Si vamos a juzgar por el éxito fenomenal del Pokémon Go (realidad aumentada) y, por otro lado, la escasa difusión de los cascos para jugar con programas de “realidad virtual”, es posible afirmar que la primera tecnología tiene mucho más futuro.
El primero y principal motivo es que los juegos de realidad aumentada usan como plataforma un simple smartphone. La realidad virtual necesita de la PC. Con solo decir eso bastaría para intuir el futuro. Pero conviene comenzar por recordar en qué consisten ambas tecnologías:
Realidad Virtual (VR según siglas inglesas) es un ambiente artificial que es creado con un software y presentado al usuario de tal manera que el usuario acepta creer en la fantasía como si fuera realidad. En una computadora, la realidad virtual se experimenta a través de solo dos de los cinco sentidos: vista y sonido.
La forma más simple de una realidad virtual es una imagen en 3 D (tres dimensiones) que puede ser explorada interactivamente en una PC, por lo general usando teclas o el mouse para que el contenido de la imagen se mueva en alguna dirección, se acerque o se aleje. Puede ser una simulación de un ambiente real, para capacitación o educación; Puede ser el desarrollo de un ambiente imaginado para un juego o un cuento interactivo.
Realidad Aumentada (AR en inglés) es la integración de información digital con el entorno del usuario en tiempo real. A diferencia de la realidad virtual, que crea un entorno totalmente artificial, la realidad aumentada usa el entorno existente y le superpone información nueva.
Hoy, Google Glass y las pantallas instaladas en los tableros de los automóviles son los productos AR más conocidos por los consumidores, pero la tecnología está siendo muy usada en muchas actividades, como medicina, salud, seguridad pública, petróleo y gas, turismo y marketing.
Para el experto Matt Peckam, por ejemplo, la realidad virtual que existe en 2016 es increíblemente cruda” si la comparamos con la realidad verdadera: ocupa solamente dos sentidos (oído y vista) además de fantasmagóricos bordes de un tercero (tacto). Uno, con la realidad virtual, es corto de vista, tiene los brazos adormecidos y todo el cuerpo siente vibraciones pequeñas cuando se golpea con las cosas. Y los objetos virtuales dejan mucho que desear.
Además, hay que usar unos cascos pesados e incómodos y quedarse pegado a la pantalla de una PC. Además, quedarse sentado porque el equilibrio se pierde con facilidad.
Esta tecnología, como todas, ha seguido la curva que siguen casi todas las novedades. Mucho entusiasmo al principio, luego meseta, y decaimiento luego.
En cambio, las posibilidades que presenta para el mercado masivo, al menos por ahora, la realidad aumentada, son muchísimo más amplias.