Tecnología cara y usuarios que buscan gastar lo mínimo

Malas noticias para vendedores de tecnología informática: en Estados Unidos y la Unión Europea, las empresas tratan de aprovechar inversiones. La idea es hacer más con menos, explotando recursos al tope y comprando sólo lo indispensable.

9 noviembre, 2004

Por un lado, el sector TI y sus fabricantes de fierros quieren recobrar posiciones en el mercado. Por el otro, los usuarios institucionales –eso incluye gobiernos a ambos lados del Atlántico- hacen lo imposible para que sus instalaciones y softwares rindan más y más, eludiendo compras ulteriores.

Tal es el caso de Timothy Buckley, director de TI en Vanguard Group, uno de los mayores conglomerados de fondos inversores. Tiempo atrás, precisaba desarrollar un sistema de respaldo para operaciones financieras automatizadas. Normalmente, eso habría insumido millones de dólares. Pero, tras inspeccionar los servidores del grupo –claves para la red de transacciones-, el ejecutivo advirtió que muchos no aprovechaban bien la capacidad instalada.

Entonces, congeló el gasto ulterior en TI, obligó a explotar mejor algunos servidores en línea y dejó libres otros, para reasignarlos al centro de apoyo. Así, cuarenta computadoras que antes manejaban simples pedidos de impresión fueron reducidas a un par. En síntesis, este año Vanguard opera dos centros de datos completos al costo de uno.

El ejemplo de Buckley comienza a prender en su país, Canadá, Gran Bretaña, Alemania y el Benelux. Pero los antecedente son reveladores, pues remiten a la prolongada decadencia de las puntocom y las compañías de TI desde 2000 hasta el año pasado. Forzados por la situación, muchos usuarios gestaron un drástico cambio en su concepción del campo informático. A su vez, el fenómeno traba la recuperación de ingresos entre proveedores de TI.

Desde mediados de 2003, por cierto, la actividad TI en EE.UU. iba recobrándose merced a compras de empresas, que actualizaban sistemas, programas y proyectos. Pero esta fase está agotándose y los usuarios instituciones empiezan a disminuir gastos. Ante malas experiencias, originadas en promesas desmedidas hechas durante el auge de los 90, las compañías prefieren aprovechar mejor el hardware que ya tienen.

Por ende, compran tecnologías más baratas. Por ejemplo, servicios telefónicos vía Internet o programas de fuente abierta, fáciles de adaptar a sus necesidades, sin gastar de más. Al mismo tiempo, son más exigentes respecto del lapso que tarde una tecnología en rendir frutos y se niegan a abonar por adelantado altas tarifas de consultoría informática. Ahora, las empresas recién pagan cuando se les ponen a punto los servicios y softwares específicos.

Todavía en el primer semestre de 2004, el gasto en equipos TI crecía 15% respecto de igual período de 2003. Eso se notó en las ventas de Microsoft, Cisco Systems, Intel y Dell. No obstante, la tendencia se dio vuelta y pasó a un descenso de 9% en el tercer trimestre del año. Por consiguiente, las existencias de componentes básicos –microprocesadores, en particular- han comenzado a acumularse. Decenas de firmas TI han abandonado proyecciones alcistas de ventas o utilidades para este año y el próximo.

En lo atinente a 2005, Precursor Group –una investigadora sectorial independiente- estima que la expansión anual del gasto en TI cederá a 7/9%, contra 23% en 2004. Pero la National Semiconductor Industry Association va más lejos y teme que, en 2005, las ventas de chips directamente no aumenten.

Son señales preocupantes para la economía norteamericana en general. Para quienes compran tecnología, claro, se trata de excelentes noticias. Pero, cada vez que se eliminan gastos en TI –sostienen los profetas de la actividad-, cede un estímulo relevante del crecimiento macroeconómico. Aun desechando esa idea tan a medida del negocio, los cambios en la demanda denotan que, todavía hoy, los usuarios siguen sacando partido del enorme gasto en TI hecho durante los 90.

“Los usuarios de TI atraviesan un prolongado lapso de digestión, que alcanzará a 2008”, afirma la consultora Forrester Research. De ahora a entonces, “las inversiones empresarias en TI crecerán apenas alrededor de 6% anual”. Esta cifra está lejos del 9% medio anual registrado en los últimos veinticinco años (1981-2004). Cabe recordar que este período incluye el colapso de 2000/2.

El problema básico es la falta de una “aplicación estelar” que estimule gastos. Sólo resta, por hoy, mejorar la seguridad de las redes, algo que los proveedores de tecnología ven como mal necesario. no como un negocio. Salvo que, según sospechan tantos expertos, la perpetua multiplicación de virus y gusanos sea, en sí, una forma perversa de promover otros negocios.

¿Cuáles fueron esas aplicaciones estelares? Simple: las PC en los 80, las redes interempresarias en los 90 e Internet al final del siglo XX. Ahora, “la insensata proliferación de dispositivos manuales múltiples con cada día más funciones -en general poco útiles-, orientados a adolescentes don dinero, representa el último intento de buscar ventas y ganancias en cualquier rincón del universo TI”. Así ve las cosas el sitio de la difunta revista “Red herring” (murió porque solía predecir eventos poco simpáticas al negocio, que luego se producían).

Por un lado, el sector TI y sus fabricantes de fierros quieren recobrar posiciones en el mercado. Por el otro, los usuarios institucionales –eso incluye gobiernos a ambos lados del Atlántico- hacen lo imposible para que sus instalaciones y softwares rindan más y más, eludiendo compras ulteriores.

Tal es el caso de Timothy Buckley, director de TI en Vanguard Group, uno de los mayores conglomerados de fondos inversores. Tiempo atrás, precisaba desarrollar un sistema de respaldo para operaciones financieras automatizadas. Normalmente, eso habría insumido millones de dólares. Pero, tras inspeccionar los servidores del grupo –claves para la red de transacciones-, el ejecutivo advirtió que muchos no aprovechaban bien la capacidad instalada.

Entonces, congeló el gasto ulterior en TI, obligó a explotar mejor algunos servidores en línea y dejó libres otros, para reasignarlos al centro de apoyo. Así, cuarenta computadoras que antes manejaban simples pedidos de impresión fueron reducidas a un par. En síntesis, este año Vanguard opera dos centros de datos completos al costo de uno.

El ejemplo de Buckley comienza a prender en su país, Canadá, Gran Bretaña, Alemania y el Benelux. Pero los antecedente son reveladores, pues remiten a la prolongada decadencia de las puntocom y las compañías de TI desde 2000 hasta el año pasado. Forzados por la situación, muchos usuarios gestaron un drástico cambio en su concepción del campo informático. A su vez, el fenómeno traba la recuperación de ingresos entre proveedores de TI.

Desde mediados de 2003, por cierto, la actividad TI en EE.UU. iba recobrándose merced a compras de empresas, que actualizaban sistemas, programas y proyectos. Pero esta fase está agotándose y los usuarios instituciones empiezan a disminuir gastos. Ante malas experiencias, originadas en promesas desmedidas hechas durante el auge de los 90, las compañías prefieren aprovechar mejor el hardware que ya tienen.

Por ende, compran tecnologías más baratas. Por ejemplo, servicios telefónicos vía Internet o programas de fuente abierta, fáciles de adaptar a sus necesidades, sin gastar de más. Al mismo tiempo, son más exigentes respecto del lapso que tarde una tecnología en rendir frutos y se niegan a abonar por adelantado altas tarifas de consultoría informática. Ahora, las empresas recién pagan cuando se les ponen a punto los servicios y softwares específicos.

Todavía en el primer semestre de 2004, el gasto en equipos TI crecía 15% respecto de igual período de 2003. Eso se notó en las ventas de Microsoft, Cisco Systems, Intel y Dell. No obstante, la tendencia se dio vuelta y pasó a un descenso de 9% en el tercer trimestre del año. Por consiguiente, las existencias de componentes básicos –microprocesadores, en particular- han comenzado a acumularse. Decenas de firmas TI han abandonado proyecciones alcistas de ventas o utilidades para este año y el próximo.

En lo atinente a 2005, Precursor Group –una investigadora sectorial independiente- estima que la expansión anual del gasto en TI cederá a 7/9%, contra 23% en 2004. Pero la National Semiconductor Industry Association va más lejos y teme que, en 2005, las ventas de chips directamente no aumenten.

Son señales preocupantes para la economía norteamericana en general. Para quienes compran tecnología, claro, se trata de excelentes noticias. Pero, cada vez que se eliminan gastos en TI –sostienen los profetas de la actividad-, cede un estímulo relevante del crecimiento macroeconómico. Aun desechando esa idea tan a medida del negocio, los cambios en la demanda denotan que, todavía hoy, los usuarios siguen sacando partido del enorme gasto en TI hecho durante los 90.

“Los usuarios de TI atraviesan un prolongado lapso de digestión, que alcanzará a 2008”, afirma la consultora Forrester Research. De ahora a entonces, “las inversiones empresarias en TI crecerán apenas alrededor de 6% anual”. Esta cifra está lejos del 9% medio anual registrado en los últimos veinticinco años (1981-2004). Cabe recordar que este período incluye el colapso de 2000/2.

El problema básico es la falta de una “aplicación estelar” que estimule gastos. Sólo resta, por hoy, mejorar la seguridad de las redes, algo que los proveedores de tecnología ven como mal necesario. no como un negocio. Salvo que, según sospechan tantos expertos, la perpetua multiplicación de virus y gusanos sea, en sí, una forma perversa de promover otros negocios.

¿Cuáles fueron esas aplicaciones estelares? Simple: las PC en los 80, las redes interempresarias en los 90 e Internet al final del siglo XX. Ahora, “la insensata proliferación de dispositivos manuales múltiples con cada día más funciones -en general poco útiles-, orientados a adolescentes don dinero, representa el último intento de buscar ventas y ganancias en cualquier rincón del universo TI”. Así ve las cosas el sitio de la difunta revista “Red herring” (murió porque solía predecir eventos poco simpáticas al negocio, que luego se producían).

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades