¿Será posible que Detroit se pase a los motores ecológicos?

Malos tiempos para las automotrices norteamericanas. El alza de combustibles deteriora el negocio de utilitarios deportivos, eleva la capacidad ociosa y acentúa la competencia. Se vienen los coches chinos ¿Qué hacer?

30 julio, 2005

Lo más fácil sería insistircon más de lo mismo: fabricar vehículos no tan buenos pero ofrecerlos con enormes descuentos. Eso significaría dejar que la calificación crediticia cayese a categoría chatarra. Entonces, cuando California trate de imponer reducciones en la emisión de gases “efecto invernadero”, demandar al estado más rico de la Unión y a los que lo imiten. Aunque la gente ya esté comprando vehículos híbridos (nafta+electricidad, nafta+hidrógeno).

¿Será posible que General Motors o Ford vayan por mal camino? ¿sus directivos, tan espléndidamente remunerados, no ven lo que se les viene encima? ¿qué ocurriria si, por ejemplo, uno de esos CEO resolviese reinventar su empresa y convertirla en productora de automores “limpios”?

La movida tendría sus ventajas. Un esquema tan audaz podría hacer bajar el costo de fabricar híbridos logrando economías de escala. La compañía estaría en condiciones de cumplir con cuanta norma ecológica se aplicase, inclusive el uso de gas oil bajo en azufre, A su vez, esto les abriría el camino a motores Diesel mucho menos contaminantes del aire. El precio no sería tan decisivo, pues hay público dispuesto a pagar por autos más eficientes y menos dañinos para la atmósfera.

Ahora bien, los expertos en marketing podrían advertir un riesgo: que la empresa innovadora se encierre en un nicho. Los vehículos híbridos constituirán, hacia 2012, apenas 3,5% del mercado estadounidense (en 2004, representaban 0,5%). Por su parte, los autos a Diesel limpio constituirán 7,5% de la demanda, contra 3% el año pasado. Ello según proyecciones de JD Power-LMC Automotive Forecasting Services. En total, los híbridos sumarán 11%. En 2004, Toyota ya dominaba 12,2% del mercado norteamericano y Honda tenía 8,2%.

Algunos expertos sospechan que Ford anda en algo. El Sierra Club se le ha unido para promover un Mercury Mariner híbrido. Pero la compañía sólo hará algunos prototipos de ese utilitario deportivo. La cuestión de fondo, sin duda, hace a hábitos y costumbre de toda una industria, casi imposible de modificar. Pero seguir como hasta ahora no parece una opción válida en el mediano plazo.

Lo más fácil sería insistircon más de lo mismo: fabricar vehículos no tan buenos pero ofrecerlos con enormes descuentos. Eso significaría dejar que la calificación crediticia cayese a categoría chatarra. Entonces, cuando California trate de imponer reducciones en la emisión de gases “efecto invernadero”, demandar al estado más rico de la Unión y a los que lo imiten. Aunque la gente ya esté comprando vehículos híbridos (nafta+electricidad, nafta+hidrógeno).

¿Será posible que General Motors o Ford vayan por mal camino? ¿sus directivos, tan espléndidamente remunerados, no ven lo que se les viene encima? ¿qué ocurriria si, por ejemplo, uno de esos CEO resolviese reinventar su empresa y convertirla en productora de automores “limpios”?

La movida tendría sus ventajas. Un esquema tan audaz podría hacer bajar el costo de fabricar híbridos logrando economías de escala. La compañía estaría en condiciones de cumplir con cuanta norma ecológica se aplicase, inclusive el uso de gas oil bajo en azufre, A su vez, esto les abriría el camino a motores Diesel mucho menos contaminantes del aire. El precio no sería tan decisivo, pues hay público dispuesto a pagar por autos más eficientes y menos dañinos para la atmósfera.

Ahora bien, los expertos en marketing podrían advertir un riesgo: que la empresa innovadora se encierre en un nicho. Los vehículos híbridos constituirán, hacia 2012, apenas 3,5% del mercado estadounidense (en 2004, representaban 0,5%). Por su parte, los autos a Diesel limpio constituirán 7,5% de la demanda, contra 3% el año pasado. Ello según proyecciones de JD Power-LMC Automotive Forecasting Services. En total, los híbridos sumarán 11%. En 2004, Toyota ya dominaba 12,2% del mercado norteamericano y Honda tenía 8,2%.

Algunos expertos sospechan que Ford anda en algo. El Sierra Club se le ha unido para promover un Mercury Mariner híbrido. Pero la compañía sólo hará algunos prototipos de ese utilitario deportivo. La cuestión de fondo, sin duda, hace a hábitos y costumbre de toda una industria, casi imposible de modificar. Pero seguir como hasta ahora no parece una opción válida en el mediano plazo.

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