteriormente.
Uno de los focos de atención fue el área de salud. Por ejemplo, al diseñar un plan integral de entrenamiento para médicos y enfermeros en el manejo de pacientes con Covid–19 o colaborando con el armado de un hospital de campaña en Comodoro Rivadavia, con capacidad de 30 camas. Asimismo, aportamos para cubrir las necesidades básicas que trajo la pandemia: suministramos equipamiento, insumos críticos, movilidad y asistencia para que los profesionales puedan llevar a cabo su actividad en centros asistenciales de las provincias de Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Salta, CABA y Buenos Aires.
Otro de los sectores afectados es el de las pymes. Hace más de 15 años estamos junto a ellas a través de un Plan Integral de Acompañamiento, una iniciativa de articulación público–privada que brinda apoyo y asesoramiento a pequeñas y medianas empresas para el desarrollo de sus negocios. En este contexto, y con el objetivo de dar continuidad al plan, desplegamos proactivamente un programa específico que apunta a brindar facilidades para el acceso a crédito, capacitaciones virtuales y asistencia técnica. También pusimos en marcha una hackaton, encuentro 100% virtual, orientado a identificar, desarrollar y fortalecer ideas de negocio innovadoras que atiendan las necesidades concretas surgidas como consecuencia de la pandemia.
El evento contó con la participación de 1.100 emprendedores, y se generaron más de 200 soluciones innovadoras para dar una respuesta al avance del Covid–19. Actualmente, los 14 proyectos ganadores se encuentran participando de una capacitación intensiva digital de cinco semanas, con el objetivo de convertir sus ideas en emprendimientos con un impacto concreto.
El otro abordaje necesario en esta pandemia fue el “mirar hacia adentro”, tanto para adecuar nuestra actividad esencial a la normativa de salud como para acompañar a nuestros colaboradores en su traspaso, salvo las guardias mínimas en los yacimientos o los playeros de estaciones de servicio, al trabajo remoto. En este sentido, desarrollamos un programa integral y multidisciplinario para nuestro personal y su núcleo familiar con contenidos específicos para las áreas de salud física y emocional, bienestar, actividad física, arte, cultura y hobbies. Además, activamos un espacio digital específico de interacción directa con profesionales de salud.
El trabajo que fuimos desarrollando en estos más de 20 años con nuestros colaboradores y la comunidad, con foco en la salud, educación, ambiente y desarrollo local, hizo que esta pandemia nos encuentre bien preparados como organización. Sin embargo, como toda crisis trae consigo nuevas situaciones particulares, el desafío hacia adelante será detectar, con escucha activa, las necesidades que la pandemia dejó en evidencia a través de un abordaje integral y articulado sobre ellas junto con todos los sectores de la sociedad.
(*) Gerenta de Sustentabilidad de Pan American Energy
Telecom Argentina
Crear lazos es indispensable
El escenario planteado por el Covid–19 ha obligado a la mayoría de las empresas a replantear su agenda de prioridades. El impacto y los alcances de la nueva normalidad se están analizando. El hecho de ser un proceso altamente dinámico dificulta la planificación a largo plazo.
Por Pedro López Matheu (*)
Sin dudas la pandemia ha acelerado la adopción de las tecnologías digitales para actividades tan diversas como el comercio online, el home office, la telemedicina, la educación a distancia y hasta el funcionamiento de las instituciones gubernamentales.
Para el sector TIC, el impacto de la nueva vida digital sobre las redes es exponencial, pero logramos responder a la alta demanda y la necesidad de conexión de nuestros clientes. Más que nunca, Telecom está en el centro de este fenómeno, ya que provee a sus más de 28 millones de clientes, de conectividad y entretenimiento, los dos grandes protagonistas de este 2020.
Al interior de nuestra compañía, la situación planteada por el aislamiento impulsó aún más la transformación digital que ya habíamos empezado a transitar, y en tiempo récord logramos adecuar procesos comerciales, técnicos y de soporte al negocio con base en aplicaciones digitales de última generación. Esto fue posible gracias a las inversiones que venimos realizando en estos últimos tres años, del orden de los U$S 3.500 millones.
En relación con nuestros programas de cara a la comunidad, seguimos adelante con nuestro plan de sustentabilidad centrado en la promoción del uso de las Tecnologías de Información y Comunicación como herramientas para el progreso de las personas y el crecimiento de las comunidades, que adaptamos al nuevo contexto ASPO, de la misma manera que adaptamos nuestra forma de trabajo y de contacto con nuestros clientes.
Pero también, como parte de nuestro compromiso con los argentinos, realizamos una contribución mediante distintas iniciativas, vinculadas con las áreas de salud, educación, asistencia social y prevención, que sumaron un aporte superior a los $247 millones, y fortalecen la articulación público-privada de Telecom con las funciones de los organismos oficiales.
En lo que respecta a la salud, desde Telecom proveemos conectividad a 16 hospitales ambulatorios en el país y al centro sanitario del Gobierno Nacional en Tecnópolis; ampliamos la capacidad de llamados para el servicio de las líneas 107 y otras líneas dedicadas a la emergencia; brindamos tarjetas SIM y conectividad sin cargo para 80 nuevos equipos portátiles de ultrasonido que fueron donados por la empresa Unitec Blue; también estamos bonificando el servicio de conectividad a numerosos hospitales y centros de salud en el país, a la Cruz Roja y al Banco de Alimentos.
Con respecto a la educación, bonificamos los datos móviles para dominios edu.ar.gob.ar; gov.ar y plataforma Seguimos Educando (educ.ar); potenciamos Flow con más contenido educativo; bonificamos servicios de conectividad a escuelas del país con Puente Digital. También ofrecemos contenido educativo propio en www.nuestrolugar.com.ar y potenciamos Flow con más contenido educativo y de entretenimiento para toda la familia, además de otros beneficios para que nuestros más de 28 millones de clientes puedan seguir conectados.
Nos sumamos, además, a la iniciativa solidaria Seamos Uno, en la que además de invitar a nuestros colaboradores a que participen con donaciones individuales, la empresa realiza un aporte superador.
Un modelo integral
La crisis generada por el coronavirus pone de manifiesto que el mundo necesita cambiar y que deberá ponerse en marcha un plan pos pandémico con mayor foco en el bienestar social y ambiental. La pandemia pone de relieve aún más la necesidad de trabajar de manera conjunta entre empresas, organizaciones de la sociedad civil y el Estado. La cooperación y la construcción de lazos público–privados continuarán siendo vitales para generar propuestas enfocadas en la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación, a la salud y al empleo.
En definitiva, la perspectiva que aporta la sustentabilidad como modelo integral nos pone en el camino de priorizar al cliente, cuidar a los colaboradores, generar mayores oportunidades de aporte social, e integrar a la gestión de la compañía las nuevas prácticas que trajo aparejada la situación sanitaria y que serán parte de la nueva normalidad.
(*) Director de Comunicación Externa, Sustentabilidad y Medios
Siemens Argentina
Se imponen nuevos desafíos
El grupo canaliza gran parte de la estrategia de sustentabilidad y RSE a través de Fundación Siemens. Con foco en temas de educación en ciencia y tecnología y de acceso a servicios básicos, acompañamos a comunidades vulnerables para posibilitarles una mejor calidad de vida.
Por Pablo Aldrovandi (*)
En este sentido, dada la actual crisis de pandemia y los ejes estratégicos en los cuales trabajamos, nos fue natural desarrollar rápidamente aportes para acompañar la mitigación y prevención del Covid–19. Proactivamente hemos priorizados aportes de inversión social superiores a los habituales para afrontar proyectos específicos, tales como la ayuda a la producción de 20.000 mascarillas faciales de protección en impresoras 3D, el desarrollo y adaptación de contenidos educativos online para docentes y familias, y la campaña global de Siemens que buscó reunir donativos en efectivo por parte de los empleados, los cuales fueron duplicados por la compañía local y que serán direccionados a la provisión de tecnología de salud para hospitales y centros de salud.
La situación de pandemia sin dudas nos ha obligado a enfrentar nuevos desafíos en materia de sustentabilidad, incluso desde una perspectiva interna. Por ejemplo el “home office” –implementado hace cerca de 10 años en nuestra compañía– ha facilitado una rápida adaptación a la situación de crisis actual, asegurando el acceso masivo de nuestros colaboradores a sus herramientas de trabajo, adaptando el trabajo del management con sus equipos, e invitándonos a repensar a corto plazo una nueva dinámica diaria post pandemia, que nos llevaría a aun equilibrio más razonable entre la presencia en la oficina y el teletrabajo. Con este ejemplo tan simple, contribuiríamos en términos de sustentabilidad al cuidado del medio ambiente, dada la disminución de la huella de carbono generada por nuestros colaboradores en el traslado a la oficina.
Por otro lado, esta nueva normalidad afianza la visión de la empresa en términos de una digitalización creciente, que permite por ejemplo hoy monitorear y gestionar remotamente centrales de generación de energía, reduciendo los riesgos de contagios, optimizando costos, y huella de carbono.
La estrategia de sustentabilidad está basada en el concepto B2S (Business to Society), que está a su vez alineado con los ODS, y que busca alinear el accionar de la empresa a modo de generar un impacto positivo en la comunidad. Este concepto no descuida el trabajo en toda la cadena de valor, brindando especial apoyo a los diversos stakeholders, pymes y distribuidores, quienes sin duda son los más afectados en la situación actual. En este sentido, la empresa ha afianzado la comunicación, impulsando programas de capacitación de forma gratuita y ofreciendo nuevas soluciones de digitalización, como herramientas posibles para monitorear, optimizar y alcanzar estadísticas a través de big data, independientemente de la eventual extensión de la pandemia en los próximos meses.
Un trabajo de todos
El pensar de lo individual a lo colectivo es sin dudas el desafío en la gestión de sustentabilidad corporativa actual, que permitirá alcanzar impactos sostenidos y de verdadero valor a lo largo del tiempo. La articulación público-privada, el trabajo colaborativo con otras empresas, organizaciones de la sociedad civil y Gobierno han sido siempre en Siemens una guía en el accionar diario. Es por ello que no solo participamos activamente de cámaras empresarias, sino también en organizaciones que trabajan con espíritu altruista y mancomunado como el CEADS (Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible) y el GDFE (Grupo de Fundaciones y Empresas), potenciando el trabajo en red.
Lograr verdaderos puntos de encuentro o ejes de sustentabilidad comunes a todas las empresas continúa resultando un desafío dada la diversidad de los negocios y de diferentes estadíos de evolución de la Responsabilidad Social de cada empresa. Resulta relevante atender una mejora en la comunicación con los Gobiernos locales para alcanzar acuerdos de inversión social significativos y que equilibren los objetivos de gobierno y las corporaciones en temas de desarrollo comunitario y medio ambiente, entre otros.
(*) Gerente de Operaciones de Fundación Siemens Argentina
Auren Argentina
La sustentabilidad en peligro
Fernando Tezanos Pinto, presidente
El nuevo escenario impuesto por la pandemia hace que corra un gran riesgo cualquier planificación sustentable en el corto plazo. Profundiza la crisis de la sustentabilidad y la poca visibilidad que tiene hoy en la economía.
El enfoque sustentable está en riesgo. Por un lado, como producto de la crisis global sanitaria, la sociedad está priorizando entender y cumplir los protocolos de cuidarse y cuidar a su entorno.
Por otro lado, el impacto negativo que produce el Covid–19 en la economía y en la rentabilidad de las organizaciones hace que muchas focalicen su atención en la supervivencia, porque solo las que sobrevivan bien del efecto pandemia van a poder seguir impulsando el desarrollo sustentable a futuro.
Sin embargo, esta crisis hace más necesario actuar en favor del desarrollo sustentable y supone nuestra entrada en una madurez como sociedad, priorizando nuevamente los valores humanos y la protección del medioambiente. A pesar de haber afectado al mundo entero, no fue a todos por igual y expuso y agravó la desigualdad social.
Parece increíble que con los avances globales económicos, sociales y tecnológicos no exista ningún órgano internacional que, frente a estos, casos regule el accionar de todos los países, con un protocolo colaborativo y global adecuado a la realidad de cada uno.
Después del efecto coronavirus debemos lograr una mejor reconstrucción y empezar a conversar en esta dirección que pone en orden nuestras prioridades: la calidad de vida de las personas y ajustar la economía en esa línea.
El desafío que genera esta realidad es encontrar la forma para trabajar con un modelo sustentable de país que ayude a generar un plan coordinado y consensuado con el Gobierno, el sector privado y el tercer sector en beneficio de los ciudadanos y el cuidado del medioambiente. Acuerdos políticos para que se pueda generar una conciencia de colaboración y responsabilidad social, el equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental.
Walmart
Reconstruir las bases de confianza
Juan Pablo Quiroga, gerente de RR.II., Comunidad y Desarrollo Sustentable
El inicio de la cuarentena nos puso frente a un triple desafío como actividad esencial: asegurar entornos seguros de trabajo para –en segundo lugar– garantizar el abastecimiento de las familias en todo el país, así como, en tercero, fortalecer las comunidades donde trabajamos. Mientras los dos primeros eran desafíos fundamentalmente operativos, el último hacía a estrategias de contención y apoyo que afectan directamente al trabajo de nuestras áreas.
Está dinámica nueva redefinió gran parte de nuestros esfuerzos: nos puso frente a la urgencia de fortalecer la trama social, a partir de dotar de recursos en el corto plazo a redes territoriales de soporte. Un rol casi exclusivo de contención que nos empujó de la estrategia y la construcción de capacidades, en el mediano plazo, a lo inmediato y urgente, en un contexto marcado por un 59% de hogares que perciben menos ingresos y un 11% de las familias que no cuentan con insumos de limpieza y desinfección suficientes, por mencionar algunos indicadores.
Sin embargo, aun cuando la urgencia lleva a revalorar las acciones y esfuerzos de corto plazo, tenemos que ser capaces de reconstruir una agenda de medio término, la cual debería partir de reconocer tres grandes desafíos. En primer lugar, las dificultades y particularidades jurisdiccionales: el pulso desigual, con dinámicas, expectativas y preocupaciones diferentes, que esta pandemia expuso en cada distrito.
En segundo lugar, la necesidad de reconstruir las bases de confianza en la opinión pública. La nueva normalidad va a ser distinta en la medida en que no solo hagamos las cosas de otra forma, sino que las relaciones que propongamos también cambien y el empresariado asuma el rol de liderazgo que le compete en ese proceso. Después de todo, poco sentido tienen nuestros esfuerzos si cuando los hacemos pocos creen en las fuerzas que nos motivan.
En tercer lugar, existe un nivel de dispersión muy grande con fuertes desigualdades en términos de estándares y capacidades (legales y de formalidad) en las organizaciones sociales. Una desigualdad que deriva en que pocas concentren el grueso de la ayuda. Es importante tender puentes entre las distintas organizaciones de forma de lograr una ayuda mejor distribuida.
En suma, tenemos que volver, poco a poco, a reestablecer una agenda de mediano y largo plazo fuera de la coyuntura (o mejor: paralela a la gestión de la misma), en que la reconstitución de las bases de confianza en el empresariado como actor social, y los estándares y capacidades de las organizaciones sociales ocupen un lugar central.
De lo contrario, habremos mejorado nuestra capacidad de respuesta y gestión ante la emergencia, pero poco habremos contribuido a la definición de un esquema de relaciones con la comunidad.
Tetra Pak
Reacción necesaria
Horacio Martino, gerente de Sustentabilidad
En Tetra Pak hemos tomado medidas extraordinarias para asegurarnos de cumplir nuestra promesa de proteger lo bueno. Para hacer esto, tenemos dos prioridades: primero proteger a las personas manteniéndolas seguras, tanto a nuestros empleados como a los de nuestros clientes y socios y, por el otro, ayudar a nuestros clientes a mantener el suministro de alimentos seguros en todo el mundo, hoy más que nunca.
Desde hace más de 40 años trabajamos en Argentina con el objetivo de proteger los alimentos, las personas y el futuro, es por ello que en momentos como este es muy importante seguir trabajando en alianzas, estando cerca de nuestras comunidades, ayudándolas y brindando nuestro apoyo, además de trabajar con el compromiso que nos caracteriza para garantizar el suministro continuo de alimentos en el país.
En esta línea, con el fin de apoyar la respuesta colectiva ante esta crisis, Grupo Tetra Laval –del cual Tetra Pak es parte– donó en Argentina € 160.000 (cerca de $11.500.000) a la Cooperadora de Acción Social (COAS), con el fin de apoyar el sistema de salud frente al brote de Covid–19. Esta contribución fue destinada al fortalecimiento de la atención médica, principalmente para las provincias de La Rioja y Santa Fe.
En este contexto, creemos que trabajar por la sustentabilidad es un camino de largo plazo que no puede abandonarse, menos en estos momentos. Por ejemplo, uno de los desafíos que estamos evidenciando, en donde es fundamental generar alianzas con diversos actores para sostener objetivos comunes, tiene relación con las cadenas de reciclaje. Hoy en día gran parte de ellas se encuentra afectada: empresas han suspendido operaciones, algunos puntos de recepción están cerrados y muchos recicladores han dejado de trabajar. El trabajo asociativo de todos los eslabones de la cadena es importantísimo para lograr mantener activo el reciclaje en el país.
Unilever
Resultados, más que buenas intenciones
Karen Vizental, VP de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad Latam
La pandemia nos obligó a adaptarnos, a reorganizar y cambiar algunas prioridades pero no la meta. Sin dudas, las crisis modifican nuestro día a día y el Covid–19 estableció nuevas urgencias. En esta línea, en Unilever pusimos nuestro propósito en acción y reforzamos el vínculo con las comunidades donde operamos a través de nuestras marcas con propósito.
Más que nunca, estas marcas adquieren relevancia tanto en el corto plazo, para activar causas que nos permitan ofrecer respuestas, y en el largo plazo, para cumplir los objetivos del negocio. En esta línea, recientemente asumimos nuevos compromisos: nuestras marcas invertirán, en conjunto, € 1.000 millones en un exclusivo Fondo para el Clima y la Naturaleza. Asimismo, nos comprometemos a ser carbono neutrales con todos nuestros productos para el año 2039, entre otras acciones.
La agenda es diversa y requiere trabajo en equipo. Por eso generamos alianzas con distintos actores de nuestra cadena de valor, otras industrias así como también con Gobiernos, para poder extender nuestra red de alcance.
Sin dudas la pandemia nos va a transformar. Ya existía una tendencia a dar más valor a aquellas empresas comprometidas con el cuidado del planeta y las personas; y este contexto profundizó esa aceleración, lo cual es una buena noticia, porque pone en primer plano el compromiso que las organizaciones tienen con la comunidad y con el medioambiente.
En Unilever asumimos con mucha responsabilidad nuestro rol.
Creemos que es fundamental reforzar el vínculo directo con las comunidades y estar cerca de la sociedad. Hoy más que nunca, la sustentabilidad debe trascender los enunciados, tiene que estar anclada en causas con impacto y foco en las personas. Si estamos afuera de ese parámetro estamos fuera de época.
Los caminos de siempre nos llevarán a caer en lugares comunes. El crecimiento está en cruzar esa línea y transformar las buenas intenciones y manifiestos en resultados.
SMS San Martín Suárez y Asociados
Un nuevo marco conceptual
Julián Costábile, director Finanzas Sostenibles
Teníamos una agenda hasta antes de la pandemia y ahora tendremos otra. No es que los temas que venían marcando la agenda, como diversidad y economía circular, vayan a desaparecer, ni mucho menos. Pero ahora conviven con urgentes necesidades en materia de salud, infraestructura sanitaria alimentación y pobreza que nos golpearán con mucha más fuerza por el impacto del Covid–19.
Quizás aún no hay plena conciencia de esto, pero el golpe a la economía informal de pequeña escala (una de las claves para la subsistencia de los sectores más vulnerables) es realmente devastador.
En lo interno, como firma, mantenemos y profundizamos el compromiso con nuestra gente, readaptando formas de trabajo y estructuras para no dejar a nadie atrás. Y en lo externo, profundizaremos aún más en aquellos servicios que creemos pueden ayudar a la economía argentina a recuperarse más rápido, como son las finanzas sostenibles, y muy especialmente los bonos sostenibles y sociales. Creemos que ayudar a los mercados a canalizar recursos donde más se necesita es clave y podremos nuestro conocimiento profesional en pos de apuntalar estos mecanismos.
Nuestro foco, en el corto plazo, estará en darle continuidad a las operaciones, para que los clientes cuenten con servicios y nuestros empleados se sigan desarrollando. En el mediano y largo, estará colocado en atender a las tendencias que, aunque ya existían, se consolidan en este momento, como son la transformación digital y la sustentabilidad.
En este contexto, sin dudas las demandas de la sociedad crecen y exigen compromiso y gestión responsable. En los momentos difíciles las personas piden a las organizaciones (especialmente a las más grandes) “estar ahí” y seguir produciendo empleo, bienes, servicios (ha sido muy notorio el caso de sectores como el alimentario) y colaborando con sus capacidades técnicas y materiales.
Algunas empresas sin duda están preparadas para dar respuesta a los distintos desafíos y demandas y otras no. La situación de salida de las compañías, luego de la pandemia, será muy dispar. Hay algunas que fortalecieron su estrategia y otras que están peleando por su propia supervivencia. A estas últimas, les será difícil trabajar una agenda de mediano y largo plazo.
Sin embargo, el propio hecho de la pandemia parece haber reforzado la sensibilidad a los riesgos sistémicos y de fondo, como ser el cambio climático. Además, hay mayor apertura a entender que hacen falta marcos conceptuales más amplios para entender la forma en que creamos valor en una empresa. Hoy, ningún tema está “fuera” de la organización. Quizás el hecho de que un problema de salud originado en Asia haya afectados las ventas en Argentina, Chile o Colombia, nos prepare mejor para entender que un desprendimiento en el ártico también puede hacerlo.
Para concluir, creo que, dados los enormes desafíos que enfrentamos, no hay duda de que todo esfuerzo individual es poco. No solo es positivo fortalecer las alianzas, sino que es efectivamente el único camino. La clave es que esas alianzas no sean acciones de comunicación, sino esfuerzos con resultados medibles, elaborados en base a un plan realista –y no a declaraciones de buenas intenciones–, y con los correspondientes recursos y medición de impacto asociados. Debe verificarse que los resultados existen, para motivar a las partes y retroalimentar el proceso. Y el Estado debe entender que no se trata de “pedir recursos” a las empresas y viceversa, sino de elaborar juntos planes ambiciosos pero realista, y cumplirlos.
Cervecería y Maltería Quilmes
El cómo es lo que importa
Vanesa Vázquez, gerenta de Sustentabilidad
El contexto actual nos presenta diferentes desafíos, pero también trae consigo una oportunidad para transformarnos y desarrollar un modelo de negocio en donde sea más importante el cómo en lugar del qué y con el que todos los sectores trabajemos en producir de una manera sustentable y regenerativa. Nos adaptamos a esta nueva realidad y en Cervecería y Maltería Quilmes no cambiamos el foco. Desde siempre para nosotros las personas están en el centro, en línea con nuestro sueño de unir a la gente por un mundo mejor y hoy, más que nunca, reforzamos esta mirada.
Por ello, aceleramos Valor, nuestra plataforma colaborativa de impacto social, para fortalecer acciones que ya veníamos desarrollando en las comunidades vulnerables, con la única gran premisa de trabajar en conjunto porque “Entre todos, lo damos vuelta”. Así, transformamos nuestros ingredientes para dar respuesta a las necesidades de la pandemia. Destilamos cerveza para hacer alcohol, molimos cebada para cocinar pan y convertimos el plástico, subproducto de nuestras plantas de gaseosas, en camas para hospitales y máscaras para protección médica. También aprovechamos el poder transformador de nuestras marcas para concientizar, ayudar económicamente a restaurantes, a la industria de la música, a familias de sectores vulnerables, a los estudiantes universitarios del interior o para reforzar el sistema sanitario argentino de AMBA.
Sabemos que no podemos hacerlo solos, por eso, trabajamos en conjunto pymes, Gobiernos locales, organizaciones y OSC. Además, las personas que forman parte de la compañía se sumaron como voluntarios en los programas #MayoresCuidados y #Somos Quilmes, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Municipio de Quilmes respectivamente. Por este trabajo conjunto, pudimos llegar a más de 120 instituciones a en Quilmes, Ciudad de Buenos Aires, Zárate, Mar del Plata, Tres Arroyos, Corrientes, Tucumán, Mendoza, Santa Fe, Rosario, Córdoba, entre otras ciudades del país.
TGS
Alianzas y diálogo
Rubén De Muria, director de Asuntos Regulatorios e Institucionales
Como sociedad estamos atravesando un momento muy complejo, desconocido y con escasa información de cómo será el “día después”. Como empresa de energía que brinda el servicio público de transporte de gas, no podemos detenernos y continuamos con éxito nuestra operación que permite transportar el 60% del gas que se consume en Argentina.
Estamos convencidos de que en los momentos de mayor incertidumbre, tanto social como económica, es cuando más tenemos que reforzar nuestro aporte a las comunidades donde estamos inmersos. Más allá de redoblar esfuerzos para continuar con nuestra operación, vital para todos los argentinos y argentinas, debemos tener una presencia más firme en nuestros programas de inversión social, conociendo las nuevas necesidades que puedan surgir y buscando las sinergias necesarias para apoyar a la comunidad.
Es indispensable y fundamental lograr articulaciones público privadas para llevar a cabo un real impacto económico, social y ambiental.
Un trabajo sinérgico entre las empresas, las ONG y el Gobierno permitirá un real cambio a corto, mediano y largo plazo de la sociedad. Los esfuerzos individuales de cada una de las partes no podrán obtener el resultado de un trabajo en conjunto.
En los últimos años, la sociedad demanda a las empresas mayor transparencia, conocer información sensible de su negocio, su acción ambiental y su impacto social. Es por eso, que las compañías debemos redoblar esfuerzos para comunicar, para dar a conocer nuestras acciones y su impacto. Tenemos que estar abiertos al diálogo.
En TGS, hace tiempo que modificamos nuestras políticas en toda la cadena de valor, sumado a un cambio en toda la estrategia de la compañía para un camino sustentable. En los últimos años hemos alineado los objetivos corporativos e individuales a las metas propuestas en los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Sabemos que el camino es largo, pero tenemos un horizonte muy claro.
Farmacity
Políticas activas y articuladas
Lucila Palacios Hardy, responsable de Sustentabilidad
En tiempos de crisis, el sector privado tiene una gran responsabilidad hacia la comunidad de poder responder a las demandas de los ciudadanos en tiempo y forma, especialmente de los más vulnerables, poniendo foco también en cuidar a los colaboradores y a sus familias. Tiene esta responsabilidad porque la empresa es un actor social y como tal, no puede darle la espalda a la sociedad. Es necesario pensar en políticas activas, y también de articulación público-privada para responder mejor a estas demandas.
A partir de la aparición del primer caso positivo de Covid–19 en Argentina, gran parte de los recursos de la compañía se enfocaron en atender la emergencia sanitaria, trabajando en comités y dando soporte a las farmacias y puntos de distribución de productos esenciales.
En ese contexto, y a partir de distintas acciones internas el área de Sustentabilidad, asumió el desafío y logró adecuarse a la nueva normalidad. Esto no quiere decir que tuvimos que dejar de lado nuestra agenda sino repensarla para poder continuar con nuestras políticas de igualdad de derechos. Tal es así que, desde el Comité de Género, empezamos a pensar en cómo trabajar la distribución de los roles de cuidado en los hogares de nuestros colaboradores, para entender cómo está hoy la situación de las mujeres, teniendo en cuenta que, según encuestas y trabajos de investigación de distintos organismos, son ellas quienes le dedican más tiempo a las tareas de cuidado en los hogares.
De toda crisis se generan oportunidades y tiempos de reflexión para repensarse como compañía. Farmacity trabaja en cuidar y fortalecer la salud de todos los argentinos, especialmente de las comunidades más vulnerables. La pandemia, entre otras cosas, vino a mostrarnos que la salud no era un tema de agenda y que las desigualdades son muy grandes. Es allí donde tendremos que seguir poniendo foco para lograr una sociedad más equitativa donde todas las personas accedan a la salud.
En ese sentido, nuestra inversión en la comunidad se potencia al colaborar con políticas públicas y ONG en pos del bien común.
Así, llevamos adelante programas e iniciativas entablando alianzas con ONG, entidades gubernamentales y otras empresas. Hace más de siete años que empezamos a trabajar en la erradicación de la violencia de género, con capacitaciones a todos nuestros colaboradores y la implementación del protocolo, licencia para todas las colaboradoras que son víctimas dentro y fuera de la compañía.
Las tendencias globales en cuanto a gestión sustentable se vinculan con atender la emergencia climática, trabajar por la inclusión y la diversidad y la cadena de valor. Se observa que las empresas en Argentina vienen trabajando en estos temas (especialmente en inclusión y diversidad), pero medio ambiente sigue siendo un eje faltante en general. Lamentablemente, tampoco hay leyes que acompañen o que fomenten a las empresas a tomárselo más en serio. Pero, afortunadamente las generaciones más jóvenes se comprometen con esto, porque desde chicos les enseñan la importancia de cuidar el planeta. Es por esto que hay que apostar por estas generaciones; porque son el futuro. Debemos tomarnos el tiempo de conocerla, de ver cómo se pueden fortalecer las relaciones para que se genere un win win para todos.
Todas las empresas que verdaderamente entiendan que trabajar en todos estos temas es una cuestión del negocio sin dudas están preparadas para avanzar en este camino. Para eso se necesita el compromiso de los altos mandos, la redacción de políticas, las capacitaciones, etc. Hoy los consumidores eligen a las empresas que trabajan en estos aspectos, que cuidan del medio ambiente, la ética y van más allá. Hay una actitud muchísimo más consciente. Las empresas que no se adecuan a este nuevo paradigma quedarán obsoletas.
Para lograrlo, hay que dejar de lado los egos y pensar en un bien mayor. Es completamente necesario pensar en políticas activas, y también de articulación público-privada para responder mejor a estas demandas, entender que solos tampoco podemos, que cuando unimos esfuerzos todo se potencia y se multiplica.
Fundaciones Grupo Petersen
Mayor compromiso
Cecilia Hancevic, coordinadora general
El escenario ante la pandemia por el Covid–19 fortaleció la ayuda del sector privado en medio de la emergencia, ya sea modificando sus acciones o redirigiendo sus estrategias de sustentabilidad para enfrentar las nuevas necesidades. Al mismo tiempo, las instituciones sociales reforzaron sus acciones de responsabilidad, asistencia e inversión social.
En este sentido, se consolidó aún más el compromiso con las comunidades y colaboradores, con el desafío de incorporar a la tecnología como un aliado en este escenario inédito. En este momento más que ningún otro es imprescindible actuar desde el lugar de cada uno y en alianza con otros para aportar las herramientas necesarias.
La implementación de programas que promueven la educación y la cultura tiene un valor fundamental para las comunidades. Por eso, para acompañar este contexto en que niños y adolescentes se encuentran estudiando desde sus hogares, desde las fundaciones Grupo Petersen (fundaciones Banco San Juan, Banco Santa Fe, Banco Entre Ríos y Banco Santa Cruz) consolidamos los contenidos educativos y culturales que se encuentran disponibles en forma virtual y gratuita en nuestro sitio web.
La búsqueda de espacios para integrar la cultura y la educación brindan un sinfín de oportunidades. Colaborar en estas temáticas crea puentes para promover las habilidades de alumnos y fortalecer la gestión pedagógica e innovación en las escuelas.
Adecoagro
Consumos más responsables
Alejandro López Moriena, director de Sustentabilidad
El cuidado de la salud de todos los que formamos parte de Adecoagro requirió la sinergia entre todas las áreas para establecer nuevas medidas y protocolos en cada una de las plantas industriales y establecimientos agropecuarios. Impulsamos estrategias rápidamente para continuar produciendo alimentos saludables y de forma segura. Además, buscamos implementar mejoras en las eficiencias operativas.
Aún estamos transitando los efectos directos de la pandemia, y es difícil prever cuáles serán los indirectos. No obstante, más allá de las adecuaciones que requiera el escenario post pandemia, continuaremos proyectando las unidades de negocio con el espíritu del desarrollo sustentable ambiental, social y económico que guía todos nuestros procesos productivos.
En forma paralela, segui,ps ejecutando los planes de gestión ambiental según lo planificado y con el objetivo de evitar, reducir o mitigar los impactos ambientales negativos. Solo debimos posponer algunos monitoreos ambientales y proyectos de mejora, para restringir al mínimo el tránsito de gente.
En el mediano o largo plazo, habrá que ver cómo evoluciona el comercio internacional de materias primas y el grado de apertura para el flujo entre países.
También habrá que considerar los posibles cambios en los hábitos de consumo. La tendencia hacia consumos más responsables puede ser una oportunidad para nuestros productos en el mercado interno y en el internacional.
La mayoría de nuestros procesos están totalmente integrados, lo cual nos da la posibilidad de trazar la gestión ambiental desde la semilla hasta la góndola. También tenemos procedimientos para el cuidado de la salud y seguridad de nuestros colaboradores. A esto se suman los programas de colaboración e iniciativas en conjunto con las comunidades locales. Todos estos planes y procesos están totalmente protocolizados, muchos de ellos certificados por terceros.
Sin dejar de estar atentos al contexto, este posicionamiento nos anima a enfrentar los potenciales escenarios que puedan aparecer en el horizonte.
PwC Argentina
Es necesario comprender los riesgos
Diego López, socio; Mariano Tomatis, socio; Belén Zermatten, Manager de Sustainability
La pandemia modificó las prioridades en materia de responsabilidad social y la forma de llevar a cabo las actividades. Programas que requieren del contacto –como la formación a jóvenes de sectores vulnerables– tuvieron que reprogramarse hasta tanto podamos salir de la situación de aislamiento social, surgiendo al mismo tiempo nuevas iniciativas.
Pusimos a disposición una aplicación desarrollada por PwC “Digital Fitness for the World” que contribuye a la formación y adquisición de habilidades digitales que permiten cambiar la forma en la que pensamos, aprendemos, interactuamos y resolvemos los desafíos que nos presenta el mundo actual.
Sumamos colaboración profesional comprometiendo nuestra asistencia en el diseño de procesos operativos, revisión de proyectos y asegurando el correcto uso de los fondos donados en las campañas #SeamosUno, #Brin.dar y #AcáEstamos. Acompañamos programas de asistencia tales como “Mayores Cuidados” y “Adultos Mayores” organizadas por el Gobierno de la Ciudad y el Municipio de Vicente López.
El aislamiento social preventivo y obligatorio implicó que el 100% de nuestras operaciones se realice de manera remota. En el corto plazo, tiene un impacto positivo en el medio ambiente en términos de nuestras actividades a través de la reducción de la huella de carbono, dada la menor cantidad de emisiones por traslados al lugar de trabajo y la cancelación total de los viajes en avión. En el mediano plazo, en “la nueva normalidad”, convivirán el trabajo a distancia con el presencial ya que la digitalización permitirá que muchas tareas puedan ser realizadas a distancia.
Los programas de RSE seguirán adaptándose a las nuevas modalidades de relacionamiento social para continuar aportando a la comunidad de la mejor forma posible. Un ejemplo es el voluntariado virtual que realizamos junto a Fundación Caminando Juntos a través de la grabación de audiocuentos para el armado de una biblioteca bajo el lema “Vos te quedás en casa; tus ganas de ayudar no”.
El foco de nuestras actividades sigue reflejando el compromiso con la igualdad de oportunidades acompañando el desarrollo de programas orientados a ese fin y en cuanto a los temas ambientales extenderemos las actividades internas de concientización. Previo a la pandemia, iniciamos la mudanza de parte de nuestra oficina principal a un edificio LEED con características más eficientes desde el punto de vista ambiental y continuamos desarrollando alianzas con organizaciones de la sociedad civil para seguir construyendo una sociedad con igualdad de oportunidades.
La gestión de la Sostenibilidad está basada en un modelo de triple impacto: integra cuestiones económicas, sociales y ambientales y, en un contexto como el de hoy, el desafío de las compañías es brindar respuestas acordes a partir de una gestión que tome como base los riesgos y oportunidades en estos tres tópicos y considere como pilar fundamental a los stakeholders (empleados, clientes, proveedores, comunidades locales), y los riesgos e impactos relacionados. Así, plantear un escenario para ubicar a la sostenibilidad en el foco de la estrategia de la que dependerá en gran medida la continuidad de su negocio y que, para garantizarla, será importante contar con un entendimiento preciso de los riesgos a los que la organización está expuesta: amenazas y relaciones causales y sobre esa base, establecer planes de contingencia oportunos que permitan evaluar el impacto en el negocio en los diferentes escenarios, inclusive el de pandemia, contando con planes de recuperación adecuados.
Cabe mencionar también la importancia de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (iniciativa de la ONU), establecida como marco universal para poner fin a la pobreza y crear una vida digna y de igualdad de oportunidades. Para lograr un modelo más sostenible de desarrollo y potenciar los resultados a partir de un esfuerzo conjunto se requiere de unir los esfuerzos de los Gobiernos, las empresas y la sociedad civil.
La Caja
Lo social cobra protagonismo
Carla Ponce, gerenta de Empleos, Clima Organizacional y RSE
La Caja tiene como estrategia principal la de ser socio de por vida de sus clientes, y fue primordial en estos momentos reforzar esta alianza entre empleados/as y clientes. Ante este nuevo escenario, nos encontramos con el desafío de re pensar lo que hacíamos, cuestionar lo aprendido y avanzar en el camino de las nuevas formas de trabajar. La pandemia hizo que nos pusiéramos codo con codo a trabajar en pos del negocio, las áreas mejoraron su trabajo colaborativo porque entendieron que no teníamos tiempo, el cliente es un valor que cuidamos entre todos y nuestros colaboradores/as son claves en esta transformación que conlleva a un gran proceso de adaptación.
¿Cómo lo hicimos? Mediante una serie de acciones trabajadas en conjunto de manera interárea: hablamos con nuestros clientes y adaptamos todas las plataformas utilizadas por nuestro personal a su versión virtual; áreas que se veían afectadas por el trabajo remoto pasaron a colaborar en otros proyectos trabajando desde casa en pos de brindar un mejor y más rápido servicio.
La crisis que nos toca vivir nos afecta a todos y todas, pero particularmente a las comunidades con las que trabajamos con The Human Safety Net. Creemos que, a pesar de este contexto de aislamiento, podemos seguir estando cerca y ayudar con las fundaciones que forman parte del programa. En nuestro rol de empresa responsable creemos de gran valor seguir apoyando y ayudando a las familias ante estas situaciones. Frente a la expansión del Covid–19, la propuesta de la compañía es seguir apostando al voluntariado corporativo. Esta vez de manera digital, sosteniendo así el compromiso por mantener activa la red de personas ayudando a personas y colaborar con la situación que atraviesa el mundo.
Lo social seguirá ocupando un rol cada vez más predominante en las estrategias de negocio, e incluso se reforzará la tendencia de “el cliente en el centro”. El cliente y su necesidad –en términos sociales y comerciales– marcará cada vez más la agenda de las compañías.
Al mismo tiempo, podemos destacar que en nuestra agenda laboral, el cliente interno ha sido otra de nuestras prioridades, diseñando planes y objetivos pensando en su bienestar.
Volkswagen Group Argentina
Adaptación al contexto
Silvina Echevarria, gerenta de Sustentabilidad y RR.HH. Corporativos
El Covid–19 nos enfrenta a una situación nueva y la prioridad de Volkswagen Group Argentina siempre estuvo en cuidar la salud de sus empleados y la comunidad, asumiendo el compromiso de sostener los puestos laborales.
Este nuevo escenario nos obligó a adaptar muchas de las actividades planificadas para 2020: algunas pudimos realizarlas en formato virtual y otras tuvimos que reformularlas completamente, siempre poniendo foco en que tengan un impacto duradero y positivo en nuestra área de influencia y comunidades cercanas a la planta, contribuyendo con los más afectados por esta nueva situación. Es por ello que acompañamos a los profesionales de la salud y fuerzas nacionales de seguridad, otorgándoles en comodato 70 unidades de nuestra flota para la movilización del personal o el equipamiento necesario para el desarrollo de sus actividades, tanto en Córdoba como en Pacheco. Asimismo realizamos un préstamo de camionetas al Banco de Alimentos de Balcarce; produjimos 900 máscaras con impresoras 3D para profesionales de la salud del Municipio de Tigre; colaboramos con equipos para facilitar la respiración mecánica no invasivos y con la producción de alcohol en gel en el Centro Industrial Córdoba; realizamos una donación de kits de limpieza y alimentos a las familias de bajos recursos de barrios cercanos a nuestra planta y con entrega de kits de prevención para nuestros clientes que realizan servicios de mantenimiento en nuestra red de concesionarios de camiones y buses.
Nuestro objetivo para el corto plazo es el de continuar generando acciones que contribuyan y apoyen a la resolución de las necesidades urgentes de nuestra comunidad causadas por la pandemia. Estamos comprometidos con mantener las fuentes laborales de la compañía y finalizar con nuestros planes de inversión de casi US$ 1.000 millones en nuestras plantas productivas en Pacheco, donde estamos construyendo una nueva planta de pintura con tecnología Primerless única en el país (–75% en consumo de energía; –85% en consumo de aire y agua; Emisiones 0,3 mg/m3 = 700 veces menor a ley Argentina) y el nuevo SUV proyecto Tarek, y en Córdoba, donde el último 16 de junio dimos inicio a la producción y exportación de la nueva caja de transmisión manual MQ281.
Con respecto a la estrategia para el mediano y largo plazo, desde Grupo Volkswagen estamos viviendo la transformación más importante de nuestra historia, apostando a la electrificación de toda nuestra cadena de valor. Para ello se destinan inversiones de € 30.000 millones para los próximos cuatro años a escala global para alcanzar en 2050 un balance totalmente neutro en emisiones de CO2; en línea con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. En Argentina estamos trabajando fuertemente con los diferentes actores involucrados para crear el ecosistema necesario para traer dicha tecnología al país, y la vez adecuando y modernizando nuestros centros industriales con las inversiones arriba mencionadas.
Con la estrategia de Nueva Volkswagen estamos transformando nuestra empresa no solo en cuanto a producto y proceso productivo sino también en lo cultural.
Laboratorios Bagó
Cambio de agenda y prioridades
Hernán da Cunha, gerente de RR.II.
El nuevo escenario de la pandemia de Covid–19 modificó en simultáneo la agenda y las prioridades de todas las industrias en el mundo, sobre todo de aquellas como la farmacéutica, que es esencial. En el caso de Bagó, nuestro compromiso con la sustentabilidad está basado en el triple impacto (social, económico y ambiental) que tenemos como empresa y es un aspecto fundamental que atraviesa todos los procesos y la gestión de nuestra compañía. Desde hace más de 20 años trabajamos con un objetivo a mediano-largo plazo en sustentabilidad para cada una de estas tres dimensiones.
En este contexto de pandemia, por una cuestión de prioridad y emergencia sanitaria, nos focalizamos en la dimensión social de la sustentabilidad, a través de la inmediata puesta en marcha de protocolos de producción, higiene y seguridad para cuidar la salud de todos los colegas que están trabajando diariamente en nuestras tres plantas productivas (dos en Buenos Aires –La Plata y City Bell– y una en La Rioja), y asegurando que estén 100% operativas para lograr el normal abastecimiento de nuestros productos a toda la comunidad, manteniendo una visión de desarrollo sostenible para minimizar el consumo de recursos esenciales y la generación de residuos en las distintas etapas del ciclo de vida de nuestros productos.
La innovación y la incorporación de nuevas tecnologías fueron factores claves para llevar a cabo cada una de las tareas que encaramos diariamente. Fue necesario innovar en el ámbito de la gestión, de la comunicación entre colegas, con nuestros clientes, consumidores, médicos, pacientes y toda la cadena de valor de este estratégico sector industrial. Poder adaptarnos a este difícil contexto fue un desafío muy grande, que nos llevó a reevaluar el modelo de negocio y redefinir nuestras prioridades, pero que supimos afrontar con trabajo en equipo, rapidez y eficacia para poder seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: cuidar la salud y mejorar la calidad de vida de las personas.
Itaú
Colaborar, la única manera
Carolina Belzunce, gerenta de Marketing
Sin lugar a dudas esta pandemia nos obligó a replantear nuestros objetivos. Creemos que pudimos lograr en tiempo récord el cambio que necesitábamos para poder apoyar las necesidades más urgentes.
Como agentes activos en la sociedad en materia de sustentabilidad, estamos convencidos de que se puede hacer frente a esta nueva realidad trabajando juntos. Sin dudas esta pandemia nos expuso a una experiencia límite, donde solo desde la colaboración es posible cumplir el objetivo. Colaborar es la mejor manera de hacerlo. Es la única manera.
La expansión del Covid–19 reta la capacidad de adaptación, innovación y reacción; velar por la seguridad y bienestar de nuestros empleados y promover la vida saludable en la sociedad.
Hoy, la sociedad valora las empresas sean sustentables. Desde Banco Itaú, nos enfocamos en la búsqueda de la excelencia en diversos aspectos como el bienestar de nuestros empleados y de nuestros clientes y la calidad de nuestros servicios.
Asimismo, por el impacto ambiental, social y económico de nuestra actividad.
Para ellos, trabajamos en alianza con organizaciones especializadas. Fundación Itaú tiene experiencia internacional de más de 30 años en temas sociales, culturales y educativos y trabajamos en los siguientes ejes temáticos en materia de sustentabilidad y RSE: educación financiera, apoyo a emprendedores, inclusión educativa, promoción cultural, movilidad urbana, voluntariado corporativo.
Banco Itaú y Fundación Itaú desde abril se encuentran activando un plan de asistencia social en contexto del Covid–19. Al momento se acompañaron 60 organizaciones que entre todas atienden a más de 37.000 personas con un aporte de $40 millones.
Asimismo, y comprometidos con la movilidad sustentable, hace ya año y medio somos main sponsor del sistema de bicicletas compartidas de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo es introducir la bici como medio sustentable de transporte y esparcimiento, promover la práctica de hábitos saludables y cuidar el medioambiente.
A escala internacional, somos miembros del Dow Jones Sustainability Index. Invertimos en proyectos transformacionales de impacto positivo como es el caso de los créditos verdes o green loans y su certificación internacional con una línea de US$ 50 millones para inversión en energías renovables y eficiencia energética.
Naturgy
El trabajo es de todos
Bettina Llapur, directora de Comunicación y RR.II.
Actualmente, nos hallamos en un escenario inédito para todos. Un mundo en pandemia, del cual aún estamos transitando las etapas iniciales, con una gran incertidumbre sobre cómo será la sociedad futura con la que nos encontraremos una vez que demos por superado al Covid–19.
Este escenario nos muestra que el Estado, las empresas y las fuerzas vivas de la comunidad no pueden enfrentarlo individualmente, como si fueran compartimientos estancos. Al contrario, implica una necesidad de trabajar conjuntamente entre los distintos actores, sean públicos o privados u demás organizaciones de la comunidad, a fin de generar acciones que permitan encontrar soluciones a los problemas económicos y sociales que trae aparejada la pandemia sanitaria.
En ese sentido, es donde las empresas tenemos una gran ventaja, por la velocidad con la que podemos adaptar nuestras acciones a la realidad en la que vivimos. La comunidad en general lo sabe y lo espera de nosotros, por ello desde las empresas no podemos quedarnos solo en presentar un mejor producto/servicio, sino que debemos liderar generando acciones que permitan mejorar la situación de nuestras comunidades.
Las modificaciones en la labor diaria que nos exige la pandemia, a la larga, redundarán en mejoras de procesos, procedimientos y programas que traerán más ventajas y comodidades, como lo es la digitalización tanto en atención al cliente, como en los programas de responsabilidad social y en tantos otros sectores, actividades y procesos.
Sin dudas, la pandemia está cambiando la forma de hacer muchísimas cosas y estas nuevas formas quedarán en forma permanente en la medida que traigan aparejada más comodidad y seguridad para las personas. Por ejemplo, pasar de la atención al cliente presencial a una atención digital no debe ser considerado una pérdida de vinculación con el mismo. La digitalización permite ampliar ese vínculo, al generar una multiplicidad de vías de contactos que nos llevará a conocer mejor a nuestros clientes; cuáles son sus intereses, necesidades y oportunidades. Para esto, será clave aprender a trabajar con plataformas de macrodatos, que permiten segmentaciones múltiples de clientes, y adaptar las comunicaciones a cada ciclo de vida de la relación con el cliente.
Lo mismo sucede con los programas de RSE. A pesar de no poder realizar las actividades en forma presencial, hay todo un mundo digital a partir del cual se pueden generar acciones que impacten positivamente en la sociedad. Pero cuidado, llevar las acciones de forma presencial al mundo digital implica analizar su enfoque, abordaje, y la forma de implementarlos, en definitiva, repensar a las mismas para presentarlas en una lógica y lenguaje acorde a este nuevo ambiente.
Situaciones de extrema complejidad, como la pandemia por Covid–19 que nos afecta en la actualidad, reafirman que la actuación de las empresas debe ser analizada siempre teniendo en cuenta su triple impacto.
En definitiva, las empresas cumplimos un rol vital como actores sociales responsables y considero que, más que nunca, el impacto en la comunidad será decisivo para la recuperación de los daños ocasionados por la pandemia.
Shell Argentina
Nuevos temas se imponen
Verónica Staniscia, gerenta de Relaciones Externas
El contexto actual de la pandemia generó la necesidad de reorientar los esfuerzos en materia de sustentabilidad. Esta tendencia fluyó hacia la tarea de continuar escuchando las necesidades de las comunidades, particularmente en materia de desarrollo y financiamiento, así como también fortalecer el sistema de salud.
En este sentido, ha sido sumamente importante para nosotros rever los planes y metas establecidos para entender la necesidad de mantener las estrategias actuales de sustentabilidad, o incluso incorporar nuevos temas y objetivos más desafiantes.
Desde Shell, el foco de atención se encuentra especialmente en la contribución al bienestar de las comunidades cercanas, colaborando en forma estrecha para comprender sus inquietudes. De esta forma, a través de iniciativas como “Desafío emprendedor” promovemos el desarrollo de capacidades emprendedoras que respondan al contexto local, para impulsar la creación de nuevos proyectos y el fortalecimiento de los existentes, así como el acceso a oportunidades laborales para la diversificación de áreas productivas.
Nada de esto tendrá frutos a largo plazo si lo hacemos solos. Las alianzas y redes que conformamos las empresas, así como la articulación público-privada y con organizaciones sociales, son factores claves del empoderamiento que permite ampliar el horizonte. Desde hace años, Shell trabaja en Neuquén junto al Centro PyME Adeneu, una institución que forma parte integral del desarrollo económico de la provincia para potenciar emprendimientos productivos locales. Esto es un ejemplo más de lo que se puede lograr cuando desde las empresas hay compromiso y esfuerzo en la articulación entre los distintos actores de la sociedad civil.
Comafi
Revisión de la estrategia
Laura Gianazza, jefa de Prensa y RSE
La nueva realidad repercutirá en las organizaciones y en la forma de hacer negocios, ya que muchos de las transformaciones que estamos transitando llegaron para quedarse. Se aceleraron cambios en el comportamiento de los clientes bancarios, en la adopción de las alternativas de transacciones digitales lo cual sienta un precedente que instalará una nueva realidad que debemos entender para poder adaptarnos a lo que piden los clientes. La pandemia dejó en evidencia la necesidad de profundizar la bancarización de la población y nuestro rol en dicho proceso es fundamental, no solo facilitando el acceso a los servicios financieros sino también capacitando en temas de economía personal y finanzas para favorecer la toma de mejores decisiones financieras y la administración del dinero.
En Comafi, la crisis sanitaria significó revisar la estrategia de sustentabilidad, a fin de poder dar respuesta a las necesidades más urgentes que la emergencia económica y sanitaria trajeron aparejadas. Así, el área de Sustentabilidad pasó a reportar directamente a la Presidencia, demostrando la relevancia del tema para los accionistas del banco. Se definió acompañar iniciativas destinadas a ayudar a los que más lo necesitan, ya sea llevando elementos de higiene tan necesarios para prevenir el Covid–19 o alimentos. Por ejemplo, colaboramos con el proyecto Módulo Sanitario, comprando kits de higiene para entregar en barrios postergados e invitando a empleados y clientes a que también donen. Además, colaboramos con la Cruz Roja, con el proyecto “Seamos Uno”, que lleva cajas de alimentos no perecederos a familias vulnerables y Convidarte 31 que a través de una gran red de voluntarios cocinan viandas todas las semanas para entregar en distintos barrios. Por último, con el fin de agradecer el compromiso, el valor y la dedicación del personal de la salud en el contexto de la pandemia del Covid–19, junto a Le Pain Quotidien entregamos meriendas semanales en distintas instituciones médicas del AMBA. Ya entregamos más de 1.100 meriendas en más de 20 hospitales y sanatorios.
Securitas Argentina
Trabajar por el bien común
Patricia Sclocco, directora de Comunicación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad
Como empresa de servicios, la nueva realidad impuesta por la pandemia nos interpelo para profundizar nuestro compromiso con todos nuestros grupos de interés y nos desafió a ser más rápidos, a pensar fuera de la caja y a profundizar nuestros vínculos con nuestros clientes, empleados y con la comunidad. Todo esto profundiza nuestro compromiso alineados a los valores de la compañía: integridad, eficacia y vocación de servicio, y cristaliza nuestro propósito de “Hacer de tu mundo un lugar más seguro”.
Nuestra estrategia de Sustentabilidad está basada en nuestros guardias, nuestros clientes, la comunidad y la gestión ética y responsable del negocio. Somos una empresa de servicios esenciales, esta situación inédita nos desafió para estar más cerca de nuestros 12.000 guardias desarrollando todos los protocolos necesarios para mitigar los efectos de la pandemia en cuanto a medidas sanitarias y provisión de elementos de protección personal.
Dentro de los desafíos que nos trajo este nuevo escenario nos focalizamos en redireccionar el 100% de nuestra propuesta educativa y de formación a través de la plataforma e-learning para que cada una de las personas que conformamos Securitas pudiera acceder a ellas más allá del punto geográfico en el que se encuentre. Paralelamente desarrollamos desde el mes de enero una intensiva campaña de concientización y comunicación con el objetivo central de generar conciencia entorno a la prevención de enfermedades tanto de Covid–19 como de dengue en todo el país.
Partimos de la base que la seguridad privada es un servicio esencial que colabora con la seguridad pública para brindar contención y concientización en la comunidad sobre la correcta implementación de protocolos sanitarios para evitar contagios. Por esto, y a partir de una alianza estratégica con clientes, diseñamos propuestas que combinan los distintos tipos de servicios que brinda Securitas con el único fin de elaborar mapas de riesgos sanitarios para encontrar soluciones a las medidas de las necesidades en cada uno de ellos.
Este nuevo escenario nos desafía como empresas a trabajar colaborativamente por el bien común y es una oportunidad enorme para la consolidación de la sustentabilidad como la única manera posible de gestionar nuestros negocios.
Genneia
Se modifica el corto plazo
Carolina Langan, jefa de Sustentabilidad
El nuevo escenario impuesto por la pandemia ha modificado inevitablemente el foco de acción a corto plazo, pero no la mirada o gestión del área a largo plazo, en la cual la compañía tiene la sustentabilidad como norte dentro de las estrategias de planificación y proyectos en agenda.
Con el objetivo de priorizar la salud de los colaboradores, sus familias y la comunidad en primer término y entendiendo que la generación de energía se trata de un servicio esencial para la sociedad, fue preciso replanificar acciones y presupuestos.
Si bien en materia de comunidad Genneia se enfoca principalmente en propuestas educativas y recreativas vinculadas a la energía, que tuvieron que reprogramarse por el contexto, la empresa fortaleció su vínculo de igual manera al desarrollar acciones de prevención y/o contención hacia los efectos de la pandemia en las comunidades donde se encuentran nuestros centros de generación. En este sentido, la salud irrumpió como un eje de trabajo que la compañía no tenía en su estrategia habitual pero que pudo llevarse a cabo gracias al diálogo y relación constante que se generó previamente, principalmente trabajando en forma articulada con hospitales, bomberos y fuerzas de seguridad.
Por último, factores inusuales y abruptos como la baja en el consumo de los niveles generales de energía nos obligaron a suspender por el momento algunas acciones previstas para este año en materia de sustentabilidad, como por ejemplo la medición de la huella de carbono corporativa en su sede central. Sin embargo, nos hemos mantenido firmes en la vocación de iniciar el proceso para la publicación de su primer reporte de sustentabilidad, lo cual representa todo un desafío en este complejo escenario.
Considero que las empresas que venían con un compromiso y ejercicio cotidiano en materia de sustentabilidad continuarán realizando su mayor esfuerzo para sostenerlo. Un abordaje sustentable de la gestión integral permite sin dudas una mejor preparación para afrontar con éxito esta pandemia sin dejar un tendal de externalidades no deseadas tras su paso.
En este sentido, consideramos que Genneia tiene una ventaja competitiva, ya que no solo cuenta con un proyecto responsable de su operación plasmado en un sistema de gestión certificado bajo normas ISO, sino que trabaja con un intenso ejercicio de alineamiento a estándares internacionales como las presentadas por la Corporación Financiera Internacional.
De esta manera, la vara de acción en materia social y ambiental es mucho más exigente y superadora a la planteada por cualquier normativa local, siendo un valor intrínseco y transversal a todas las áreas.
En el corto plazo, definitivamente la compañía trabajará en continuar preservando la salud y seguridad de los colaboradores y sus familias, reforzando las acciones con la comunidad y reorganizando las modalidades y cuidados de trabajo en cada centro de generación y sede.
En el mediano plazo, se deberá realizar un breve análisis del escenario para comprender mejor cómo ha golpeado la actual crisis sanitaria a su cadena de valor y al medio ambiente. Solo comprendiendo dónde nos encontramos parados, se podrán ajustar las planificaciones de la manera más beneficiosa posible. El eje ambiental siempre ha sido central en la compañía y continuará siéndolo, procurando metas de mejora continua en la reducción de recursos, protección de la biodiversidad y gestión integral de residuos. Por último, en el largo plazo, desde Genneia esperamos poder trabajar en torno a los ODS en conjunto con los Gobiernos locales, provinciales y nacionales. Alineando los esfuerzos, creemos que vale proyectar en miras a cumplir los compromisos asumidos en el país para 2030.
Telefónica
Colaboración y creación
Agustina Catone, directora de Fundación Telefónica Movistar
Movistar actúa de acuerdo a su Plan de Negocio Responsable –focalizado en estrategia ambiental, inclusión y bienestar, y confianza digital. Los valores solidarios y responsabilidad al servicio de la sociedad son atemporales, aunque sí comprendemos que hoy nuestra misión se hizo más tangible que nunca: “hacer un mundo más humano, conectando la vida de las personas”.
La pandemia del Covid–19, lejos de tratarse únicamente de una crisis sanitaria, está exacerbando las desigualdades ya existentes a en lo social, cultural y sus consecuencias económicas. En el contexto de hoy, las comunicaciones y la conectividad son cruciales para acortar distancias y disponibilizar herramientas digitales y facilidades para que la sociedad pueda sostener sus actividades laborales y educativas en la medida posible.
La experiencia nos permitió intensificar lo que ya se venía poniendo en práctica tendiente a promover una cultura mucho más abierta, en que primó el cuidado de las personas y la comunicación fue clave para la toma de decisiones. Asimismo, fue clave garantizar nuestra conectividad y dar continuidad en la propuesta a nuestros clientes. Con el fin de mantener la cercanía y la eficiencia, Movistar definió medidas tendientes a facilitar las comunicaciones y contribuir a la sociedad en los cuidados preventivos de la salud.
Aún estamos atravesando la crisis sanitaria, y comenzando a vivenciar las consecuencias de la misma, así que probablemente aún estemos en un tiempo de generarnos preguntas más que de dar respuestas. Lo que sí es evidente es que la emergencia sanitaria no hizo más que poner en relieve problemáticas existentes pero que han cobrado mayor relevancia hoy.
Todos saldremos transformados de esta experiencia. La pregunta que demos hacernos es si nos permitirá aprender algo distinto con respecto al modo de producir, de consumir, de trabajar y de gestionar.
Frente a ello, las empresas tienen el reto de buscar la respuesta adecuada a estos cambios de paradigma, de consumo, de mercado, de aprendizaje y de relacionamiento. Estar atentas a lo que la sociedad requiera será prioridad, acompañarlos en esa “nueva normalidad”.
En este contexto, el propósito de las empresas –para qué y por qué existo, y qué aporto al mundo– cobrará relevancia y será más necesario que nunca. La capacidad de respuesta del sector empresarial a las necesidades y exigencias de los distintos grupos de interés, más allá de sus propuestas comerciales en sí, será clave.
Creemos que la transformación digital será protagonista. El uso de tecnologías dio lugar a grandes transformaciones sociales, culturales y económicas y está transformando de forma irreversible la relación de las empresas con todos sus grupos de interés.
En resumen, la digitalización puede jugar un papel fundamental en la contribución a mitigar los efectos de la pandemia, pero es importante que los Gobiernos, el sector privado, y la sociedad civil conformen un acuerdo de colaboración y trabajo conjunto, que permita en el muy corto plazo identificar aquellas áreas de trabajo para mejorar el desempeño de ciertos componentes del ecosistema digital.
Lo más importante que aprenderemos de este período será que la forma más eficiente de superar esta crisis es por medio de la colaboración y la creación, pero sin dejar a nadie atrás.
Coca-Cola de Argentina
Agilidad en la adaptación
Fernanda Salerno, gerenta de Relaciones Institucionales
Sin duda, la pandemia de Covid–19 provocó cambios en nuestras vidas y en el funcionamiento de los negocios. Debimos actuar con agilidad, tanto para la readecuación de la operación en nuestras plantas y sistema de distribución, como para la coordinación de un plan de acción con nuestros cuatro socios embotelladores para brindar ayuda en la emergencia.
Desde un primer momento en Coca-Cola pusimos el foco en garantizar la salud y la seguridad de las personas. Donamos más de 900.000 litros de bebidas en todo el país y realizamos aportes a la Campaña “Argentina nos Necesita” de Cruz Roja Argentina para la compra de insumos y equipamiento médico bajo supervisión del Ministerio de Salud de la Nación.
Reorientamos parte de nuestros programas rutinarios de acceso a agua potable para focalizarlos en aquellas zonas más expuestas al riesgo de contagio o con mayor carencia de fuentes de agua segura. Esto se pudo hacer gracias a la flexibilidad de nuestros socios: la empresa social Agua Segura y Fundación Vida Silvestre Argentina.
Ahora, estamos centrando todos nuestros esfuerzos en trabajar para acompañar de cerca a nuestra cadena de valor y ayudarlos en este período de recuperación. A través de “Estemos abiertos”, un programa orientado a la reactivación económica, en alianza con Wabi y Solidagro, entregaremos un aporte económico no reembolsable a más de 500 dueños de almacenes y kioscos de las zonas más afectadas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Salta, una contribución para que estén un paso más cerca de la reactivación que tanto necesitan. Brindaremos ayuda a más de 23.000 comercios para reabastecimiento de mercadería, reposición de productos vencidos o equipamiento para ventas. Y también entregaremos materiales de bioseguridad como mamparas y máscaras, entre otros elementos, para ayudarlos a incorporar a su rutina las medidas sanitarias que les permitan mantener activos sus negocios de la forma más segura, para ellos y para sus cliente, con la firme creencia de que #JuntosSalimosAdelante.
SanCor Salud
Un cambio de mentalidad
Fernando Werlen, director general
El contexto de pandemia que nos atraviesa y del que aprendemos diariamente generó transformaciones en sociedades e individuos. Desde Grupo SanCor Salud capitalizamos las redefiniciones como una oportunidad de mejora para cuidar a las más 500.000 personas que nos eligen. Asegurar esa sostenibilidad en esta nueva realidad es un gran desafío que exige alcanzar el equilibrio entre productividad, demanda, y por supuesto, salud. Nuestro objetivo es y siempre fue brindar calidad en el servicio, pese a cualquier coyuntura.
No sin obstáculos, logramos seguir cerca de nuestros asociados. Ahora desde la virtualidad, con el foco puesto en la autogestión a través de nuestra app y nuestra web, vía WhatsApp, y por supuesto desde los canales digitales y telefónicos. Además, decidimos ampliar el servicio de Telemedicina, independientemente del plan con el que se cuente, todos los afiliados pueden acceder a un médico online. Todo esto fue comunicado oportunamente, porque como todo cambio, debíamos educar y llevar tranquilidad ante la incertidumbre.
Puertas adentro, los cambios a escala mundial nos han exigido ser más innovadores y criteriosos conforme al ofrecimiento de nuestros servicios. El confinamiento nos dio la oportunidad de trabajar juntos aún en la distancia, de correr nuestros límites y creencias, y debatir entre privado y estatales múltiples puntos de vista en favor de un objetivo común. Un valioso aprendizaje que está dando origen a nuevos modelos de producción y negocios mucho más sustentables que respondan hábilmente a las antiguas y nuevas necesidades.
El reto estará en articular las nuevas demandas tanto de la sociedad civil, como del Estado y los organismos privados, en este nuevo contexto, con sus prioridades y particularidades, desde la transparencia y la responsabilidad corporativa.
Estamos frente a un cambio de mentalidad. El impacto económico y social que transitamos nos obliga a ser mejores para lograr la estabilidad que asegure el bienestar integral de las comunidades, ahora y en el futuro.
Banco Macro
El core define la acción
Milagro Medrano, gerenta de RR.II. y Atención al Cliente
Banco Macro tiene puesto su acento en gestionar una estrategia de sustentabilidad de forma integral, trabajando articuladamente con todos sus grupos de interés: clientes, colaboradores, proveedores y la sociedad en general.
Debido al contexto sanitario actual, estamos acompañando desde el inicio a toda la comunidad desde diferentes aristas, entendiendo que las acciones sustentables están siempre ligadas al core del negocio y no se acotan solo a las relacionadas con la comunidad.
Anteriormente al avance del Covid–19, nos encontrábamos realizando iniciativas de transformación digital que ampliaron su alcance para dar respuesta a la coyuntura.
Hoy, además, nos concentramos en todas las comunicaciones educativas de cara al público, reforzando nuestros tutoriales, posteos y demás información en la web que da asistencia a las personas con la utilización de la “Banca a distancia”.
También trabajamos en la difusión de las líneas de préstamos para pymes y monotributistas y autónomos tanto a 24% como a 0% de tasa de interés.
La pandemia del Covid–19 no solo plantea considerables desafíos para la salud, sino también para el bienestar económico de muchas personas.
En línea con el compromiso asumido por la entidad desde 2015, Cuentas Sanas adaptó sus canales y formatos para acompañar y apoyar a un mayor número de jóvenes, familias y emprendedores en todo el país.
Los orientadores de Cuentas Sanas conversan con los participantes sobre el control del endeudamiento y de los gastos, las ventajas que brinda la banca digital en términos de seguridad y protección, las opciones de ahorro e inversión en momentos de incertidumbre y las posibles líneas de acción para pequeños negocios.
En la misma línea, durante junio lanzamos por sexto año consecutivo la competencia Naves, en conjunto con el IAE Business School. El programa se adecuó a una modalidad online y se desarrollará en nueve sedes: Salta, Jujuy, Tucumán, Mendoza, Santa Fe, Córdoba Neuquén, Misiones y Provincia de Buenos Aires, donde se becarán de forma completa a más de 720 equipos que vivan en esas provincias y que podrán participar de este proceso de formación, acompañamiento y networking.
Grupo Arcor
Acciones con impacto
Claudio Giomi, gerente Corporativo de Sustentabilidad
En Arcor se trabajó para dar continuidad a la Estrategia de Sustentabilidad y sostener los planes definidos para 2020. No obstante, la pandemia implicó el desarrollo de acciones específicas para dar respuesta a la contingencia, reafirmando nuestro compromiso con las personas y el entorno.
Se impulsaron iniciativas considerando todos los grupos de interés. Para colaboradores, se focalizó en el cuidado de la salud y los puestos de trabajo; se conformó un Comité de Crisis; se definieron Protocolos de Actuación; se reforzaron medidas de higiene; y se implementó el trabajo remoto. Con proveedores, se impulsaron medidas para asegurar el abastecimiento, apoyando aquellos especialmente afectados en sus operaciones y con mayor vulnerabilidad, como los que forman parte del Programa Compras Inclusivas Responsables con quienes se reforzó la compra de insumos (ej: barbijos). Con clientes y consumidores, se buscó garantizar la distribución segura de alimentos e innovar en canales para facilitar el acceso, a través del lanzamiento de iniciativas como arcorencasa.com. Además, para apoyar la recuperación económica de puntos de venta impulsamos iniciativas como Salvemos al Kiosco.
Reafirmamos nuestro compromiso con las comunidades implementando acciones enfocadas en los sectores más necesitados. En el marco de nuestro Programa de Donaciones, llevamos entregados productos alimenticios por un volumen que supera los 550.000 kg; se donaron 15.000 litros de alcohol y materiales de protección sanitaria para entidades públicas y centros de emergencia; y se entregaron más de 600.000 cajas de cartón a la iniciativa “Seamos Uno”.
Respecto de los planes a futuro, aún estamos transcurriendo la crisis y todavía no están dadas las condiciones para establecer de manera concreta cuál será el alcance de su impacto en la agenda de sustentabilidad. Sí podemos afirmar que la pandemia trajo una intensificación de algunos temas que ya formaban parte, como la desigualdad, el cambio climático, el impacto del hombre en la biodiversidad, y la relación indisociable entre la salud de las personas y la salud planetaria.
Michelin
Planes reforzados
Eliana Banchik, presidenta
Definitivamente los planes de sustentabilidad de las compañías se van a reforzar y van a tener un mayor protagonismo como estamos viendo en estos momentos. En nuestro caso, seguiremos con los proyectos que veníamos desarrollando para avanzar hacia una movilidad más segura, limpia y sustentable.
El contexto actual, marcado por la crisis sanitaria del Covid–19, ha demostrado la necesidad que tenemos las compañías de revindicar nuestro compromiso con todos los actores sociales con los que nos relacionamos, tanto colaboradores como la sociedad en general y también el medioambiente.
La sustentabilidad forma parte del ADN de Michelin y creemos que hoy más que nunca es importante seguir en este camino del crecimiento sostenible en las comunidades donde operamos. Esta crisis nos ha confirmado que estamos en el camino correcto con nuestra estrategia, reafirmando nuestras orientaciones y valores.
Garantizar la salud de las personas ha sido el principal interés de la compañía, aún más en este contexto. Por eso implementamos acciones que refuerzan este compromiso como donaciones (monetarias y kits de salud), fabricación de máscaras, entre otras para diversos actores sociales y nuestros equipos. A escala local, ofrecemos en los más de 130 centros de servicio la reparación sin costo por pinchaduras para ambulancias. En línea con lo anterior, el grupo organiza desde hace más de 20 años Movin’On, el encuentro mundial más grande de movilidad sostenible que reúne a referentes de diferentes sectores para debatir sobre los principales problemas sociales y proporcionar soluciones concretas de movilidad. Dada la coyuntura, este año se concretó de manera virtual y ya estamos pensando en la siguiente edición.
Además de nuestros productos y acciones, seguimos invirtiendo para reducir el impacto sobre el medioambiente. Este año adquirimos la startup sueca Enviro con el objetivo de desarrollar la tecnología de pirólisis para transformar los neumáticos usados en materias primas de calidad debido a que se descartan anualmente cerca de 1.000 millones.
Las alianzas también son clave para lograr los objetivos. Nos unimos con Symbio para desarrollar la pila de combustible de hidrógeno en competición –laboratorio de prueba propicio– de cara a contribuir a una movilidad de 0 emisiones.
Pepsico
Repensar prioridades
José Ignacio De Carli, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad Cono Sur
La pandemia de Covid–19 ha transformado profundamente nuestras vidas y ha puesto de manifiesto la gran necesidad de abordar los desafíos de sostenibilidad a largo plazo.
Sin embargo, este nuevo escenario no implica dejar de lado nuestros planes, por el contrario, nos permitió repensar las prioridades y enfocar nuestros esfuerzos en fortalecer aquellos pilares de nuestra estrategia que eran fundamentales para seguir cumpliendo nuestras metas, pero teniendo en cuenta las necesidades actuales de nuestra gente y nuestras comunidades.
Como compañía líder en la producción de alimentos, hoy más que nunca, seguimos comprometidos con nuestra agenda de sostenibilidad y los esfuerzos a largo plazo para ayudar a construir un sistema alimentario más sostenible, uno que pueda proporcionar nutrición y disfrute, y que a la vez impulse el crecimiento económico y el desarrollo social, mientras protege y restaura el planeta. Nos enfocamos en las áreas donde creemos que podemos tener el mayor impacto: agricultura, agua, empaques, productos, clima y personas.
En Argentina, por ejemplo, donde compramos más de 50.000 toneladas de papa al año, nos encontramos en la vanguardia de la producción agrícola sustentable; todos nuestros proveedores de papa están hoy certificados por el Rainforest Alliance y con normas Global–GAP; que incluyen tanto el cuidado del medioambiente como la mejora de las condiciones de los trabajadores del campo.
Por otra parte, hemos avanzado en nuestros objetivos de reducir los azúcares añadidos en nuestro porfolio de bebidas y actualmente más del 50% de todas las bebidas que se comercializan en el país son reducidas en azúcar o sin azúcar.
A su vez, buscamos impulsar la diversidad a lo largo de toda nuestra cadena de valor. Argentina fue el primer país de Latinoamérica en implementar el programa “Mujeres con propósito”, que busca empoderar a las mujeres en los ámbitos personal y profesional, generando equidad de oportunidades a través de talleres de educación, empleabilidad y emprendimiento.
Si bien hemos avanzado mucho, sabemos que aún hay mucho más por hacer y que no podemos hacerlo solos. La colaboración es más importante que nunca y continuaremos trabajando con nuestros pares, Gobiernos, ONG y las comunidades donde operamos, aprovechando todas las herramientas a nuestra disposición para progresar.
Natura
Planes afectados, compromiso intacto
Paola Nimo, gerenta de Sustentabilidad
Como a todos, la pandemia nos impactó y tuvimos que sentarnos a redefinir nuestro plan de acción, pero seguimos trabajando en impulsar la sustentabilidad, en los cuatro niveles que nosotros la comprendemos: social, cultural, económico y ambiental.
Si bien algunos de los proyectos que teníamos planeados para 2020 se vieron afectados, nuestro compromiso sigue intacto y vamos a retomarlos en cuanto sea posible.
La realidad desafiante que experimenta el mundo es un fuerte llamado a la acción para que todos sigamos comprometiéndonos en generar una sociedad más sostenible e inclusiva. Sin dudas impacta en los planes y metas establecidos en materia de sustentabilidad y hay mucho por hacer todavía, pero estamos convencidos de que tenemos la oportunidad de generar un cambio.
El grupo al que pertenecemos, Natura & Co, asumió el compromiso de que sus cuatro marcas intensifiquen acciones en torno a los temas mundiales más urgentes para 2030: enfrentar el cambio climático y proteger la Amazonía: defender los DD.HH. y ser más humanos y fomentar una economía circular y de regeneración.
El cuidado de las personas es nuestro principal foco, y el contexto nos demandó un nuevo pacto con nuestra red de relaciones. Al comienzo de la pandemia definimos prioridades, que siguen vigentes: el cuidado de la salud, mantener la economía circulando y diferentes decisiones como la producción de alcohol en gel, la reducción de la circulación en nuestros espacios, la implementación de protocolos sanitarios y la contención de los negocios de nuestras/os consultoras/res.
En cuanto a los principales focos en materia de sustentabilidad, seguimos adelante con los proyectos que teníamos previstos que, si bien se vieron impactados, estamos trabajando para concretarlos: el desarrollo de nuevas cadenas de valor en la industria de reciclaje para incorporar hasta un 30% de vidrio reciclado post consumo en perfumería, algo que todavía no está desarrollado en la industria cosmética y el compromiso que asumimos de recuperar en material equivalente el 15% de los residuos generados con nuestra actividad.
Hoy, las personas están cada vez más involucradas y demandan propuestas que estén vinculadas a sus causas. Se interesan en el origen y composición de los productos, no solo en su funcionalidad, y se reflejan nuevos hábitos, con una mayor preocupación por el cuidado del medio ambiente y el planeta. Como marca debemos escuchar estas demandas y atenderlas. Estamos convencidos de que las compañías que no integren la sustentabilidad a su gestión, dejarán de tener sentido para los consumidores.
Desde nuestros inicios tuvimos un fuerte compromiso con el consumo consciente, el medioambiente y las personas, pero en 2019 decidimos radicalizar nuestra mirada sobre temas como residuos, diversidad y educación, y asumimos con mayor fuerza nuestro rol de agente transformador para generar impacto positivo.
Danone
Soluciones en conjunto
Ana Guerello, gerenta de Sustentabilidad para Cono Sur
En Danone estamos convencidos de que la salud de las personas y del planeta están íntimamente conectadas, y esto nos lleva a repensar en nuestro rol y responsabilidades, y actuar en consecuencia. Queremos fomentar un cambio positivo, inspirando prácticas de alimentación e hidratación más saludables y sustentables. Nos apegamos a los más altos estándares de rendimiento y transparencia, como lo refleja nuestra ambición de convertirnos en una de las primeras compañías multinacionales certificadas como Empresa B a 2025. En este sentido, en Argentina, Aguas Danone certificó en 2017 y Nutricia Bagó en 2019. Asimismo, a escala global, la compañía se convirtió recientemente en la primera empresa francesa que cotiza en bolsa, en adoptar el nuevo marco francés de “Empresa con misión”.
Para avanzar realmente hacia una sociedad más sustentable necesitamos crear soluciones en conjunto con todos los actores. Por ello definimos un conjunto de nueve objetivos corporativos a largo plazo, alineados con los ODS de las Naciones Unidas, para crear valor sostenible que tenga alcance en todos los accionistas y también en todo nuestro ecosistema, en su conjunto. Además, en los últimos años, Danone se comprometió a ser carbono neutral en toda su cadena de valor para 2050, y de esta manera proteger las cuencas hídricas, fomentar la economía circular y la agricultura regenerativa.
En el marco de la difícil situación que atraviesa Argentina y el mundo, a raíz de la pandemia por Covid–19, sabemos que nuestros planes sufrirán un retraso pero continuamos apostando a un modelo de negocio inclusivo, equitativo y regenerativo como nunca antes. Por ello, en línea con nuestros nueve objetivos corporativos y con la meta de reconfirmar nuestro compromiso con la salud y la hidratación del país, estamos llevando a cabo una serie de acciones solidarias de donación de productos e insumos, para contribuir con hospitales y centros de atención públicos, organizaciones sociales y cooperativas de recuperadores urbanos.
L’Oréal Argentina
Se profundizan los compromisos
Jean–Noël Divet, CEO
Durante las últimas dos décadas, el papel de las empresas ha cambiado drásticamente, y las expectativas de la sociedad las ha llevado a comprometerse con políticas de desarrollo sustentable.
Esta realidad que nos toca vivir ha dejado expuesta más que nunca la necesidad de un compromiso firme con la sustentabilidad, y sin dudas, ha tenido un impacto en nuestros planes, ya que hemos profundizado y reforzado aún más estos compromisos.
“L’Oréal por el Futuro” fija metas que van de la mano con los desafíos tanto en el eje ambiental como en el social. Establece el conjunto de ambiciones más reciente del grupo para 2030, a través de tres ejes fundamentales: transformarnos a nosotros mismos respetando los límites planetarios; fortalecer nuestro ecosistema empresarial ayudando a realizar una transición hacia un mundo más sostenible; y contribuir a resolver los retos del mundo apoyando las necesidades sociales y medioambientales urgentes.
Estos compromisos tienen en cuenta factores como el clima, el agua, la biodiversidad, los recursos naturales, y también a comunidades desfavorecidas y a los consumidores. Para 2025, nuestro objetivo es que todas nuestras instalaciones sean carbono neutro, y para 2030 nos comprometemos: a reciclar y reutilizar el agua de nuestros procesos industriales; que el 100% de los ingredientes y envases sean de fuentes sostenibles y el 100% de sus plástico sea reciclado o de origen biológico; también trabajaremos para lograr que 100.000 personas de comunidades desfavorecidas tengan acceso a un empleo.
Creemos que todas las compañías debemos aportar a construir un mundo más inclusivo y sustentable: se trata de la economía circular, cuyo desarrollo debe estar promovido a través de una controlada gestión del consumo de los recursos naturales.
Además, la pandemia ha dejado en evidencia la necesidad de trabajar articuladamente entre privados y Gobiernos, como sucedió con la reorientación de nuestra operación para producir localmente 100.000 unidades de alcohol en gel en el menor tiempo posible, para donación. O la política de reciclado, que llevamos a cabo en conjunto con el apoyo de tres instituciones del ámbito privado y tercer sector: Fundación Reciduca, Cooperativa Madreselva y la empresa privada Eittor.
Creemos firmemente que la equidad y la inclusión forman parte de la construcción de un mundo más sostenible; y otro paso fundamental es el de empoderar a los consumidores para tomar decisiones de consumo sustentables, lo cual requiere de la transparencia de las marcas.
BBVA
Educación e inclusión financiera
Hernán Carboni, director de Relaciones Institucionales
La crisis por el nuevo coronavirus impactó de lleno en las sociedades y los grandes sectores económicos. Al igual que en los otros países donde está presente, BBVA en Argentina se mantuvo operativa, reinventándose a la nueva realidad.
El covid–19 sin dudas marcará un punto de inflexión en la agenda. De nosotros depende seguir trabajando juntos para la contribución de los objetivos de desarrollo sostenible. La población mundial va a tomar mayor conciencia sobre los temas relacionados con el cuidado de la salud y del medioambiente. En este momento es fundamental poner foco en los ODS salud y bienestar, educación y reducción de las desigualdades.
Este compromiso social es lo que debe ser no solo un manifiesto sino acciones concretas en pos de la sustentabilidad. Nuestro objetivo es impulsar la educación y la inclusión financiera como una cuestión que tiene un impacto directo en el bienestar de las personas, y es un pilar fundamental en la construcción y desarrollo de sociedades más igualitarias y equitativas. Con nuestros programas de Educación Financiera, en BBVA contribuímos a los ODS 4, educación de calidad y ODS 10, reducción de las desigualdades. En 2019 nos sumamos a los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas y firmamos el Protocolo de Finanzas Sostenibles, iniciativas que promueven un sistema bancario sostenible, equitativo y responsable con la sociedad.
Ante la situación actual, todos los programas de educación e inclusión financiera que BBVA viene desarrollando han sido adaptados al formato digital. Además, consciente del momento que se vive a raíz del Covid–19 aportó $21 millones a las campañas que llevan adelante Cruz Roja y “Seamos Uno”, entre otras acciones.
BBVA en Argentina es el primer banco privado en lanzar una nueva línea de préstamos personales llamada “eco préstamos” pensados para adquirir bienes sustentables que contribuyan al cuidado del medioambiente.
Como principal desafío a futuro, nos concentramos en apoyar a la sociedad desde el rol que tenemos como un actor importante del desarrollo y la actividad económica. Garantizar a nuestros colaboradores la tranquilidad que requieren y seguir ofreciendo a las empresas y personas soluciones que puedan permitirle seguir con su negocio que hoy tanto se requiere. BBVA Argentina continuará trabajando además, en su modelo de sustentabilidad y apoyando las acciones de negocio responsable en temas de inclusión, educación financiera y cuidado del medio ambiente, como parte del compromiso que tiene con el país.
P&G Argentina
Ambiciones 2030
Cecilia Bauza, directora de Ciudadanía Corporativa
El nuevo escenario que planteó la pandemia nos presentó desafíos ante la gran disrupción que presentó no solo en nuestro país, sino también a escala global. En P&G, desde el inicio, nos propusimos trabajar en torno a tres prioridades: asegurar la salud y seguridad de nuestros empleados para poder seguir operando en las plantas, servir a los consumidores con nuestros productos y abastecer a nuestros clientes, y también apoyar a las comunidades vulnerables y a los profesionales de la salud que están en primera línea cuidándonos. Y esto lo reflejamos con varios planes e intervenciones que hicimos en nuestro país.
Esta nueva realidad generó cambios en los hábitos y comportamientos de nuestros consumidores. Para ello es clave poder acompañarlos con nuestros productos que son esenciales al ser de higiene y limpieza, pero también a través de la comunicación, generando conciencia, reforzando la importancia de cuidarnos, apoyando a los sectores más afectados, entre otros.
En cuanto a nuestra estrategia de sustentabilidad, sigue siendo parte esencial del negocio de la compañía. A esta estrategia la denominamos “Ambiciones 2030”, y básicamente buscamos generar un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad mientras creamos valor para la compañía, nuestras marcas, nuestra cadena de suministro, nuestros consumidores y nuestros empleados. Y siempre buscando reducir el uso del agua, energía y residuos. Hemos presentado grandes avances y sabemos que tenemos mucho por hacer.
Vamos hacia un mundo más sustentable y amigable con el ecosistema y con sus habitantes. Creemos que este es el momento indicado para trabajar juntos y generar una diferencia: el cambio climático no es un problema del futuro, sino que está sucediendo ahora mismo. Por eso, el 16 de julio, junto con National Geographic, reunimos a expertos y líderes climáticos en un panel virtual llamado It’s our home en el que se analizaron el cambio climático y el rol de la naturaleza.
Desde P&G, vamos a continuar fortaleciendo nuestro objetivo de servir con marcas que permitan a los consumidores tomar decisiones más sustentables, concientizar sobre el consumo responsable y además seguiremos integrando esta idea a nuestros negocios y operaciones, a nuestras marcas y a nuestra cultura.
Avon
Generar transformación
Axel Gegenschatz, líder de Negocios América Latina Hispana
Claramente el mundo post–pandemia será diferente al que conocíamos. Sin embargo, esto no cambia nuestra visión o nuestros planes en materia de sustentabilidad, sino que confirma nuestro camino. Hace pocos días Natura &Co, y Avon como parte, informó su “Compromiso con la vida”, un plan integral de sustentabilidad que intensificará nuestras acciones para enfrentar algunas de las cuestiones globales más urgentes, incluyendo la crisis climática y la protección de la Amazonia, la defensa de los derechos humanos y la garantía de la igualdad e inclusión en todas nuestras redes, además de abrazar la economía circular y la regeneración antes de 2030. Esto ratifica que nuestro enfoque implica un modelo de negocio integral y sustentable que devuelva a su comunidad más de lo que consume. En este contexto desde Avon continuaremos trabajando en promover el respeto y la defensa de los derechos humanos, la igualdad de género y abrazar la diversidad como eje central, además de motorizar los tres pilares.
Los principales focos de atención que identificamos en nuestra Visión de Sustentabilidad 2030 son: 1. Reducir nuestras emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) y lograr cero emisiones líquidas. Además, lograr cero deforestaciones en la Amazonia. 2. Defender los derechos humanos y ser más humanos para nuestros/as colaboradores/as y asociados/as. Igualdad de género, inclusión de los grupos menos representados y un salario digno para todos. 3. Abrazar la circularidad y la regeneración. Lograr la plena circularidad del embalaje; 95% de ingredientes renovables o naturales; 95% de fórmulas biodegradables. Y realizar inversiones y acciones colaborativas en soluciones regenerativas
El mundo actual está experimentando cambios sustanciales que nos exigen ser más conscientes sobre la manera en la que lo habitamos a la vez de ser proactivos en el cuidado, respeto y desarrollo de las comunidades donde nos desarrollamos. Debemos, por un lado, estimular el desarrollo sustentable, teniendo siempre presente la riqueza finita de los recursos naturales así como la necesidad de promover cambios para un mundo mejor y más igualitario. Esta misma visión, a su vez, se traduce hacia el interior de la compañía en el trato hacia nuestros colaboradores y colaboradoras, a quienes debemos priorizar, fomentando la igualdad y la diversidad, un salario adecuado, la posibilidad de articular y equilibrar el trabajo con la vida personal, etc.
Son temáticas que deben ser impulsadas por las empresas a través de iniciativas propias. Hoy no podemos esperar a que la sociedad las reclame. Como parte de esa misma sociedad, debemos ser generadores de la transformación. Sabemos que es un cambio cultural y que como tal puede que tenga su tiempo de maduración. Pero eso no nos detiene, si no que nos alienta a innovar en la búsqueda de un impacto positivo económico, social y ambiental, y convertirnos así en la mejor compañía de belleza para el mundo.
Gire
Temas prioritarios
Adrián Barreto, gerente de Cultura, Comunidad y Comunicación
Quiero creer que la situación de crisis pandémica profundizará las demandas sociales a las empresas respecto a la transparencia, la ética, un mayor compromiso social y con los empleados; una agenda más humana y medio ambiental.
En nuestro caso, el nuevo escenario impuesto por la pandemia no significó un cambio de dirección en la estrategia de sustentabilidad porque venimos haciendo foco en las personas como centro de atención y gestión, y este contexto lo potenció. Sí, claro, tuvimos que priorizar agendas por restricciones de presupuestos y replantear agenda de implementaciones.
Lo que estamos experimentando nos invita a catalizar procesos y decisiones de verdadero agregado de valor desde la gestión del triple impacto. Establece refuerzos de metas relacionadas con el valor de la salud, el bienestar y el aporte a la generación de confianza en la comunidad para la reconstrucción de las variables económicas, sociales y ambientales afectadas por la crisis a partir de la pandemia.
En el caso de Gire, los principales focos de atención en torno a la sustentabilidad estarán en el cuidado, contención y salud integral de los colaboradores, educación para la inclusión financiera, agenda de diversidad, género e inclusión, medición y compensación de huella de carbono, y ética y transparencia.
Creo, además, que para avanzar realmente hacia una sociedad más sustentable, no son suficientes las acciones individuales y aisladas, por eso las alianzas y redes colaborativas entre empresas y con las instituciones públicas son necesarias. No concibo logros de cambios estructurales sin esa articulación. Para lograrlo, hay ciertas limitaciones a superar, que pueden estar relacionadas a los sesgos ideológicos, de poca generosidad entre partes o de mindsets de liderazgos desactualizados.
Nestlé
Hacia una “recuperación verde”
Pablo Manrique, gerente de Seguridad, Salud y Medio Ambiente Región Plata
Nestlé mantiene su compromiso asumido en 2018, cuando garantizó que a 2025 el 100% de sus envases serán reciclables o reutilizables. Para ello, inauguró un Instituto de Ciencias del Packaging, único en la industria de alimentos, que contribuye a acelerar los esfuerzos para desarrollar soluciones de envases funcionales, seguros y sustentables, y abordar así el desafío global de reducir los residuos de envases de plásticos.
Además, mantiene su objetivo de lograr cero emisiones netas de gases para 2050. Este compromiso abarca el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C.
Estamos convencidos de que, a pesar del contexto actual, debemos seguir trabajando en pos de un futuro más sustentable. De hecho, Nestlé se unió a más de 150 empresas multinacionales para solicitar a los Gobiernos de todo el mundo que alineen sus acciones de recuperación y ayuda económica por la pandemia de Covid–19 con los esfuerzos para enfrentar el cambio climático.
Nuestros compromisos globales se traducen a acciones puntuales en la región para poder alcanzar los objetivos del grupo. Es por eso que nuestra estrategia se mantiene en este contexto, a pesar de que ciertas acciones se hayan pospuesto o reconvertido en otras.
La situación crítica actual no hace más que reforzar la necesidad de una economía basada en la sostenibilidad y de trabajar en una “recuperación verde” que permita frenar la emergencia climática. El escenario post pandemia nos alentará a seguir transformando las formas de producción y consumo para satisfacer las necesidades actuales sin comprometer a las generaciones futuras.
Como pudo evidenciarse durante la pandemia, la gestión de residuos es un servicio fundamental que debe ser brindado sin interrupción, con el objetivo de minimizar posibles impactos, no solo sobre el medio ambiente, sino también sobre la salud de las personas y de todas nuestras comunidades. Sin dudas, este escenario nos brinda la oportunidad de trabajar en conjunto con los distintos actores de la cadena de valor del reciclaje, generando una reconversión de los recicladores hacia la fabricación de nuevos productos con impacto social y ambiental.
Newsan
Otro orden de prioridades
Marcela Cominelli, gerenta de Relaciones Institucionales
El escenario impuesto por la pandemia ha significado un reordenamiento de las prioridades en Newsan. En primer lugar, la empresa, las personas que lideran y todo el equipo se preparó para acompañar a quienes están en el primer frente de batalla durante la emergencia sanitaria, disponiendo un conjunto de recursos y mecanismos para acompañar al sistema de salud tanto a escala nacional como en la comunidad. Entendemos que estamos viviendo un momento excepcional en el que las empresas tenemos que ser un actor más en la búsqueda de soluciones. Para Newsan es clave ponernos a disposición para dar respuesta real y eficaz frente a las causas más urgentes.
Nuestra inversión social ha superado los $35 millones durante la pandemia. La misma acompañó a #ArgentinaNosNecesita, una de las principales iniciativas del sector privado para la contención del Covid–19, en alianza con Cruz Roja Argentina y el Ministerio de Salud de la Nación. Los fondos son destinados a la adquisición de respiradores para terapia intensiva, kits de testeo rápido, elementos de protección personal entre otros para luego ser distribuidos en centros de salud de todo el país. También donamos tecnología e insumos médicos a varias instituciones de salud pública y equipamiento tecnológico a más de 25 ONG que prestan servicios esenciales en comunidades altamente vulneradas.
Por otro lado, continuamos en el camino marcado por nuestros ejes estratégicos que permanecen tan fuertes como siempre –la capacidad de hacer crecer el negocios con una mirada de triple impacto, la gestión de la diversidad atendiendo a las cuestiones de género y diversidad sexual, incluso frente a la nueva normalidad, y el cuidado del ambiente.
Por último, está claro que existe un mayor nivel de conciencia y de demanda por parte de los consumidores hacia las empresas y su rol social. Por nuestra parte, compartimos esa visión. La gestión de triple impacto a partir de los negocios es nuestro motor, pero no solo porque es bueno para el mundo, sino porque es bueno para crear un contexto de negocios más equilibrado y participativo.
Toyota Argentina
Las prioridades se mantienen
Eduardo Kronberg, gerente general de Sustentabilidad
En Toyota estamos convencidos de que las crisis son también un tiempo de aprendizaje, de pensar cómo hacer mejor las cosas. En esta primera etapa del año estuvimos enfocados en la asistencia a quienes más sufren la pandemia por el Covid–19 y a quienes están en la primera línea en la lucha contra el virus: a través de alimentos, insumos sanitarios y con el préstamo de vehículos. Hoy estamos en emergencia y nuestra obligación es seguir contribuyendo en todo lo que esté a nuestro alcance para acompañar a la comunidad.
Al mismo tiempo, sabemos que tenemos que seguir trabajando en el largo plazo, porque de eso se trata la sustentabilidad de un proyecto. Las prioridades siguen siendo las mismas desde lo económico, lo social o lo ambiental.
Se trata de una forma de desarrollar nuestro negocio más allá de las urgencias, apoyados en la visión a largo plazo, la ética y transparencia, el cuidado de los recursos, los resultados económicos y el desarrollo de las comunidades. Una gestión responsable no es la respuesta a una tendencia; es el planteo mismo que guía nuestra actividad desde los inicios en todos los países en los que operamos. Por ejemplo, desde el punto de vista ambiental, Toyota estableció a escala mundial seis desafíos que se irán completando hacia el año 2050, los cuales aspiran a reducir el impacto durante la fabricación y conducción de vehículos. En 2020, en línea con el Desafío 3 (cero emisiones en planta), el objetivo es comenzar a producir con el 100% de energía eólica en nuestra planta de Zárate a través del acuerdo firmado con YPF Luz. Pero también seguiremos profundizando nuestra alianza con la Asociación Aves Argentinas, porque este tipo de articulaciones nos permiten trabajar en proyectos de conservación de la biodiversidad junto a organizaciones que participan en estas actividades a escala global.
Fluence Sudamérica
Falta concientizar
Juan Pablo Camezzana Business Development Manager Argentina
Fluence es una compañía que posee un foco muy marcado en el desarrollo e implementación de soluciones sostenibles, mediante el uso de nuevas tecnologías.
Todos los días nuestros equipos trabajan en búsqueda de este objetivo global a la par de nuestros socios y clientes.
Posiblemente nada será igual luego de la crisis sanitaria y las empresas prestadoras de servicios de agua y saneamiento comienzan a explorar nuevas tecnologías para hacer más eficientes sus procesos de desinfección más amigables con el ambiente.
Este nuevo escenario actuará como catalizador de una tendencia que ya veníamos viendo cada vez más frecuentemente y es justamente trabajar activamente en la sostenibilidad del desarrollo. Un buen ejemplo puede ser el reciente proyecto que comenzarán Fluence y Gorina, uno de los principales frigoríficos del país, para la construcción de una planta de conversión de residuos en energía bajo el programa Renovar.
Desde hace tiempo los consumidores están más atentos a la responsabilidad de las empresas. Sin embargo, queda aún mucho por recorrer. En nuestra tarea vemos que países como Singapur consumen agua potable producida a partir de sus propios efluentes (reúso directo). Para promover prácticas de reúso de este nivel, debemos entre otras cosas superar la barrera cultural en una sociedad que no está acostumbrada a hacerlo. Debemos avanzar en educación ambiental, en políticas que avalen el acceso a este recurso y la reutilización por nuestra vida presente y futura, así como la de los demás seres vivos.
Una nueva normativa europea de reúso de agua, por ejemplo, tendrá como finalidad garantizar que las aguas residuales tratadas sean reusadas de manera más amplia minimizando el uso de cuerpos de agua y aguas subterráneas. Para avanzar en esta materia en nuestro país es necesario que se adecúen las normas. Tenemos zonas de alto estrés hídrico cuya principal actividad es la agricultura y la única manera de hacerlas sostenibles es a través de la optimización del uso del recurso y su reutilización.
CCU
Activar la innovación
Juan Pablo Barrale, gerente de Asuntos Corporativos
La emergencia sanitaria es una situación sin precedentes y, al mismo tiempo, un momento para estar firmes en nuestras metas. En CCU desde el comienzo nos planteamos tres objetivos: el cuidado de nuestros trabajadores, mantener la continuidad de nuestras operaciones para garantizar el normal abastecimiento del mercado y escuchar y apoyar a nuestras comunidades.
Reconvertimos nuestras plantas para ponernos a disposición de quienes más lo necesitan, realizando insumos de primera necesidad, además de donaciones de alimentos y protección médica para entregar en los municipios donde la compañía tiene presencia. También, a través de nuestras marcas y nuestros embajadores estamos brindando apoyo a bares, donando productos para contribuir en el retorno de sus actividades. Todo esto representa un gran desafío, pero estamos convencidos de que este es el camino que debemos tomar.
Para CCU, la sustentabilidad constituye uno de los tres pilares estratégicos (junto con rentabilidad y crecimiento), para alcanzar nuestro propósito: crear experiencias para compartir juntos un mejor vivir. En los últimos 10 años, logramos reducir un –24% el consumo de energía eléctrica, un –46% el consumo de energía térmica, un –46% el consumo de agua, un –26% en reducción de gases de efecto invernadero y la valorización de residuos alcanzó un 99,44%.
En este contexto, dimos a conocer un ambicioso plan de metas ambientales 2030, con foco en las tres dimensiones que inspiran nuestro trabajo: reducir el consumo de agua en un –60%, reducir las emisiones de CO2 en un –50%, valorizar en un 100% los residuos industriales sólidos, utilizar el 50% de material reciclado en envases y embalajes, disponer 100% de envases y embalajes reutilizables, reciclables o compostables, utilizar en un 75% energías renovables y fomentar la economía circular.
Esta mirada a largo plazo exige integrar desafíos económicos, ambientales y sociales que son el centro de nuestra actividad, y la pandemia no va a ocasionar que lo modifiquemos. En cierto sentido, la crisis generó muchas oportunidades, nos mantiene firmes y nos motiva a ser más innovadores en nuestra manera de trabajar.
Universal Assistance
El resultado será positivo
Fernando García Ruiz, CEO
Para Universal Assistance la sustentabilidad es parte de nuestra agenda permanente ya que los viajeros actuamos cada día de manera más sustentable en el sentido más amplio del concepto.
Desde el comienzo de la pandemia nos adaptamos a la modalidad de Work from Home para el 100% de nuestra gente incluyendo nuestra central operativa, garantizando la calidad de atención y resolviendo así las necesidades de nuestros clientes.
Además, pensamos en los viajeros que se encontraban fuera de su país y que no podían regresar a su hogar. Por eso lanzamos el producto On Demand, un servicio de asistencia al viajero pensado para aquellos pasajeros que no poseían cobertura médica y se encontraban en el exterior sin poder volver a su país. Esto significó para nosotros un cambio de paradigma ya que era impensado anteriormente ofrecer productos para personas que ya se encontraban en viaje.
En virtud de la emergencia ocasionada, lanzamos al mercado productos flex que se adaptan a este contexto, permitiendo a los pasajeros comprar el producto hoy a un excelente precio y definir su fecha de viaje con hasta dos años desde el momento de la compra y por un viaje de hasta 30 días de duración. Asimismo, en todo momento dejamos en claro que damos cobertura médica ante casos de Covid–19.
Por otra parte, pensando en el regreso de los futuros viajeros relanzamos productos nacionales, teniendo en cuenta que las personas elegirán viajar preferentemente a destinos que se encuentren dentro del territorio nacional.
Creemos que la situación crítica actual, impuesta por la pandemia, repercutirá positivamente ya que la crisis mundial nos dio la oportunidad para que las personas sean más conscientes de la importancia que tiene viajar con una cobertura médica en todos sus viajes. Pensamos que la asistencia al viajero será una prioridad a la hora de programar los viajes y que los pasajeros serán más exigentes a la hora de buscar una asistencia que cuente con grandes topes de coberturas y les brinde respaldo.
Mondelez International
Apoyos dirigidos
Ignacio Santurio, director de Legales y Asuntos Corporativos y Gubernamentales, Cono Sur
Momentos como el que estamos viviendo requieren del esfuerzo de todos, ya que juntos somos más fuertes. Por eso, desde Mondelez International asumimos un compromiso especial y, al mismo tiempo que priorizamos la salud de nuestros empleados con estrictos protocolos y medidas de prevención y nos esforzamos por abastecer a nuestros consumidores, contribuimos con nuestras comunidades para generar un impacto positivo en quienes más lo necesitan.
De esta manera, para apoyar a las comunidades más vulnerables durante la emergencia del Covid–19 donamos en Argentina 210 toneladas de alimentos, equivalentes a $50 millones, y llegamos a 1.200 organizaciones sociales de todo el país a través del Banco de Alimentos de Buenos Aires, la Red de Bancos de Alimentos de Argentina y la Fundación Sí, tres instituciones con las que mantenemos una alianza estratégica y canalizamos las donaciones de alimentos mensualmente desde hace casi 20 años.
También hemos logrado un progreso significativo en el cumplimiento de nuestros objetivos de impacto para 2025, centrados en dos pilares: snacking sustentable y mindful snacking. Nuestro informe Snacking Made Right 2019, publicado recientemente, muestra los importantes avances que tuvimos globalmente en cuatro metas: lograr una cadena próspera de valor –a través de programas propios como Cocoa Life–, reducir nuestro impacto ambiental, –con la disminución de las emisiones de CO2, de residuos y del uso de agua en nuestras plantas productivas–; aumentar el desarrollo de envases reciclables e impulsar hábitos de snackeo consciente –a través de porciones controladas y mejoras en el perfil nutricional de nuestros productos–.
Este progreso refleja nuestro compromiso de seguir haciendo lo correcto en todo momento, guiados por nuestro propósito, misión y valores en cada decisión que tomamos.
Nespresso
Desafío colectivo
Luciana Penedo, Brand Manager de Argentina y referente del área de Sustentabilidad
A escala local, desarrollamos el programa de reciclaje para fortalecer uno de los ejes que hacen al programa de Sustentabilidad. Este programa, que se vio afectado ante el cierre de nuestros distintos puntos de reciclaje, hoy potenció nuestro canal de e–commerce y las empresas de mensajería que actualmente además de entregar los pedidos, al momento de hacerlo también reciben las cápsulas usadas.
En términos de presupuesto, incrementamos los canales y las frecuencias mediante las que comunicamos nuestro programa de Reciclaje a nuestro Club Members (clientes) para que, viendo el impacto positivo que su contribución genera, se sumen año tras año más colaborares a este programa. En julio comenzamos con una campaña para fomentar las buenas acciones, esas pequeñas que suman, bajo una comunicación que habla de #HacerLoCorrectoImporta y a diferencia de ocasiones pasadas estuvimos muy activos con comunicaciones tanto pauta como mailing directo. Desde el cuidado de los caficultores hasta el reciclado; del grano del café hasta su consumo sustentable. En agosto, reforzaremos la mirada sustentable de Nespresso comunicando los logros 2019 en Recycling y las expectativas a futuro.
Actualmente, el 90% de nuestro café es AAA. Además, los esfuerzos están puestos 100% en hacer más eficientes las operaciones de carbono y continuar el vínculo estrecho con las comunidades que trabajan junto a Nespresso para mitigar el impacto climático y fortalecer la resiliencia de los terrenos a través de la plantación de 5 millones de árboles desde el inicio del programa de sustentabilidad.
Es importante que el accionar esté dado en conjunto, todo es parte de un esfuerzo colectivo. En el caso de Nespresso, los partners cumplen un papel fundamental en el programa: Gea, empresa B que se encarga de los traslados de las cápsulas que nuestros CM reciclan, haciéndolo de manera eficiente (cuidando la huella de carbono), Eittor, la planta de tratamiento especializado donde se separa el aluminio y el café, y Fundación Huerta Niño, que recibe café para compost, son nuestros aliados permanentes.