lunes, 2 de diciembre de 2024

China: una planificación familiar forzada

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El viejo modelo de planificación familiar que China impuso hace una década es reforzado con esterilizaciones y abortos forzados. Inclusive aquellos que defendían el plan original comienzan a alzar su voz en contra de estas violaciones a los derechos humanos.

<p>Tasas de crecimiento del 0.5% anual. Eso es &eacute;xito para algunas aldeas peque&ntilde;as de China en lo que a crecimiento poblacional se refiere. El pueblo de Xiaotun, por ejemplo, vio aumentada su poblaci&oacute;n de 1871 en s&oacute;lo diez personas en el &uacute;ltimo a&ntilde;o. Nadie puede disputar con esas cifras, pero s&iacute; con los m&eacute;todos: las esterilizaciones son cada vez m&aacute;s comunes y los abortos forzados por las autoridades, tambi&eacute;n.</p>
<p>De hecho, hay pueblos que tienen un control estricto de los n&uacute;meros. En el Centro de Planificaci&oacute;n Familiar de Xiaotun est&aacute;n registrados los n&uacute;meros de las mujeres casadas en edad reproductiva que tienen uno, dos o m&aacute;s hijos. Tambi&eacute;n all&iacute; aparecen listadas las medidas anticonceptivas que usan cada una de ellas. S&oacute;lo cuatro de 228 mujeres con dos hijos o m&aacute;s usan anticonceptivos orales o de barrera. El resto, 224, fueron esterilizadas. Un n&uacute;mero elevado que deja margen para la sospecha.</p>
<p>El gobierno chino no niega que exista cierto nivel de intromisi&oacute;n. De hecho admite que las mujeres son revisadas en los pueblos cada mes. Si est&aacute;n embarazadas con un segundo hijo las autoridades sugieren un aborto. Sin embargo, reportes de otras provincias chinas sugieren m&eacute;todos un poco m&aacute;s siniestros.</p>
<p>En la provincia de Shangong una mujer muri&oacute; despu&eacute;s de que oficiales invadiesen su hogar y la obligasen a realizarse un aborto en su s&eacute;ptimo mes de embarazo. Era su tercer hijo, un n&uacute;mero que no agrada a las autoridades chinas. La operaci&oacute;n fracas&oacute; y las autoridades tardaron en comunicar el fallecimiento a su familia. Del paradero del feto tampoco tuvieron noticias.</p>
<p>Pero comienzan a alzarse voces en contra de los m&eacute;todos autoritarios del gobierno para garantizar la planificaci&oacute;n familiar. Lo curioso es que en vez de castigar a aquellos que fuerzan a las mujeres a someterse a estas pr&aacute;cticas, el Estado castiga a quienes se animan a defenderlas. El activista y abogado Chen Guangcheng fue encarcelado por alertar al ministro de salud sobre los secuestros de beb&eacute;s y abortos realizados por los empleados del centro de planificaci&oacute;n familiar. Fue liberado despu&eacute;s de tres a&ntilde;os y muchos de sus visitantes- entre los que se encontraban abogados y periodistas- reportaron haber sido golpeados por matones pagados por el gobierno.</p>
<p>Esta coerci&oacute;n ha llevado a prominentes figuras de la academia y la cultura que antes apoyaban el proyecto a manifestarse en contra de estas estrategias de planificaci&oacute;n familiar. Muchos empiezan a pensar que no son necesarias estas fuertes medidas para alcanzar buenos resultados: Tailandia ha reducido su tasa de natalidad en el mismo periodo sin recurrir a la violencia. Entendieron que estas decisiones est&aacute;n dentro del &aacute;mbito privado y son decisiones que le corresponden a las familias y no al Estado.</p>

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