La gente está comprando más de lo que puede guardar

Las familias de clase media tienen más objetos, gozan de mejor salud y tienen más posibilidades que sus abuelos y -muchas veces– que sus padres. El hogar promedio de hoy tiene 3,1 televisores, según la Consumer Electronics Association. En 1980, la relación entre televisores y unidad familiar era de 1,7. Casi 92% de las casas tiene auto y 85% tiene aire acondicionado.

Muchas familias gastan más de lo que ganan y compran más de lo que pueden almacenar.

“La mayoría de las casas estadounidenses rebalsan de muebles, equipos de acampar y deportivos”, dijo en una nota Joseph Quinlan, del Bank of America, a sus clientes. Allí decía que la posibilidad de guardar cosas en unidades de almacenaje es un complemento importante del crecimiento global porque los consumidores seguirán gastando mientras tengan lugar donde guardar lo que compran. “Si los consumidores de Estados Unidos se quedan sin lugar de almacenamiento, la economía global está condenada”, remató.

Casi 40% del espacio de auto-almacenamiento disponible en el país está alquilado por empresas. Además, mucha gente alquila depósitos porque se muda o por una cantidad de otras razones. El negocio de los depósitos mueve hoy en Estados Unidos unos US$15.000 millones, más de los ingresos de todos los cines del país. Hay cinco empresas en este rubro. La más grande, Public Storage, dice que más de 90% de las unidades están alquiladas. Además, el auto-almacenamiento –o sea, espacios alquilados para guardar objetos personales- ya no son las características bauleras con candado. Ahora son espacios con ascensores, ambiente climatizado y buena instalación. La demanda es tan grande que ya hay viejas tiendas reacondicionadas como instalaciones de depósito.

Por lo general, la gente alquila una de esas unidades para guardar muebles, artículos de cocina, ropa, fotos y cuadros o pinturas, elementos de playa o adornos festivos, libros y revistas, toallas y ropa de cama.

Las familias de clase media tienen más objetos, gozan de mejor salud y tienen más posibilidades que sus abuelos y -muchas veces– que sus padres. El hogar promedio de hoy tiene 3,1 televisores, según la Consumer Electronics Association. En 1980, la relación entre televisores y unidad familiar era de 1,7. Casi 92% de las casas tiene auto y 85% tiene aire acondicionado.

Muchas familias gastan más de lo que ganan y compran más de lo que pueden almacenar.

“La mayoría de las casas estadounidenses rebalsan de muebles, equipos de acampar y deportivos”, dijo en una nota Joseph Quinlan, del Bank of America, a sus clientes. Allí decía que la posibilidad de guardar cosas en unidades de almacenaje es un complemento importante del crecimiento global porque los consumidores seguirán gastando mientras tengan lugar donde guardar lo que compran. “Si los consumidores de Estados Unidos se quedan sin lugar de almacenamiento, la economía global está condenada”, remató.

Casi 40% del espacio de auto-almacenamiento disponible en el país está alquilado por empresas. Además, mucha gente alquila depósitos porque se muda o por una cantidad de otras razones. El negocio de los depósitos mueve hoy en Estados Unidos unos US$15.000 millones, más de los ingresos de todos los cines del país. Hay cinco empresas en este rubro. La más grande, Public Storage, dice que más de 90% de las unidades están alquiladas. Además, el auto-almacenamiento –o sea, espacios alquilados para guardar objetos personales- ya no son las características bauleras con candado. Ahora son espacios con ascensores, ambiente climatizado y buena instalación. La demanda es tan grande que ya hay viejas tiendas reacondicionadas como instalaciones de depósito.

Por lo general, la gente alquila una de esas unidades para guardar muebles, artículos de cocina, ropa, fotos y cuadros o pinturas, elementos de playa o adornos festivos, libros y revistas, toallas y ropa de cama.