Weill quiere un avión privado para abandonar Citigroup

El ex mandamás del primer conglomerado financiero mundial planteó el retiro anticipado. Pero, después, lo conmficionó a varias prenedas. Una es retener un “Gulfstream”, que consiguió en 1988, pero a cargo del banco.

21 julio, 2005

En aquel momento, el avión personal –pero no de su propiedad privada- era un premio por negociar la compra de Primerica, una compañía financiera. Ahora, como ironiza el “Wall Street Journal” en la web, “Sanford Weill deberá bajar de las nubes o solventarse un avión propio”. Nadie sabe exactamente para necesita esa máquina un futuro jubilado.

Por tanto, la junta directiva le negó el pedido, junto con seguridad privada y otros beneficios para una vejez tranquila. Otro datos curioso, Well –que es millonario- declinó una oferta transaccional: alquilar el avión con opción de compra (leasing). Las negociaciones se estancaron la semana pasada y siguen así, pero lo mercados no temblaron. Después de todo, el otrora poderoso y temido jerarca ya no pesa.

Ambiciones le quedan. Así, sostiene que precisa el “jet” para recorrerel gran mundo prsentando su futro fodnos de compras apalancadas (es decir, sin poner un centavo y endeudando las sociedades adquiridas). Weill contempla, entre socios o accioinstas principales, el emir Al-Walid bin as-Sa’udí bin Al-Talal, amigo personal del ex CEO y proclive a negocios no siempre transparentes.

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En aquel momento, el avión personal –pero no de su propiedad privada- era un premio por negociar la compra de Primerica, una compañía financiera. Ahora, como ironiza el “Wall Street Journal” en la web, “Sanford Weill deberá bajar de las nubes o solventarse un avión propio”. Nadie sabe exactamente para necesita esa máquina un futuro jubilado.

Por tanto, la junta directiva le negó el pedido, junto con seguridad privada y otros beneficios para una vejez tranquila. Otro datos curioso, Well –que es millonario- declinó una oferta transaccional: alquilar el avión con opción de compra (leasing). Las negociaciones se estancaron la semana pasada y siguen así, pero lo mercados no temblaron. Después de todo, el otrora poderoso y temido jerarca ya no pesa.

Ambiciones le quedan. Así, sostiene que precisa el “jet” para recorrerel gran mundo prsentando su futro fodnos de compras apalancadas (es decir, sin poner un centavo y endeudando las sociedades adquiridas). Weill contempla, entre socios o accioinstas principales, el emir Al-Walid bin as-Sa’udí bin Al-Talal, amigo personal del ex CEO y proclive a negocios no siempre transparentes.

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