Señor, libéranos de la nafta a más de cuatro dólares el galón
Así ruegan grupos evangélicos ante estaciones de servicio en el cinturón bíblico de Estados Unidos. Entretanto, la clase media deja de manejar. El tráfico urbano bajó en julio por séptimo mes seguido, algo que no ocurría desde 1973/4.
2 agosto, 2008
<p>En verdad, el hombre de la calle no espera que dios alguno lo saque del brete. Éste se reduce a unos pocos números: el precio medio de la nafta común ha ido subiendo en apenas un año de US$ de 0,46 a 1,06 el litro; más de 130%.</p>
<p>Tras resistir un tiempo, hoy la gente usa menos el coche o malvende camionetas 4×4 “traganafta” en favor de modelos más chicos y de menor consumo. Esto y la inexplicable tozudez de las empresas –aferradas a una contradicción de términos, los “utilitarios deportivos”- explica que, en el segundo trimestre, Ford Motor haya perdido US$ 8.700 millones y General Motors la haya “superado” anotándose 15.500 millones.</p>
<p>Flaco consuelo es que, desde principios de mayo, rutas y calles ya no se atiborren de vehículos. Otro síntoma es la creciente cantidad de policías urbanos que patrullan a pie o en bicicleta, como es tradicional entre sus colegas ingleses. Pero, claro, la enorme superficie del país impide prescindir de autos y camionetas, aunque –verbigracia- Florida o Tejas proyecten reemplazar sus costosas y espantosas “Hummer” por unidades más baratas y menos consumidoras.</p>
<p>Hasta el momento, sólo Ford ha anunciado una drástica reconversión hacia modelos más pequeños y económicos. En GM esperan que el letárgico Richard Wagoner reaccione y siga el ejemplo. En Chrysler, el futuro está en manos de Roberto Nardelli, un experto en comercio minorista, no en automotores. En cuanto al único segmento no afectado por naftas caras, el de lujo y semilujo, los impersonales Cadillac o Lincoln no compiten con Lexus, BMW, Alfa Romeo, Porsche, Mercedes Benz ni el discreto MiniCooper.</p>
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