Tal vez lo más interesante que se vio en la última edición del CES (Consumer Electronics Show) sea Ballie, de Samsung, un robot con forma de pelota de tenis. Con asistente de voz, se mueve por la casa dirigiendo a otros dispositivos y tomando decisiones en tiempo real.
A diferencia de otros asistentes actuales, como Amazon Echo o el Apple Siri, que esperan pasivamente a que le den instrucciones, Ballie responde proactivamente al estado de ánimo de su dueño, o a lo que hace o a sus necesidades. Puede tomar fotos cuando la luz es favorable, o enviar una aspiradora inteligente a retirar lo que el perro ensució sin que se lo pida el dueño.
Es uno de los primeros robots personalizados que marca el fin de la tecnología tipo un mismo talle para todos.
