After office: qué, dónde, cuándo

Los bares y restos cercanos a las oficinas innovan en su carta de tragos reinventan su oferta gastronómica y transforman una reunión entre compañeros de trabajo en una experiencia culinaria. Por Florencia Pulla

7 abril, 2015

Caminar sobre Reconquista, una de las peatonales más lindas de Buenos Aires, significa toparse, cada 20 metros, con un cartel distinto que promociona los especiales del día. Pero alrededor de las cuatro de la tarde las fachadas cambian, las pizarras se borran y aparecen los carteles promocionando los famosos “Happy Hour”: esas horas, antes de que la noche caiga, en donde los 2×1 imperan y las promociones están pensadas para atraer a los oficinistas a un último trago antes de llegar a casa.

Lo cierto es que los bares y restós se han aggiornado. Hoy su oferta va más allá de un fernet con cola y una tabla de fiambres. Se animan a más con infusiones propias, sabores nuestros y opciones gastronómicas más inventivas. Lugares que entendieron que comer y beber ya no se trata de pasar el rato sino de cultivar una experiencia. Y si es después del trabajo mejor. Estas son las cinco mejores opciones.

Florería Atlántico


Es un secreto a voces. Dentro de la tendencia que son los bares ocultos –esos que requieren contraseñas o un conocimiento previo de dónde buscar– Florería Atlántico se destaca por su carta de tragos –que rota todos los meses para incluir especiales estacionales– y su cocina argentina en un lugar poco común: el subsuelo de una florería. Es el brainchild de Julián Díaz, el joven empresario gastronómico detrás de 878, y Renato Giovannoni, que abrió sus puertas a principios de 2013. El ruido que generaron no es poco: llegaron a la sección de restaurantes elegidos en New York Times. “Queríamos hacer un bar en una zona linda de Buenos Aires, como es Retiro, en un lugar en donde también hay galerías de arte y tiendas muy paquetas. La idea siempre fue armar un buen bar con una propuesta muy local, muy argentina, con una parrilla y una carta de tragos pensadas en las corrientes migratorias porque estamos, después de todo, ubicados en una zona portuaria. Nuestro diferencial es, sin dudas, nuestra propuesta de tragos que es osada y una carta de carnes, pescados y mariscos a la leña y al carbón”, contó a Mercado el propio Díaz.

 

Para llegar hay que pasar por la florería que es la fachada del bar y por una puerta frigorífica que desciende a un subsuelo. ¿La mejor experiencia? Según Díaz los pasos para disfrutar son cinco. “Recomiendo siempre dejarse en las manos del bartender que puede preparar grandes tragos clásicos y también a medida. Empezaría con un aperitivo, comería una tapa y después me inclinaría por una copa de vino y un trago a modo de postre. Lo importante es irse, también, con un ramo de flores”.

 

Qué: Aunque la carta cambia todo el tiempo para incluir estacionales, no hay que dejar de probar el Mary Poppins (whisky, drambuie, agua de cebada, rodajas de naranja) servidos en frascos o tazas de aluminio como las de la abuela. No son baratos, eso sí: salen más de $60/$70 en promedio. Una comida para dos ronda los $500. 
Dónde: Arroyo 872, Retiro. Teléfono: 4313-6093. www.floreriaatlantico.com.ar 
También hacen eventos especiales, preguntar en recepción. 
Cuándo: Abre alrededor de las 19 para esperar a su audiencia clave, los oficinistas, y cierra alrededor de las 2 de la mañana, los días de semana, y hasta las 3:30 de viernes y sábados.

Perón-Perón

Aunque la estética peronista retro puede ser una excusa para que muchos rechacen la propuesta del lugar, el Perón-Perón se convirtió, a fuerza de tragos clásicos con buena materia prima y comida “como la de la abuela”, en una opción interesante para el After Office de las oficinas de Palermo que las hay, y muchas. Gonzalo Alderete Pagés es la mente detrás de cada detalle y no es extraño verlo deambular por las mesas, esquivando altares a Evita y máquinas de coser Singer, para preguntar qué tal estuvo la comida. “En el Perón busqué centrar su gastronomía en la comida de la abuela o de la madre. Es la comida que más se extraña y que es más difícil de encontrar en restaurantes en donde se paga.

 

Empezamos por unas buenas empanadas, de las que se comen en Salta, y nos pareció que había que revalorizar el aperitivo, una idea coherente con este concepto de rescatar lo nuestro”. En el Perón las empanadas de osobuco y cordero –fritas, como corresponde– se mezclan con otras tapas como hongos gratinados o tortillas de papas y sardinas para completar la oferta de la tarde. A la noche, los platos pesados incluyen los guisos y el pastel de papas, “el preferido del General”. 

“Tratamos de hacer todo eso sin ser desconsiderados con el precio y atendiendo de una manera cálida y humana. Comer rico, que nos traten bien y que no nos arranquen la cabeza debería ser el eslogan de todos”, dice Alderete Pagés.

Qué: Las empanadas son un clásico y generalmente se las puede acompañar con aperitivos que incluyan vermouth. El más clásico se llama –sorpresa– Evita (Gin Apóstoles, Hesperidina y almíbar de flor de no me olvides). 
Dónde: Ángel Carranza 2225, Palermo. Teléfono: 4777-6194. 
Cuándo: La propuesta de After Office empieza a las 18 hs y se puede cenar platos más fuertes hasta el cierre, después de las 12. Como todo lugar peronista, los domingos está cerrado.


Cunningham Irish Pub 

Pegado a la estación de trenes de Martínez está uno de los mejores bares para tomar cerveza tirada de Zona Norte, en donde las nacionales Quilmes se mezclan con las importadas Beck o Guiness en un ambiente que nada tiene que envidiarle a los tradicionales pubs ingleses. Para los nuevos clusters de oficinas que se extienden por Fondo de la Legua o Avenida Márquez, la propuesta de Cunningham vale por conveniencia y cercanía. 

Recibidos por una cazuela de papas fritas caseras bañadas en salsa picante, siempre se puede optar por un 2×1 en cervezas tiradas hasta las 21, aunque los tragos clásicos también son una opción para calmar la sed. El Gin Tonic o el Garibaldi (Campari con naranja) están entre las mejores opciones.

 

Qué: La cerveza Gambrinus no tiene promoción pero, traída desde Rosario, es una de las mejores opciones para reemplazar la Guiness. La grasa va bien con la cerveza y las papas fritas bañadas en panceta, cheddar y cebolla acompañan muy bien. 
Dónde: Alvear 303, Martínez, San Isidro. Teléfono: 4798-0256. 
Cuándo: Desde las 19 hs hasta la madrugada, la barra se llena.

Doppleganger 

Nacido en París de la pareja argentino-colombiana de Guillermo y Stella, Doppleganger trata de maridar lo sofisticado con lo mundano. Como Jekyll y Hyde, los tragos pueden ser tanto improvisaciones sobre clásicos (hay que probar el Martini con vodka) como opciones diferentes de los clásicos aperitivos como el vermouth o el Campari. La decoración al estilo 1930 no está nada mal tampoco y da la sensación de ser transportado a la primera posguerra, con vidrieras pintadas y vasos de cristal. El lema resume la propuesta: “celebramos al obrero y al burgués que todos llevamos dentro”. 

Para comer: el risotto de coco y lima o el ceviche se encuentran con canelones de queso y espinaca o puré de papas con queso. Aunque los que saben recomiendan el curry de langostinos para sentirse realmente a gusto.

 

Qué: Para quienes se animan al picante, el Hot and Dirty Martini (vodka con pimienta negra, vermouth dry, salmuera, aceituna con jalapeño) puede ser una buena apuesta. Para paladares más sensibles, quizás el Blue Krishna (vodka con cardamomo, cointreau, Angostura Bitters, jengibre, tónica, piel de naranja y cerezas) sea una mejor opción. 
Dónde: Avenida Juan de Garay 500, San Telmo. Teléfono: 4300-0201. www.doppleganger.com.ar 
Cuándo: Happy Hour de martes a viernes de 19 a 21 hs.

Verne Club 


Con una estética retrofuturista el bar de Federico Cuco aparece en Palermo como una propuesta concentrada en el cocktail y, si es eso posible, en el cocktail con elementos nacionales. A pesar de que su carta propone “una vuelta al mundo en ocho tragos” con ejemplares como el Honkongonés Opium Old Fashioned (Old Fashion ahumado endulzado con almíbar de té negro) o el servicio de absenta, el verdadero foco está puesto en el la sección “Faro del fin del mundo” con propuestas como Verano Porteño (Hesperidina, albahaca) o la Caipichofa (como la caipirinha pero a base de Cynar, el alcohol de los alcauciles). La comida no es fuerte pero tiene propuestas interesantes que giran alrededor de la salchicha: panchos con toppings diferentes para todos.

Qué: La carta de tragos es innovadora y propone cambios de manera frecuente. El Basil Smash (albahaca, almíbar, bitter, limón y gin) fue la propuesta destacada de agosto. 
Dónde: Medrano 1475, Palermo. Teléfono: 4822-0980
Cuándo: Todos los días, de 21 al cierre.

 

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