Trabajo, salud y tecnología

Un informe de la OIT revela que la mayoría de los problemas de estrés y depresión se deben al impacto de las nuevas tecnologías, la competencia y la inestabilidad en los ambientes laborales.

12 octubre, 2000

(EFE).- Los problemas de salud mental aumentan en los lugares de trabajo, y en algunos países 1 de cada 10 trabajadores sufre depresión, ansiedad, cansancio o estrés, hasta el límite de llevar a la hospitalización o el desempleo.

La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) publicó ayer (martes 10) en coincidencia con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, un informe sobre la repercusión de estas enfermedades en el mundo laboral en Finlandia, Alemania, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.

Aunque los orígenes de la inestabilidad mental son complejos y hay grandes diferencias entre los países, parece haber elementos comunes que vinculan la alta incidencia del estrés, el cansancio y la depresión a los cambios que se producen, en parte, por la globalización.

El impacto de la revolución de las tecnologías de la información ha acelerado la competencia, por lo que “no cabe sorprenderse de que cada vez sean más los casos de discapacidad relacionados con la presencia de dolencias crónicas como la depresión y el estrés inducido por el trabajo”, aseguraba e informe.

Además, la recesión de principios de los ´90 produjo en los países estudiados un aumento del desempleo e inseguridad en los puestos de trabajo, que coincidió con un deterioro del bienestar mental en los empleados.

Estas dificultades afectan a la capacidad de los trabajadores con una reducción de la productividad, mayor absentismo y bajas por enfermedad.
En Estados Unidos, la depresión clínica supone cada año la pérdida de 200 millones de días de trabajo.

Además, 50% de los trabajadores finlandeses sufren algún tipo de síntoma relacionado con el estrés, como la ansiedad, dolor físico, trastornos de sueño o cansancio severo.

La depresión es responsable de 7% de las jubilaciones anticipadas en Alemania y la producción perdida por el absentismo atribuible a problemas de salud mental se calcula en más de 5.000 millones de marcos anuales.

Sin embargo, muchos empresarios son conscientes de la relación entre salud y productividad, por lo que mejoran sus estrategias de dirección con programas para favorecer la integración de los problemas de entorno trabajo-familia-vida.

Como ejemplo, algunas empresas en Reino Unido han diseñado políticas de salud mental para el lugar de trabajo, con participación activa de sindicatos y empresarios para su promoción.

(EFE).- Los problemas de salud mental aumentan en los lugares de trabajo, y en algunos países 1 de cada 10 trabajadores sufre depresión, ansiedad, cansancio o estrés, hasta el límite de llevar a la hospitalización o el desempleo.

La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) publicó ayer (martes 10) en coincidencia con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, un informe sobre la repercusión de estas enfermedades en el mundo laboral en Finlandia, Alemania, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.

Aunque los orígenes de la inestabilidad mental son complejos y hay grandes diferencias entre los países, parece haber elementos comunes que vinculan la alta incidencia del estrés, el cansancio y la depresión a los cambios que se producen, en parte, por la globalización.

El impacto de la revolución de las tecnologías de la información ha acelerado la competencia, por lo que “no cabe sorprenderse de que cada vez sean más los casos de discapacidad relacionados con la presencia de dolencias crónicas como la depresión y el estrés inducido por el trabajo”, aseguraba e informe.

Además, la recesión de principios de los ´90 produjo en los países estudiados un aumento del desempleo e inseguridad en los puestos de trabajo, que coincidió con un deterioro del bienestar mental en los empleados.

Estas dificultades afectan a la capacidad de los trabajadores con una reducción de la productividad, mayor absentismo y bajas por enfermedad.
En Estados Unidos, la depresión clínica supone cada año la pérdida de 200 millones de días de trabajo.

Además, 50% de los trabajadores finlandeses sufren algún tipo de síntoma relacionado con el estrés, como la ansiedad, dolor físico, trastornos de sueño o cansancio severo.

La depresión es responsable de 7% de las jubilaciones anticipadas en Alemania y la producción perdida por el absentismo atribuible a problemas de salud mental se calcula en más de 5.000 millones de marcos anuales.

Sin embargo, muchos empresarios son conscientes de la relación entre salud y productividad, por lo que mejoran sus estrategias de dirección con programas para favorecer la integración de los problemas de entorno trabajo-familia-vida.

Como ejemplo, algunas empresas en Reino Unido han diseñado políticas de salud mental para el lugar de trabajo, con participación activa de sindicatos y empresarios para su promoción.

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