Cada vez hay más hombres coquetos
La metrosexualidad es un concepto que ya cumple diez años y que define a hombres que no temen por su hombría si cocinan o cuidan su aspecto cual mujeres. Sin duda, ha abierto un inmenso mercado para empresas de infinidad de rubros.
24 mayo, 2006
Desde que el concepto comenzó a circular, las empresas advirtieron que se abría para ellas un mercado de enormes proporciones.: el de los hombres que gastan dinero en su apariencia personal. Hoy las góndolas destinan cada vez más espacio a la creciente cantidad de productos para cuidar, proteger y mantener la belleza masculina.
Según el informe anual 2005 de L’Oréal, el renglón cuidado de la piel masculina registró en Estados Unidos 11% de crecimiento en ventas, por lejos el mayor de todos los sectores. Y eso no ocurre sólo en Estados Unidos, la tendencia es global según certifican las cifras de ese mismo informe. En 1990, sólo 4% de los hombres europeos usaban productos para cuidado de su cutis, pero en 2003 la cifra saltó a 20%.
Los jóvenes se ubican a la cabeza de la tendencia, lo cual sugiere un cambio generacional. En Europa, 24% de los hombres de menos de 30 años usan productos para el cutis en comparación con 20% de la población masculina total.
Los jóvenes están más interesados en cuidarse que sus padres o hasta hermanos mayores. Pero no se sabe todavía si eso es porque la metrosexualidad ha sido aceptada por las masas o si simplemente se debe a hábitos generacionales.
Algunos opinan que las tendencias metrosexuales son un signo de los tiempos, algo generacional. Quienes así piensan dicen que la generación del milenio ve como natural — y no algo afeminado — aplicarse cremas y tratamientos, cuidarse el cabello, depilarse con cera, hacer gimnasia o tostarse en cama solar. Siguiendo la misma línea de pensamiento, dicen que todos quieren estar listos para sus 15 minutos de fama, que pueden estar siempre a la vuelta de la esquina.
Todo esto ha sido alimentado por los medios y el consumismo, que ha generado un sector que irá creciendo con el tiempo. Hoy, todo es imagen y consumo, y los hombres han acabado por gastar mucho en ropa y en esmerarse por lucir lo mejor posible.
Es posible que en el futuro el término metrosexual desaparezca y que los metrosexuales de hoy pasen a ser simplemente definidos como hombres que se ocupan de su apariencia y gastan dinero en ropa.
Desde que el concepto comenzó a circular, las empresas advirtieron que se abría para ellas un mercado de enormes proporciones.: el de los hombres que gastan dinero en su apariencia personal. Hoy las góndolas destinan cada vez más espacio a la creciente cantidad de productos para cuidar, proteger y mantener la belleza masculina.
Según el informe anual 2005 de L’Oréal, el renglón cuidado de la piel masculina registró en Estados Unidos 11% de crecimiento en ventas, por lejos el mayor de todos los sectores. Y eso no ocurre sólo en Estados Unidos, la tendencia es global según certifican las cifras de ese mismo informe. En 1990, sólo 4% de los hombres europeos usaban productos para cuidado de su cutis, pero en 2003 la cifra saltó a 20%.
Los jóvenes se ubican a la cabeza de la tendencia, lo cual sugiere un cambio generacional. En Europa, 24% de los hombres de menos de 30 años usan productos para el cutis en comparación con 20% de la población masculina total.
Los jóvenes están más interesados en cuidarse que sus padres o hasta hermanos mayores. Pero no se sabe todavía si eso es porque la metrosexualidad ha sido aceptada por las masas o si simplemente se debe a hábitos generacionales.
Algunos opinan que las tendencias metrosexuales son un signo de los tiempos, algo generacional. Quienes así piensan dicen que la generación del milenio ve como natural — y no algo afeminado — aplicarse cremas y tratamientos, cuidarse el cabello, depilarse con cera, hacer gimnasia o tostarse en cama solar. Siguiendo la misma línea de pensamiento, dicen que todos quieren estar listos para sus 15 minutos de fama, que pueden estar siempre a la vuelta de la esquina.
Todo esto ha sido alimentado por los medios y el consumismo, que ha generado un sector que irá creciendo con el tiempo. Hoy, todo es imagen y consumo, y los hombres han acabado por gastar mucho en ropa y en esmerarse por lucir lo mejor posible.
Es posible que en el futuro el término metrosexual desaparezca y que los metrosexuales de hoy pasen a ser simplemente definidos como hombres que se ocupan de su apariencia y gastan dinero en ropa.