También se presentaron algunos de los resultados del Reporte de Seguridad de Microsoft del último año que incluyen: cuáles serán las cinco tendencias clave en seguridad para 2020 y cómo evolucionaron los ataques que Argentina recibió en 2019.
Solo en 2019, los ciberataques costaron más de US$ 1 billón (millones de millones en español), una cifra que representa un aumento respecto a los US$ 600 mil millones que tuvo en 2018. El costo es tres veces más alto que el causado por los desastres naturales.
El dato se desprende de un estudio realizado por la consultora Ipsos para Microsoft Argentina. La encuesta reveló que la mayoría de las empresas entrevistados (76%) considera poco probable ser víctima de algún ataque. Apenas el 17% tiene personal encargado de la seguridad informática y el 27% dijo que no toma absolutamente ninguna precaución para evitar ataques.
Las amenazas a la cíberseguridad son cada vez más complejas y evolucionan de manera más rápida. Así, mientras que el malware y el ransomware se convierten en amenazas pasadas de moda, aquellas que apuntan a la identidad se hacen más fuertes. Microsoft junto a VU Security, analizaron y presentaron las cinco tendencias en cíberseguridad que llegan en 2020.
“El uso intensivo de tecnología crea al mismo tiempo riesgos y oportunidades. Los adversarios son cada vez más sofisticados, están mejor financiados y operan en un mundo donde no hay límites territoriales. Por eso es importante generar confianza en los entornos digitales. En la era de la Inteligencia Artificial, los datos son cada vez más valiosos y la seguridad de la información digital preocupa a actores públicos y privados. La tecnología de Microsoft tiene un papel fundamental en la seguridad que consiste en dotar a las personas de las herramientas necesarias para que puedan estar un paso por delante de los cíberdelincuentes. En este sentido es clave saber cuáles son las amenazas y cómo podemos protegernos. Vemos que el malware y el ransomware se convierten en amenazas pasadas de moda mientras surgen otras más complejas que apuntan a la identidad para las que hay que estar preparados”
Ignacio Conti, especialista en cíberseguridad de Microsoft Argentina y Chile. “Las amenazas a la cíberseguridad no son una preocupación prioritaria para las empresas en Argentina. Existe una baja percepción de riesgo, derivado principalmente de la poca frecuencia con que se perciben en este tipo de incidentes. La mayoría de los entrevistados no considera a la Argentina como un país objetivo de ataques de este tipo. Esta percepción genera un riesgo latente, ya que muchas compañías no están preocupadas de protegerse: sólo un 17% tiene alguna persona encargada de seguridad informática y la frecuencia en que se busca asesoría e información sobre las maneras de protegerse es bastante baja”
Brenda Lynch, directora de Asuntos Públicos de Ipsos. “En VU Security formamos parte de organismos internacionales para colaborar en la acción proactiva ante nuevas amenazas y proveer soluciones para mitigar y prevenir estos riesgos. Hacemos particular hincapié en soluciones que ayudan a resguardar la identidad de los usuarios y respetar su información para que puedan realizar transacciones seguras y sin fricción desde cualquier lugar del mundo”.
Resultados del estudio de IPSOS
El 29% de las empresas argentinas dijo que fue víctima de ciberataques, sobre el total de afectadas, el 35% lo fue durante los últimos 12 meses. Las principales consecuencias fueron el daño a programas o sistemas (58%), la pérdida temporal (58%) o permanente de archivos (42%) y la alteración o destrucción de datos personales (30%).
Respecto a las medidas de protección tomadas para prevenir ciberataques, la mayoría (56%) adquiere software —antivirus, firewall, antispam, etc.— para mejorar la seguridad. El 36% invierte en capacitaciones a los trabajadores para prevenir amenazas, el 35% contrata proveedores externos mientras que el 27% no toma ninguna medida. El estudio muestra que las empresas mejor preparadas en temas de ciberseguridad son aquellas que sufrieron ataques en el pasado, ya que las medidas que se toman son de carácter reactivo.
Un 51% de las empresas declaró sentirse vulnerable frente a eventuales ataques. Las compañías pertenecientes a la industria de servicios son las que manifestaron una mayor sensación de vulnerabilidad (57%). Sin embargo, la mayoría de los entrevistados (76%) dijo que es poco o nada probable que su empresa sufra de algún incidente.
La seguridad informática para los directivos de las compañías de Argentina tiene una prioridad media, ya que solo el 44% manifestó que es una preocupación alta o muy alta. Sólo el 17% de las empresas cuenta con algún especialista en seguridad, esto deja a la gran mayoría con altos riesgos de sufrir ciberataques.
La principal preocupación es la protección contra fugas de información (74%) seguido de que un ataque afecte a la continuidad operacional de la compañía (67%) y de amenazas como phishing, ransomware (66%).
Evolución de las amenazas
La cíberdelincuencia es una industria multimillonaria y la cíberseguridad es uno de los desafíos más importantes de la era digital. En la última década la tecnología evolucionó muy rápido y al mismo ritmo lo hicieron los ataques cibernéticos.
Según datos del Reporte de Seguridad de Microsoft** tanto a nivel mundial como en América latina, el índice de malware está decreciendo. Durante el 2019 Argentina tuvo el segundo índice más bajo en América latina después de Chile. En nuestro país se encontró un 5,43% de malware, una cifra muy por debajo del 24,67% que se encontró en Etiopía, el país más afectado a nivel mundial.
El ransomware es un tipo de ataque que también viene decreciendo, de hecho, Argentina en 2019 tuvo el nivel más bajo del Sudamérica. Los atacantes se volcaron más hacia las empresas porque muchas veces pagan los rescates, mientras que los consumidores aprendieron a tener resguardada su información en la nube, esto los hace menos susceptibles a ser víctimas de este tipo de ataques.
El phishing continúa creciendo a nivel global, sigue siendo el principal vector de ataque para obtener credenciales de acceso. El nivel de sofisticación de los ataques está mejorando, lo que hace que sea más difícil detectarlo y bloquearlo.