Los amigos no ayudan a bajar de peso

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Si quieres bajar de peso, no se lo digas a tus amigas. 

En este mismo momento, alguien que conocemos está tratando de bajar de peso. Probablemente sea una mujer, según demuestran los estudios, entrando al nuevo año con nuevos bríos y decisiones. Pero es muy difícil mantener una dieta, cambiar un estilo de vida o como se lo quiera llamar, y 92% de las resoluciones que se hacen a principios de año fracasan.

Esto es lo que no ayuda: “Vamos, date un gustito” Bueno, si vos no vas a comer postre, yo tampoco”. “No sé qué es lo que estás diciendo, si estás muy bien”. Seguramente todos hemos escuchado estas frases. Tal vez hasta las hayamos dicho nosotros mismos, con toda las buena voluntad del mundo. Pero tengamos algo claro: son sabotaje.

A menos que alguien esté mostrando señales de desórdenes alimenterios o que haga dieta compulsiva – algo importante para pensar — los esfuerzos para alcanzar un peso saludable y las razones para hacer dieta, no le incumben a nadie mas que a nosotros mismos. Si piensas que tus amigos, y hasta tus familiares, están tratando de sabotearI tus esfuerzos por adelgazar, no eres la única.

Un estudio de la Stanford University muestra que más de 75% de las mujeres “nunca” o “rara vez” recibieron apoyo de amigos y familiares cuando se trató de perder peso. ¿Qué razones puede tener la gente a quien quieres para sabotear tus esfuerzos por hacer algo difícil? Hay muchas razones, y van desde las benignas hasta las patológicas.

Cuando declaras públicamente tu deseo de bajar unos kilos puede ser una amenaza para los demás, han descubierto los psicólogos. Parte de esto es “el privilegio de la delgadez”: especialmente para las mujeres, cuando más delgada estás más privilegiada eres en tu vida amorosa, profesional y situación económica. Los estudios han demostrado que tanto los hombres como las mujeres consideran que las mujeres son más atractivas cuando son delgadas.

Esta deprimente verdad puede generar competitividad y sentimientos de inferioridad en tus compañeras de comida. Por ejemplo, si eliges una ensalada en lugar de un plato de fideos la otra persona se puede sentir obligada a pedir lo mismo,imitando tus esfuerzos por adelgazar de un modo competitivo— un hábito que se puede convertir en un síntoma de alteración alimentaria. Esa inseguridad se puede también manifestar en tratar de disuadirte de hacer dieta o de cuestionar si debes o no continuar con tus esfuerzos. Pero no necesita ser así de complejo.

Algunos estudios muestran que las amigas evitan a una amiga que hace dieta porque se vuelve “aburrida”. Un estudio muestra que para evitar dificultades sociales muchas mujeres dejan de hacer dieta o alteran su conducta para mantener relaciones. Algunas termina creando “días de trampa” en los que se olvidan de su dieta para ocasiones sociales. El problema con eso es que son un riesgo de caer en los atracos, una de las razones principales del sobrepeso.

De todas las razones por las que tus amigas podrían sabotear tus esfuerzos la más entristecedora es que quieren que sigas gorda porque las hace sentir mejor. Pero las amigas no siempre tienen la culpa. También está el auto sabotaje. Si sabes que determinados restaurantes o determinados alimentos te tientan, evítalos y mantente alejada de situaciones o personas que probablemente te vayan a hacer comer.

Pero incluso el acto de comunicar a tus amistades tu intención de hacer grandes cambios en tu vida puede ser una forma de auto-sabotaje. Los psicólogos han descubierto que hacer una declaración pública de tus “metas de identidad”, de cambiar el concepto de quién eres, de tomar un rumbo diferente, de lograr un determinado peso, puede resultar espectacularmente contraproducente. En primer lugar, porque el cambio siempre es gradual, no espectacular, especialmente cuando se trata de dietas.

Los expertos aconsejan que para triunfar mejor que pensar “voy a bajar 10 kilos” es pensar “voy a bajar un kilo”. Una vez logrado eso, fijarse una nueva meta. Quien alguna vez ha tratado de bajar de peso sabe que perder un kilo no es lo mismo que mantener esa pérdida, por muchos motivos. Por eso hace falta apoyo, peor no de las personas con quienes compartes la comida. Apoyo de un grupo de apoyo. Hay muchos estudios que demuestran que el apoyo social ayuda a bajar de peso.

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