Cuando Sarah Gilbert escuchó de una nueva y misteriosa enfermedad respiratoria que se propagaba en China a principios de enero, se preguntó si esa no sería la misteriosa Enfermedad X.
Su laboratorio en la Universidad de Oxford había desarrollado tecnología para crear vacunas contra los virus más virulentos. Entonces cuando los científicos chinos publicaron los detalles genéticos del nuevo coronavirus – con lo cual ponían una meta para el desarrollo de vacunas – ella avanzó a toda velocidad. En estos días oxford publicó resultados alentadores de la primera fase de testeo de su vacuna ChAdOx1, que muestran que generó anticuerpos y células inmunes para reconocer y matar al virus Sars-Cov-2 responsable de la enfermedad Covid-19.
“Es verdaderamente asombroso que, a 100 días de aprender la secuencia genética del virus, Sarah y su equipo lograron comenzar una prueba clínica de la vacuna,” dices John Bell, profesor senior de medicina en Oxford. “Es una científica extraordinaria. Supo exactamente qué se necesitaba y fue absolutamente eficaz en lograrlo.”
Pero el equipo de Oxford tiene competencia. Hay otras 22 vacunas potenciales también en etapas de pruebas clínicas y más de 00 en fases anteriores de desarrollo. “La vacuna de Oxford es la líder, pero eso no significa que al final vaya a ganar”, dice Bell. Y agrega que el mundo va a necesitar varias vacunas para la Covid-19.