La disyuntiva de la vida verde
En su libro The Conundrum (La disyuntiva) David Owen, columnista de New Yorker, detalla lo que considera las paradojas e hipocresías de la vida verde. En el centro de sus ataques se encuentran el auto híbrido y la bombita de bajo consumo.
22 febrero, 2012
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Owen sostiene que los productos sustentables y las estrategias de vida ecológica o bien son irrelevantes o empeoran los problemas reales. Su lógica se basa en un principio económico conocido como el “efecto rebote”: los avances en eficiencia energética bajan el costo de una actividad dada, lo cual provoca que la gente practique más esa actividad, cancelando no sólo los ahorros sino también los beneficios ambientales. <br />
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Owen mantiene en su escritorio una latita de cerveza, de aluminio, de los años 40. Pesa cinco veces más que la lata actual de Bud Light. Las conquistas en eficiencia abarataron la producción de las latas, su transporte y su eliminación. El costo de comprarse una lata cayó tanto que más gente lo puede hacer, con lo cual se usa más aluminio, no menos. <br />
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Y luego presenta “la falacia del Prius”: se trata de creer que cambiando por un modo de traslado ostensiblemente más eficiente , convierte a la movilidad en aalgo ambientalmente positivo. Cita estadísticas que muestran que a medida que los funcionarios de gobierno tomaron medidas para aumentar la eficiencia energética, el consumo de gasolina aumentó porque todos manejamos más. <br />
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The Conundrum está plagado de otros dilemas. Los aires acondicionados son más eficientes y más baratos. Por lo tanto, ahora más hogares los tienen. Cuando más accesibles son las bombitas de luz, más tiempo se dejan prendidas. Los aviones son más eficientes y más rápidos que nunca en su historia, y por lo tanto más barato se hace viajar distancias más grandes. Owen no teme cuestionar hasta el sagrado principio de la vida verde: comer alimentos orgánicos y locales. Dice que la gente está dispuesta a viajar con sus camionetas hasta donde haga falta para conseguir alimentos orgánicos con granjeros urbanos. Si todo el mundo hiciera lo mismo, se gastaría mucho más en gasolina que si todos compraran en la verdulería de la esquina. <br />
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A Owen le gustaría que todos, hoy, tuviéramos un Ford Modelo T. “Si el único vehículo disponible en la actualidad fuera el Modelo T de 1920, ¿cuántas millas creen ustedes que manejarían por año? ¿Y a qué distancia cree usted que viviría de su trabajo?. A él le gustaría imponer la frugalidad energética aumentando los impuestos a la gasolina y poniendo tope al consumo. “Las iniciativas de eficiencia no tienen sentido como estrategia ambiental”, escribe “a menos que sean precedidas – por medidas que obliguen a grandes recortes en el uso total de la energía”. <br />
Owen ignora, en todo lo largo de su razonamiento, es la irreversible vocación de la humanidad por el confort. <br />
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<em>The Conundrum:<br />
How Scientific Innovation,<br />
Increased Efficiency, and<br />
Good Intentions Can Make<br />
Our Energy and Climate Problems Worse<br />
By David Owen</em></p>
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