El número de víctimas sigue subiendo y ya supera los 20.000.
Macao, una ciudad semi-autónoma, ordenó el cierre de sus casinos ante el aumento vertiginoso de muertes provocado por el nuevo virus y Hong Kong registró su primera fatalidad.
Los médicos expertos en enfermedades respiratorias advierten que los casos podrían aumentar ahora que los viajeros que regresan de sus vacaciones de año nuevo. El nuevo director ejecutivo de la región autónoma china, pidió a los 600.000 residentes del territorio que se mantengan en sus casas y solo salgan para comprar comida. El territorio está cortando muchos servicios públicos y reduciendo el transporte.
Macao, que tiene ya 10 casos confirmados del nuevo coronavirus, también está pidiendo a todos los residentes que usen barbijo cuando tomen transporte público Algunas de las medidas tomadas allí han atraído la atención de Hong Kong, que también tiene el mismo estatus autónomo en China . Allí la percepción general es que las autoridades no están tomando la epidemia con la debida seriedad. Hong Kong tiene 15 casos confirmados. Uno de ellos –un hombre de 39 años que viajó a Wuhan, falleció ayer.
El 27 de enero Macao impidió la entrada de visitantes procedentes de Wuhan y la provincia de Hubei a menos que presentaran una declaración mostrando que estaban libres de coronavirus. Hong Kong tomó una medida similar. Además, cortó los lazos ferroviarios y por ferry con el continente desde el 31 de enero y limitó las entradas terrestres a solo dos puestos fronterizos .
Pero ninguno de los dos territorios se ha aislado completamente de los viajeros del continente.
Las muertes en China llegan a 425 pero el total de casos ya es de 20.438.
Las autoridades japonesas se encuentran decidiendo si poner en cuarentena a más de 3.000 personas que llegaron en un crucero donde había un pasajero con virus positivo.
Otros países continúan las evacuaciones y restringiendo la entrada a chinos o personas que viajaron a ese país recientemente.
El presidente chino, Xi Jinping habló en una reunión del Partido Comunista por segunda vez desde el estallido de la crisis dijo “hemos iniciado una guerra de prevención de la epidemia”.