lunes, 2 de diciembre de 2024

Rusia es la gran ganadora de las crisis mundiales

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Por cada aumento de US$ 10 en el promedio anual del precio del petróleo se inflan los ingresos rusos en US$ 20.000 millones. Si la decisión de Alemania de dejar de operar siete plantas nucleares viejas es copiada en otras partes, seguramente el gas será la principal alternativa; y Moscú provee la cuarta parte de las necesidades totales de Europa.

<p><img alt="" src="../../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1117_40_1.jpg" /></p>
<p>En toda crisis hay perdedores y ganadores. En el caso del efecto domin&oacute; que voltea reg&iacute;menes autoritarios en el norte de &Aacute;frica (y que amenaza extender su efecto domin&oacute; a todo el Medio Oriente), los que sufren no son solo las poblaciones que se manifiestan contra sus Gobiernos.<br />
Tambi&eacute;n lo hacen los grandes pa&iacute;ses consumidores de petr&oacute;leo. El efecto Libia, al que debe sumarse el triple desastre en Jap&oacute;n, hace que el barril de crudo se mantenga firme por encima de los US$ 100, y que los c&aacute;lculos de crecimiento global se orienten ahora a la baja.<br />
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Uno de los grandes ganadores es la Organizaci&oacute;n de Pa&iacute;ses Exportadores, cartel con gravitaci&oacute;n de Arabia Saudita, que espera que sus ingresos de este a&ntilde;o superen &ndash;por primera vez&ndash; el bill&oacute;n de d&oacute;lares (mill&oacute;n de millones, con doce ceros). <br />
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El otro beneficiario &ndash;tal vez el mayor de todos&ndash; es Rusia (y algunos otros pa&iacute;ses de la Confederaci&oacute;n de Estados Independientes, del Asia central), m&aacute;ximo productor y exportador real. Solo Mosc&uacute; podr&iacute;a llegar a obtener US$ 350.000 millones este a&ntilde;o, vale decir 21% de su Producto Bruto Interno. <br />
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Mientras tanto, el &ldquo;factor japon&eacute;s&rdquo; depara horizontes cr&iacute;ticos para la energ&iacute;a nuclear. As&iacute; se nota tambi&eacute;n en Alemania, Francia, Finlandia y otras econom&iacute;as que estaban emple&aacute;ndola para reemplazar los hidrocarburos. Por lo menos en el corto plazo: cuando la tecnolog&iacute;a dise&ntilde;e instalaciones m&aacute;s seguras, seguramente habr&aacute; un retorno a la energ&iacute;a nuclear. Pero mientras tanto el miedo obliga a revisar y a paralizar las viejas centrales construidas en los a&ntilde;os 60, 70 y 80 del pasado siglo.<br />
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Sin duda Rusia tiene bastante que ganar con la situaci&oacute;n en Libia, y con el otro desastre reciente, el terremoto en Jap&oacute;n y la crisis nuclear. Tener a Estados Unidos y sus aliados ocupados en una zona militar de escasa importancia para Rusia, le conviene a Mosc&uacute;. Y las revueltas en medio Oriente hicieron subir el precio del petr&oacute;leo hasta US$ 115 el barril, algo que a la econom&iacute;a rusa le viene como anillo al dedo. Ese seguramente fue el c&aacute;lculo que impuls&oacute; la decisi&oacute;n de Mosc&uacute; de abstenerse ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuando se esperaba que usara su veto. <br />
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Mientras tanto, un retroceso en el poder nuclear de Jap&oacute;n y Europa va a aumentar la demanda de largo plazo de las exportaciones rusas de energ&iacute;a, especialmente de gas. No sorprende entonces que la bolsa de valores rusa, que el a&ntilde;o pasado iba a la zaga en la recuperaci&oacute;n general de mercados emergentes, ahora est&aacute; cercana a los picos m&aacute;s altos de los &uacute;ltimos dos a&ntilde;os y medio. <br />
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Con elecciones presidenciales y parlamentarias en ciernes, el Kremlin aplaudir&aacute; ese excedente para elevar jubilaciones y salarios al sector p&uacute;blico. Eso deber&iacute;a ayudar a eliminar cualquier peligro, por peque&ntilde;o que sea, de que Rusia misma sufra protestas estilo mundo &aacute;rabe. Rusia tambi&eacute;n est&aacute; usando las protestas &aacute;rabes para presentarse como una alternativa m&aacute;s confiable a los proveedores de energ&iacute;a del medio oriente y norte de &Aacute;frica, para reparar as&iacute; el da&ntilde;o provocado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os por el cierre de dos gasoductos suyos.<br />
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El m&eacute;todo es evidente, tambi&eacute;n, en su respuesta al <em>tsunami</em> de Jap&oacute;n. Putin se apur&oacute; a sugerir que Gazprom, el gigante gas&iacute;fero ruso, deber&iacute;a mandar m&aacute;s reservas de gas natural l&iacute;quido a Jap&oacute;n para morigerar la escasez de energ&iacute;a. Cuando no se pudo encontrar mucho LNG para enviar, Putin tuvo otra idea. Gaz&shy;prom podr&iacute;a aumentar su provisi&oacute;n por gasoducto a Europa, para que luego algo se redireccione a Jap&oacute;n. <br />
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La respuesta a la propuesta de &ldquo;canje&rdquo; de gas fue tibia. Pero, a mediano plazo, las perspectivas para aumentar la provisi&oacute;n a Jap&oacute;n son buenas. Los analistas dicen que, suponiendo que 10 plantas japonesas permanecieran cerradas, el consumo de gas del pa&iacute;s podr&iacute;a subir en alrededor de un s&eacute;ptimo el a&ntilde;o pr&oacute;ximo. <br />
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El retroceso nuclear se limita a Occidente. La mitad oriental de Europa, un mercado tradicional para la tecnolog&iacute;a nuclear rusa, ha prometido mantener la generaci&oacute;n nuclear. Esto es buena noticia para Rosatom, el grupo estatal que aspira a convertirse en el equivalente de Gazpom en la energ&iacute;a nuclear.<br />
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A pocos d&iacute;as del <em>tsunami</em> en Jap&oacute;n, Putin firm&oacute; un acuerdo por US$ 9.000 millones para construir un reactor ruso en Bielorusia, mientras Medvedev acord&oacute; seguir adelante con una planta rusa en Turqu&iacute;a (US$ 20.000 millones).</p>

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