Los pediatras sostienen que, en los adolescentes, el proceso es un tanto diferente del de los adultos dados los cambios físicos, hormonales y psicológicos por los que atraviesan en la pubertad. La American Academy of Pediatrics (AAP) concluye que los adolescentes difícilmente puedan conciliar el sueño antes de las 23:00 hs., por lo tanto aprovechan más y mejor las horas de la noche que los adultos. A su vez, sostiene que deben dormir más horas en la mañana y evitar intentos compensar las horas de sueño perdidas con pequeñas siestas.
Por eso es que la AAP recomienda a las escuelas que las clases no comiencen antes de las 8:30 hs para asegurar al menos ocho horas de sueño. Los trastornos de sueño en los adolescentes pueden ser irreversibles y conducir a todo tipo de enfermedades, como diabetes, obesidad, insomnio crónico y depresión.
Un informe de la Rand Corporation estadounidense establece que sería bueno que las escuelas iniciaran una hora más tarde de lo acostumbrado. Algunas escuelas de ese país inician las clases a las 7 de la mañana. La Rand sugiere por lo menos 8:30 o 9 de la mañana. Si eso se hiciera, afirma, en un plazo de 15 años la economía ganaría el equivalente a US$ 140.000 millones.
La ganancia, que sería de US$9.300 millones al año según ellos, surgiría principalmente del mejor desempeño académico, que aumenta la probabilidad de graduación y de posterior empleo; y de una reducción en los choques de autos, lo que significa que aumenta el número de estudiantes que llegan a formar parte de la fuerza de trabajo