Se calcula que la demanda caerá 435.000 barriles diarios en el primer trimestre de 2020, menos que el mismo periodo el año anterior y marcando la primera contracció trimestral en más de 10 años, publica IEA.
Ante esa perspectiva la agencia redujo su pronóstico para 2020 en 365.000 b/d a 825.000 b/d, el más bajo desde 2011. El consumo menor al esperado en los países de la OCDE recortó el crecimiento de 2019 a 885.000 b/d.
La baja del pronóstico se produce mientras el coronavirus, que ha infectado a más de 59.000 personas en todo el mundo y matado a más de 1.300, continúa deprimiendo el mercado global y la actividad económica china, con fábricas y empresas cerradas y los viajes restringidos tanto hacia como desde China.
La epidemia también afectó los negocios en otras latitudes, canceló foros económicos y conferencias empresariales, como la del Mobile World Congress que debía tener lugar en Barcelona este mes.
La Organización Mundial de la Salud dice que la epidemia presenta una amenaza muy grave para el mundo y la directora del FMI, Kristalina Georgieva, dijo a la cadena CNBC que la nueva variante de coronavirus “tiene evidentemente mayor impacto para la economía mundial que la epidemia del SARS en 2002-2003”.
El impacto negativo sobre la demanda de petróleo golpeó duro los precios del crudo: el barril Brent cayó US$10 en enero para situarse en US$ 55 el barril.
Pero los precios subieron esta semana ante la perspectiva que los grandes productores de la OPEP y no OPEP, con Rusia a la cabeza, reduzcan la producción para contrarrestar la caída de la demanda (una caída que ya se había instalado antes del coronavirus debido a la guerra comercial entre China y Estados Unidos(.
