Estaban todo en el jardín delantero de la Casa Blanca. El de lentes iba a hablar, pero Bush –con tono de chanza- le preguntó si no pensaba quitárselos e iba a encararlo con ello puestos. Se produjo un curioso diálogo de sordos.
“Para que quede constancia, hoy el sol no ha salido en Washington DC”, señaló el tejano. Al punto, el periodista replicó, esbozando una sonrisa: “Depende de cómo se mire”. Bush seguían sin darse cuenta.
El cronista era Peter Wallsten, del “Los Ángeles times”, un profesional ciego. Más tarde, explicó que está acostumbrado a estos episodios y que el presidente, obviamente, ignoraba su condición. “Si alguien tiene la culpa –añadió-, es su aparato de prensa, que debiera fijarse en detalles así”. La oficialista cadena Fox censuró ese tramo de la conferencia, mientras Arnold Schwarzenegger (gobernador de Califoronia) se disculpó ante Wallsten en nombre de Bush.
Estaban todo en el jardín delantero de la Casa Blanca. El de lentes iba a hablar, pero Bush –con tono de chanza- le preguntó si no pensaba quitárselos e iba a encararlo con ello puestos. Se produjo un curioso diálogo de sordos.
“Para que quede constancia, hoy el sol no ha salido en Washington DC”, señaló el tejano. Al punto, el periodista replicó, esbozando una sonrisa: “Depende de cómo se mire”. Bush seguían sin darse cuenta.
El cronista era Peter Wallsten, del “Los Ángeles times”, un profesional ciego. Más tarde, explicó que está acostumbrado a estos episodios y que el presidente, obviamente, ignoraba su condición. “Si alguien tiene la culpa –añadió-, es su aparato de prensa, que debiera fijarse en detalles así”. La oficialista cadena Fox censuró ese tramo de la conferencia, mientras Arnold Schwarzenegger (gobernador de Califoronia) se disculpó ante Wallsten en nombre de Bush.