a la oportunidad de enseñar control a la gente se sumaron Kellogg, con sus galletitas Keebler, Procter & Gamble, con las famosas Pringles y Kraft Foods con sus galletitas Nabisco, dulces y de agua. Todos ellos han sacado paquetes para que las picaditas entre horas no superen las 100 calorías.
Por un lado los nutricionistas aprueban los alimentos envasados en porciones reducidas, porque hay montañas de evidencia científica que muestra que ayudan a comer menos. Lo que no está claro, sin embargo, es si mucha gente quedará satisfecha o necesitará varios paquetes para saciarse. Se trata, en casi todos los casos, de un tipo de alimento que invita a comer más.
La mayor ventaja de los tentempiés de 100 calorías es que enseñan a controlar la porción. Hay estudios que muestran que las porciones grandes incitan a comer en exceso sin darse cuenta. En abril, el Journal of the American Dietetic Association publicó un trabajo de la universidad de Pennsylvania donde se estudió durante dos semanas a 32 adultos sometidos a diferentes tamaños de raciones. Algunos recibieron porciones estándar, otros 50% más grandes y otros raciones el doble de grandes. Las porciones grandes parecían interferir con las señales internas de saciedad de la persona, haciendo que comiera más de lo que habría comido en otra circunstancia. Aunque las personas no siempre terminaban los platos cuando las porciones eran demasiado grandes, igualmente consumían más calorías de lo que habrían consumido de otro modo. Cuando se ponía el doble de comida en el plato, la persona comía 26% más calorías. Cuantificando: duplicar el tamaño de la porcíón producía un aumento de 530 calorías por día, o medio kilo por semana en mujeres y 812 calorías diarias – kilo y medio a la semana – en los hombres.
Una ventaja del control de la porción envasada es que deja en claro cuánto es lo que se puede comer de más entre comidas. Esos paquetes de 100 calorías podrían ser una buena manera de enseñar a los niños que ése es el tamaño adecuado para picar algo. Pero no se debe olvidar, recalcan los nutricionistas, que estamos hablando de comidas no muy saludables y que si se puede habría que reemplazarlas por elementos más sanos, como fruta, o pasas de uva.
a la oportunidad de enseñar control a la gente se sumaron Kellogg, con sus galletitas Keebler, Procter & Gamble, con las famosas Pringles y Kraft Foods con sus galletitas Nabisco, dulces y de agua. Todos ellos han sacado paquetes para que las picaditas entre horas no superen las 100 calorías.
Por un lado los nutricionistas aprueban los alimentos envasados en porciones reducidas, porque hay montañas de evidencia científica que muestra que ayudan a comer menos. Lo que no está claro, sin embargo, es si mucha gente quedará satisfecha o necesitará varios paquetes para saciarse. Se trata, en casi todos los casos, de un tipo de alimento que invita a comer más.
La mayor ventaja de los tentempiés de 100 calorías es que enseñan a controlar la porción. Hay estudios que muestran que las porciones grandes incitan a comer en exceso sin darse cuenta. En abril, el Journal of the American Dietetic Association publicó un trabajo de la universidad de Pennsylvania donde se estudió durante dos semanas a 32 adultos sometidos a diferentes tamaños de raciones. Algunos recibieron porciones estándar, otros 50% más grandes y otros raciones el doble de grandes. Las porciones grandes parecían interferir con las señales internas de saciedad de la persona, haciendo que comiera más de lo que habría comido en otra circunstancia. Aunque las personas no siempre terminaban los platos cuando las porciones eran demasiado grandes, igualmente consumían más calorías de lo que habrían consumido de otro modo. Cuando se ponía el doble de comida en el plato, la persona comía 26% más calorías. Cuantificando: duplicar el tamaño de la porcíón producía un aumento de 530 calorías por día, o medio kilo por semana en mujeres y 812 calorías diarias – kilo y medio a la semana – en los hombres.
Una ventaja del control de la porción envasada es que deja en claro cuánto es lo que se puede comer de más entre comidas. Esos paquetes de 100 calorías podrían ser una buena manera de enseñar a los niños que ése es el tamaño adecuado para picar algo. Pero no se debe olvidar, recalcan los nutricionistas, que estamos hablando de comidas no muy saludables y que si se puede habría que reemplazarlas por elementos más sanos, como fruta, o pasas de uva.