Robots con sensibilidad en la piel
La clave de esta tecnología sensible al tacto radica en los materiales QTC (Quantum Tunnelling Composites) patentados por la compañía. Ellos que son materiales poliméricos electroactivos -- pueden dotar a cualquier dispositivo de la capacidad de sentir el tacto y la presión. El resultado es que la acción de tocar se traduce en una reacción eléctrica.
4 julio, 2011
<p>Aprovechando este avance, investigadores de la Universidad Técnica de Munich (TUM) han diseñado brazos robóticos articulados capaces de reaccionar al calor o las caricias. Los científicos pudieron proporcionar esta capacidad a las máquinas, gracias a unas pequeñas placas hexagonales que, al unirse, dan lugar a una piel artificial sensible. Con ella, los robots puedenn percibir señales externas.<br />
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Entre las aplicaciones que se avizoran en un futuro cercano al aplicar estos descubrimientos figuran los robots camareros y los robots domésticos para ayudar en la realización de las tareas del hogar, robots utilizados en el sector educativo o servicios (por ejemplo, para llevar a cabo la vigilancia de un lugar), otros dedicados a tareas de búsqueda y rescate, o robots para trabajar en el ámbito de la medicina.</p>
<p>El desarrollo sensorial de estos sistemas autómatas, en cambio, es uno de los retos en los que la comunidad científica viene trabajando. En Alemania, un equipo de científicos de la Universidad Técnica de Munich (TUM) ha diseñado una piel artificial para robots, consiguiendo así que estas máquinas inteligentes tengan su propio sentido del tacto. Con esa piel, los robots percibirán la temperatura ambiente y reaccionarán ante el contacto físico.</p>
<p>Con esta información táctil, será posible por primera vez que las máquinas aumenten su percepción de la realidad, facilitada además por los ojos de una cámara, los escáneres infrarrojos o las manos articuladas.</p>
<p>Como ocurre con la piel humana, la piel artificial percibe si va a chocar con un objeto y reacciona realizando algún movimiento; o sabe que está sujetando un objeto porque lo siente y además lo percibe a través del sentido de la vista, ejemplos ambos que se muestran junto con otras funciones más en el vídeo añadido.</p>
<p><strong>Sensores infrarrojos simuladores del tacto </strong></p>
<p>La pieza central que conforma esta nueva cubierta robótica es un tablero de cinco centímetros cuadrado con una placa hexagonal integrada. Cada pequeña placa de circuito consta de cuatro sensores infrarrojos que reconocen la presencia de cualquier elemento a menos de un centímetro de distancia. Además, la placa contiene seis sensores de temperatura y un acelerómetro. Esto permite que la máquina registre con total precisión el movimiento de miembros individuales, por ejemplo, de sus brazos, y por lo tanto que sepa qué partes del cuerpo acaba de mover.</p>
<p>Placa a placa, todas las partes de este sistema de estructura completamente plana se colocan en forma de panal. Para que el robot tenga la capacidad de detección, las señales de los sensores son procesadas por un ordenador central.</p>
<p>Según el responsable del proyecto, “cada módulo sensorial pasa no sólo su propia información, sino que también sirve como centro de datos para los diferentes elementos sensoriales. Esto sucede automáticamente, asegurando que las señales lleguen de forma alternativa en caso de que una conexión falle”. <br />
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