Distracción o las fugas del cerebro
En la Universidad de Harvard se realizó un estudio sobre por qué la gente se distrae. Sólo el sexo y los hijos mantienen la mente adherida a la realidad.
25 noviembre, 2010
<p>Parece que el presente para nuestro cerebro fuera una jaula de la cual escapar. La mitad del tiempo que estamos despiertos la transcurrimos, en realidad, pensando en otra cosa que no es la actividad en la que – aparentemente – estamos concentrados. En la Universidad de Harvard se dedicaron a trazar un mapa con las divagaciones de la mente.</p>
<p>El estudio de Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert sale hoy en Science y concluye que: "A diferencia de los demás animales, el hombre transcurre gran parte del tiempo pensando en cosas que están sucediendo a su alrededor, contemplando acontecimientos que ocurrieron en el pasado, que podrían suceder en el futuro o que simplemente no sucedieron nunca".</p>
<p>La divagación, según los investigadores, es el modo operativo dominante del cerebro, aquello que se instala en automático cuando no estamos obligados a ocuparnos en algo. Distraídos transcurrimos 46,9% de nuestra jornada y hay una sola actividad en la cual descendemos a menos de 30%, la sexual. El trabajo, la computadora, la televisión y las conversaciones son los entornos ideales para la divagación. Hacer deportes, jugar, escuchar radio, cuidar el propio cuerpo o de los hijos son, al contrario, las tareas que mantienen la mente relativamente pegada a la realidad. <br />
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