Desde el año 2012 la compañía de e-commerce viene intentando convencer a las grandes casas de diseño que vendan a través de su plataforma. Amazon es imbatible vendiendo ropa básica. En Estados Unidos probablemente sea quien más ropa vende pero no le ocurre lo mismo en el nivel de la ropa cara, donde la presentación y el prestigio pesan más que la conveniencia.
Pero la pandemia le está ofreciendo una oportunidad. En Estados Unidos – y en todas partes, las casas de diseño la están pasando mal. Son negocios que necesitan mucho dinero y que de pronto ven, con el cierre de los comercios, desplomarse sus ventas. Muchas de ellas no tienen capital para sobrevivir largo tiempo. Amazon, que sigue atrayendo millones de compradores, les ofrece su ayuda.
No hay garantías de que las personas que compran en Amazon paguen artículos (ropa o accesorios) de US$ 9000, pero por lo menos el emprendimiento puede reforzar las credenciales de Amazon en un sector que hasta ahora no había conquistado.