En lujo, China, Brasil, Indonesia y emiratos
Mientras el comercio minorista sigue en problemas, la inclinación por lo caro florece en países como los mencionados. Por ejemplo, el grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) batió récords en 2011. Sólo en el IV trimestre, las ventas subieron 20%.
<p>En tanto, otro conglomerado francés, PPR –controla Gucci, entre otros activos de alto precio-, reveló el viernes un incremento de 22% en ventas. Según diversas fuentes, no existen indicios de que la tendencia se abata este año. Por lo demás, subrayan expertos en la materia, se trata de un mercado relativamente chico y conservador.<br />
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Paralelamente, señala François Pinault, vicepresidente de ese grupo a cargo de Yves Saint-Laurent, Bottega Veneta y Balenciaga, “operamos en un segmento muy globalizado. Por ejemplo, hay un crecimiento estructural en Asia oriental, meridional y la península arábiga. Prevemos ulterior expansión durante los próximos ocho o diez años”.<br />
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Naturalmente, la demanda no proviene sólo de China o India. Los campeones del lujo han puesto los ojos en Brasil, Indonesia, Vietnam y Singapur. En particular, los tres primeros. Yendo a detalles, rubros masculinos (relojes, calzado) muestran un desempeño espectacular.<br />
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Excesos de optimismo no faltan. Bernard Arnault (LVMH) sostiene que “el mundo del lujo aumenta y nos exige cada vez más”. Algunos analistas independientes son menos entusiastas y el ritmo de 2011 no les parece sustentable. <br />
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Sea como fuere, existe una clase mundial de clientes que piden bolsos de marca, perfumes costosos, joyas y champagne. A menudo, esos potentados no saben exactamente qué beben o se ponen encima. Pero compran a rolete.</p>
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