<p>Nest Labs no es cualquier start-up. Usa los recursos intelectuales de los prodigio del software y el hardware – ex integrantes de Apple, Microsoft y Google- y los pone al servicio de los problemas del hombre común. El próximo en una lista de inventos que proponen cambiar la manera en la que el hombre habita su casa es una nueva versión del termostato común. ¿La idea? Adaptar el viejo aparato para la generación iPod y así reducir los costos de energía y las emisiones de carbono. <br />
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Los cerebros detrás de las creaciones más interesantes de Apple ven al termostato como un interruptor tonto. Quieren transformarlo en un asistente digital que ahorre energía y dinero para los dueños de casa. Nest Labs quiere vender el modelo de termostato inteligente a finales de noviembre a sólo 249 dólares. <br />
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Quienes probaron el aparato están más que contentos con el diseño, la facilidad de uso y los sensores que detectan el movimiento y bajan o suben la temperatura según las personas que se encuentren en la habitación. A pesar de las ventajas, la pregunta persiste: ¿pagarán más los usuarios por un termostato inteligente cuando el común sigue sirviendo y no ha traído muchos problemas? <br />
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Ya existen otros termostatos digitales en el mercado, como Honeywell Vision Pro, que han tardado en abrirse paso entre los consumidores y cuyas aplicaciones todavía son difíciles de usar. La ventaja de Nest Labs es que su termostato es pequeño e, inspirados tal vez en la rueda tradicional del iPod, los ingenieros lo diseñaron para que suba y baje la temperatura pulsando sobre un anillo externo. La desventaja es que cuesta el doble que cualquier otro modelo común en el mercado. <br />
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Pero la gente de Nest Labs dice que su versión inteligente sería más económica en el largo plazo. Casi la mitad de la energía residencial se usa para calentar y enfriar casas. Cada grado que bajamos en invierno o subimos en verano significa un ahorro del 5 % de energía. Con un termostato inteligente que regule la temperatura a través de sensores podría reducir los costos energéticos un 20 porciento anual, lo que se traduce a casi 300 dólares menos a pagar cada año. Como el termostato “aprende” basado en la información que programamos, muy pronto se vuelve innecesario operarlo manualmente porque identifica patrones de conducta. <br />
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Se estima que se venden en Estados Unidos solamente 10 millones de termostatos por año. Con un porcentaje pequeño de ese mercado, Nest Labs podría hacer muy felices a sus inversores de alta tecnología de Silicon Valley. Para que eso suceda, sin embargo, tiene que alterar los hábitos de consumo de los usuarios, vendedores minoristas y contratistas. No se pueden dormir en los laureles de sus anteriores creaciones.</p>
Un termostato para la generación Ipod
Una empresa formada por ex chicos Apple pretende transformar la vida del hombre común en el hogar. ¿El próximo paso? Un termostato inteligente que podría reducir los costos energéticos un 20%.