<p>El momento de jubilarse es vivido, por mucha gente, como una especie de premio por toda una vida de trabajo, en la cual hay lugar para el descanso, el tiempo libre, la tranquilidad y la dedicación a actividades de recreo o hobbies que antes no entraban en el cronograma.</p>
<p>Pero, los estudiosos aconsejan entrar a ese período de manera gradual. Si se pasa bruscamente de la actividad a la inactividad, las consecuencias psíquicas pueden ser peligrosas: la sensación de ya no ser útiles puede conducir a la apatía y el aislamiento.</p>
<p>La publicación online <em>Tendencias 21</em> cita datos científicos emanados por el estudio interuniversitario que se prolongó durante seis años y abarcó a más de 12.000 personas en edad de retiro. Los investigadores buscaron estudiar el ritmo al que esas personas desarrollaban enfermedades de todo tipo.</p>
<p>Los resultados del estudio, que fue publicado en el “<em>Journal of Occupational Health Psychology</em>”, demuestran que los trabajadores que se retiran totalmente al llegar a la edad definida para ello tienen más posibilidades de sufrir ataques cardíacos, desarrollar cáncer y otras enfermedades graves que aquellos que al retirarse continúan trabajando de manera independiente o consiguen un empleo de medio tiempo.</p>
<p>El estudio, llamado “<em>Bridge Employment and Retirees’ Health: A Longitudinal Investigation</em>” (Empleo de transición y salud de retirados: una investigación longitudinal), recomienda recurrir a un empleo de transición, que sirva de puente entre ambas etapas de la vida, la activa y la pasiva. .</p>
<p>En general, el estudio sugiere que seguir trabajando después de los 58 años, ya sea en algo relacionado con la propia carrera o en algo diferente, es beneficioso para la salud pues parecería asegurar menos riesgos de sufrir varias enfermedades graves. Muestra que quienes se retiraron totalmente contrajeron más enfermedades graves que quienes no abandonaron su empleo de siempre.</p>
<p>En lo que respecta a salud mental, la investigación señala que se observa una mejoría en quienes continúan trabajando después de jubilarse, pero sólo cuando las nuevas funciones guardan relación con la propia carrera. <br />
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Jubilarse está bien; dejar de trabajar, no
Seguir trabajando después de retirarse es bueno para la salud, concluye un estudio realizado en las universidades de Maryland y California. Los jubilados inactivos tienen más riesgo de sufrir ataques cardíacos, cáncer y otras enfermedades graves