Perros y gatos, fuera de la cama

Un equipo de investigadores estadounidenses ha identificado una serie de enfermedades que los animales domésticos pueden transmitir al humano. Aconsejan adoptar reglas de higiene para evitar riesgos.

25 enero, 2011

<p>Es normal que quien tenga un gato o un perro en la casa pronto pasa a considerarlo algo as&iacute; como un hijo o un miembro de la familia. Muchos ignoran, sin embargo, que los mimos de un animal dom&eacute;stico, si bien hacen muy bien al estado de &aacute;nimo, pueden ser un veh&iacute;culo de infecciones, de las m&aacute;s inofensivas a las m&aacute;s serias. <br />
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Lo sostienen expertos de la universidad de California. En particular, Bruno Chomel, docente de la escuela de Medicina veterinaria del ateneo californiano, en la revista Emerging Infectious Diseases. Muchos estudios realizados en Gran Breta&ntilde;a, Estados Unidos, Francia y Holanda, confirman que los animales son un peligro para el ser humano. <br />
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Citan, por ejemplo, el caso de un ni&ntilde;o de 9 a&ntilde;os que contrajo una extra&ntilde;a peste luego de haber dormido con su gato. La culpable, una pulga. Una mujer inglesa de 64 a&ntilde;os contrajo meningitis por haber besado en la boca a su perrito. Una pareja contrajo varias veces la infecci&oacute;n de Mrsa (estafilicoco aureo) porque permit&iacute;a que su perrito pasara la noche en su cama, debajo de las cobijas. Dormir con perros ha significado para algunos contraer la enfermedad de anquilostomiasis: una lombriz que penetra la piel y llega hasta el duodeno, donde puede anidar y quedarse all&iacute; para siempre.</p>
<p>Tambi&eacute;n provocan inflamaciones intestinales causadas por asc&aacute;ridos (otra familia de lombrices) o una infecci&oacute;n bacterial muy peligrosa para los ni&ntilde;os. Al final del informe se habla tambi&eacute;n de estafilococos resistentes a los f&aacute;rmacos. El mayor riesgo lo corren los j&oacute;venes, los ancianos y todos aquellos con sistema inmunol&oacute;gico comprometido, como los pacientes sometidos a trasplantes y los diab&eacute;ticos.</p>
<p>No se trata de sembrar alarma, dicen los estudiosos, s&oacute;lo es necesario cuidar muy bien la salud de los animales propios, porque un perro o un gato sanos dif&iacute;cilmente son veh&iacute;culos de infecciones. . Pero adem&aacute;s, tomar algunas precauciones. Por ejemplo, despu&eacute;s de jugar con un perro o con un gato es preciso siempre lavarse las manos. <br />
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