“A Pfizer y a otras les debería dar vergüenza por haber subido los precios sin motivo”, dijo el presidente Trump. Esta es una guerra que emprendió en el mes de julio, cuando la marca número uno de medicamentos en Estados Unidos aplicó 9% de aumento a una serie de medicamentos, incluido el Viagra y un tratamiento para el cáncer de pulmón. Y triunfó el presidente. Convenció a la empresa a que demorara la aplicación de los aumentos.
Los demoró en lugar de cancelarlos. La compañía dice que Trump tiene hasta fin de año para implementar el plan de precios para los medicamentos que introdujo en mayo. En caso contrario procederá con los aumentos.
Trump viene hablando con vaguedades sobre hacer algo con los precios de los medicamentos desde la campaña. Pero tuitear enojado sobre Pfizer fue parte de un patrón que ha empleado muchas veces en su administración: Menciona públicamente a una compañía que está haciendo algo que no le gusta y luego canta victoria cuando consigue algo.
¿Qué fue lo que pasó? A finales de mayo dijo que las grandes compañías farmacéuticas debían, en cuestión de semanas, hacer recortes masivos de precios “voluntariamente”. No solo eso no ocurrió sino que el 2 de julio se supo que Pfizer había subido los precios de 100 productos. En la mayoría de los casos los aumentos superaban el 9% y eran el segundo aumento de precios de Pfizer en el año. Las drogas cuyos precios subían incluían el tratamiento para el cáncer de pulmón, otro para la presión sanguínea Norvasc y el analgésico Lyrica.
Pfizer dijo en un comunicado que estaba “modificando” los precios a 10% de sus productos y que en algunos casos, el precio bajaba.
Esa información aparentemente le llegó al presidente, quien antes de la inauguración de su mandato había dicho que las farmacéuticas estaban impunemente haciendo lo que querían y varias veces prometió controlar los precios sin dar demasiados detalles de cómo lo haría.
El lunes, Trump tuiteó que Pfizer y otros laboratorios farmacéuticos deberían avergonzarse de la suba de precios y las acusó de aprovecharse de los pobres y de “otros incapaces de defenderse”.
