Capital One aceptó pagar al organismo regulador de Estados Unidos una multa de US$ 80 millones sobre un importante incidente de hackeo el año pasado en el que, dicen las autoridades, se tuvo acceso a unos 100 millones de aplicaciones de tarjetas de crédito. El banco, que tiene un negocio muy importante de tarjetas de crédito, ya había tomado medidas para aumentar la seguridad de los datos de sus clientes antes de julio 2019, cuando se produjo el arresto del supuesto hacker. En aquella oportunidad Paige Thompson, de 33 años, fue arrestada en relación con la violación de 100 millones de cuentas de clientes y solicitudes de tarjetas de crédito. La pirata informática había obtenido acceso aprovechando un software mal configurado.
Aquel hackeo fue uno de los más grandes en la historia de los servicios financieros. En 2017 Equifax sufrió el robo de información sobre 147 millones de personas y logró un acuerdo con los reguladores pagando US$ 700 millones.
La OCC (Office of the Comptroller of the Currency) explicó en un comunicado que la multa a Capital One está basada en el hecho que el banco no logró instalar procesos eficaces de evaluación del riesgo antes de pasar una gran porción de sus datos a un sistema de almacenamiento en la nube y su incapacidad para corregir a tiempo sus deficiencias.
