¿Manejás mucho de noche? Hacelo con todas las luces

Llega un momento en que el auto es casi como una extensión de nuestro cuerpo. Lo manejamos con tanta naturalidad que nos olvidamos de que manejar es mucho más que tener las manos al volante. Necesitamos todos los sentidos, toda la atención y todas las luces. Por Nicolás D’Alessandro.*

6 julio, 2015

 La seguridad en la vía pública depende, en grande parte, de la capacidad de los conductores de percibir señales y responder con celeridad. Frenar a tiempo para evitar una colisión, cambiar la dirección para evitar un obstáculo, utilizar la bocina para alertar a otro conductor o indicar una maniobra a través de las luces.

 

Los estudios realizados por especialistas demuestran que durante la noche se triplica la probabilidad de de accidentes automovilísticos. Esto se debe principalmente al cambio de percepción que tenemos frente a la alta velocidad, al aumento de la fatiga visual y a la somnolencia, efectos que se potencian por la disminución de luz. Con el fin del día, los conductores pierden gran parte de la visión periférica y solo pueden ver debidamente a cortas distancias.

 

Por lo tanto, hay que recordar la importancia que el sistema de iluminación de un automóvil tiene para la seguridad vial. Generalmente cuando nos vamos de viaje, la preocupación principal pasa por los neumáticos, los frenos y el motor. Todavía no tenemos incorporado el concepto de que las lámparas son piezas esenciales en un vehículo. Aunque parezcan secundarias, con lámparas adecuadas podemos garantizar que el conductor tenga mayor profundidad de visión y así pueda evitar graves accidentes.

 

Es importante destacar que en la mayoría de los casos, para aumentar la eficiencia del sistema de iluminación, solo debemos reemplazar nuestras lámparas por versiones más eficientes. Hoy, el mercado ofrece diferentes tipos que pueden mejorar la distribución de luz,  ser más brillantes y tener mayor alcance. Existen distintas tecnologías que se van superando día tras día.

 

Consideramos que es primordial comprar productos auténticos, que cuenten con homologaciones locales e internacionales, ya que equipamientos no debidamente certificados pueden generar el efecto contrario al deseado y llevarnos a situaciones de riesgo. Un ejemplo típico y recurrente es el encandilamiento, que puede ocasionar accidentes graves. La combinación entre la tecnología especializada para conducción nocturna y conductores conscientes  son una fórmula muy eficiente para construir caminos más seguros.

 

* Nicolás D’Alessandro es Gerente de Ventas de OSRAM Argentina

 

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