jueves, 10 de julio de 2025

Ejercicio vertical acuático crece en mayores de 40 en Argentina

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La disciplina combina entrenamiento integral y bajo impacto, con beneficios físicos y sociales.

El ejercicio vertical acuático ha experimentado un aumento en su popularidad entre personas mayores de 40 años en los últimos años. Esta práctica se consolida como una alternativa integral y de bajo impacto para el cuidado corporal y mental, gracias a la utilización de las propiedades del agua para un entrenamiento completo y seguro.

A diferencia de la natación tradicional, el ejercicio vertical acuático se realiza en posición erguida dentro de la piscina, aprovechando la resistencia natural que ofrece el agua. La entrenadora internacional Vanina Delfino, entrenadora internacional de la Asociación de Ejercicios Acuáticos (AEA) y disertante de Mercado Fitness 2025, explica que «hoy existen ejercicios orientados que permiten utilizar la piscina como una sala de gimnasio 360°». La viscosidad del agua genera una resistencia 12 veces superior a la del aire, provocando una carga en el cuerpo en múltiples direcciones y ángulos. Entre las modalidades que incluye esta práctica se encuentran el entrenamiento funcional, aquacrossfit, ciclismo acuático y boxeo en el agua.

Esta variedad de opciones amplía el público objetivo, que supera el segmento de adultos mayores. El bajo riesgo de lesión y el trabajo corporal integral son aspectos valorados especialmente por este sector. Delfino describe esta actividad como «la medicina del futuro» y agrega que «hoy todos los médicos te mandan al agua. La piscina es recomendable para cualquiera debido a que la presión hidrostática favorece la circulación y el retorno venoso, lo cual ayuda a la remoción del ácido láctico y disminuye el dolor post entrenamiento, independientemente del grado de intensidad».

Beneficios físicos y mentales

Más allá de los beneficios físicos, el ejercicio vertical acuático también impacta en la salud mental. La interacción con pares y profesores conforma un aspecto social relevante que favorece la adherencia a la actividad física. Según la entrenadora, «la generación de comunidad es uno de los factores de adherencia más grandes». Este componente social contribuye a mantener la motivación y a evitar el abandono de la práctica deportiva.

En Argentina, la percepción sobre la pileta ha evolucionado. Ya no se la considera únicamente un espacio de entretenimiento o deporte, sino que se la reconoce como un agente de salud integral. En este marco, especialistas anticipan un crecimiento del denominado “entrenamiento anfibio”, que combina ejercicios en tierra con movimientos dentro del agua para aprovechar los beneficios de ambos ambientes.

Otro fenómeno que se observa es la creciente participación masculina en estas prácticas. Hasta hace poco, el ejercicio vertical acuático se asociaba mayormente con mujeres y adultos mayores. La viralización de entrenamientos acuáticos realizados por atletas de alto rendimiento, como Usain Bolt y Cristiano Ronaldo, contribuyó a modificar estos estereotipos. En países europeos como Italia y Portugal, la paridad entre hombres y mujeres en las piletas es una realidad, y se prevé que Latinoamérica adopte esta tendencia.

Expansión y enseñanza en edades tempranas

En Argentina también se registra un avance en la enseñanza del ejercicio vertical acuático a bebés y niños, concebido como un primer contacto respetuoso y lúdico con el medio acuático. El objetivo es que los más pequeños se familiaricen con el agua a través de juegos, cantos y desplazamientos, dejando atrás prácticas invasivas como las inmersiones no voluntarias.

Desde el punto de vista sanitario, se recomienda no iniciar la actividad antes de los seis meses de edad, cuando se completa la primera etapa del calendario de vacunación. La falta de piletas específicas para bebés y la necesidad de protegerlos frente a factores como la temperatura y la calidad del agua son aspectos fundamentales para garantizar la seguridad.

En definitiva, el ejercicio vertical acuático se posiciona como una opción accesible y completa para distintos grupos etarios y condiciones físicas. Sus beneficios abarcan desde la salud cardiovascular y muscular hasta el bienestar emocional y social, consolidándose como una alternativa relevante dentro del abanico de actividades físicas disponibles en el país.

Según informó la Asociación de Ejercicios Acuáticos, la práctica sigue en expansión y se espera que su crecimiento continúe impulsado por la combinación de factores físicos, sociales y sanitarios que la caracterizan.

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