Se acaban las direcciones IP e impacta en la IoT

Lo dice LACNIC, la organización que administra y asigna estos recursos de numeración en América latina y el Caribe

13 octubre, 2020

La situación en la Argentina y el impacto en la IoT. Parece algo impensado que suceda pero debido a la cantidad de dispositivos conectados a la red, la alta demanda por un uso cada vez más intensivo -en parte por la pandemia- y el reparto ineficiente de las direcciones disponibles, se acaban las direcciones de internet protocol a nivel global y en Latinoamérica, el problema es más agudo.

Hace poco tiempo LACNIC, la organización que se encarga de administrar y asignar los recursos de numeración IP en América Latina y el Caribe, advirtió que estaba adjudicando los últimos bloques de esas direcciones.

La disponibilidad de esas direcciones conocidas como IP, que identifican cada computadora, móvil, tableta, smartTv o cualquier otro dispositivo que se conecte a Internet y que además puedan comunicarse entre ellos, no es infinita. Las necesidades actuales sobrepasaron las posibilidades que ofrece el protocolo IPv4, que permitía hasta ahora, conectar 4.292.967.296 aparatos a la red con una dirección única.

En ese contexto, LACNIC intensificó el llamado a migrar a la nueva tecnología IPv6, cuanto antes. Esta nueva versión, permite unos 340 sextillones de direcciones: 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456, para ser exactosTiene un espacio de direcciones basado en 128 bits y su predecesor apenas alcanzaba los 32 bits.

“Esta solución es clave para que continúe el normal desarrollo de internet como la conocemos hasta ahora. Las organizaciones tienen que adaptarse al IPv6.”, afirma Carlos Martínez Cagnazzo, CTO / Technology Manager en LACNIC.

La red asume mayormente que cualquier par de dispositivos en ella puede comunicarse sin necesitar de intermediarios y para esto es fundamental que todo equipo cuente con su propia dirección única en la red. Como en IPv4 hace ya mucho que este direccionamiento individual no es posible, se hacen uso de “intermediarios”, conocidos como NATs, los network address translators.

“Los NATs introducen problemas, como mayor retardo y rigidez en la red. Su uso intensivo podría hacer que la Internet que conocemos se deteriore y pierda funcionalidades a lo largo del tiempo, a medida que los operadores introducen más y más intermediación para solventar el problema de la falta de direccionamiento único para todos los dispositivos”, sostiene el CTO y agrega que: “En IPv6 no son necesarios y por ello la performance tiende a ser superior”.

Según observa el organismo, durante el primer trimestre del año se realizó el mayor número de asignaciones de IPv6 en su historia. Brasil lidera el score de asignaciones de este año; luego vienen Argentina, Colombia, México, Chile y Ecuador.

Pero en el total, nuestro país figura en el décimo lugar de Latinoamérica en penetración de la tecnología IPv6 y al terminarse las últimas direcciones IPv4, se pueden ver afectados el desarrollo de negocios como el banking, los relacionados con la economía digital o los procesos educativos online, hoy día más que nunca, necesarios con la virtualidad por la pandemia.

“Esto preocupa, porque Argentina puede quedarse en determinado momento sin cantidad de direcciones para conectar a todos los dispositivos que debe conectar. En el caso de Internet de las Cosas, por ejemplo, cada aparato o dispositivo necesita una dirección IP. Si Argentina no tiene suficientes direcciones IP, no va a poder conectar todos los aparatos o dispositivos a Internet”, subraya Martínez.

Esa crisis podría afectar desde actividades hogareñas y corrientes, como controlar la temperatura de la casa con un aire acondicionado o más críticas y esenciales, como la producción agrícola, donde se usan distintos tipos de medidores online para controlar la humedad y calidad del suelo.

“Más del 90% de las 11.000 organizaciones asociadas a LACNIC cuenta con asignación de direcciones IPv6 y forman el grueso de los proveedores de servicio de Internet de la región, los ISP. Sin embargo, esto no quiere decir que esas nuevas direcciones asignadas se estén utilizando, sólo el 50% de las organizaciones las usan de forma activa”, advierte Martínez Cagnazzo.

La migración a la que convoca LACNIC, permite que siga el mismo tipo de Internet que tenemos hoy por muchos años más, que la forma en que las personas usan internet no sea impactada.

“El impacto proviene de la no implementación de esta tecnología. Desde nuestra entidad, contribuímos a través de capacitaciones, eventos, financiación de estudios y proyectos para que las organizaciones de la región adopten e implementen IPv6. El único camino es transitar esa senda”, concluye Martínez Cagnazzo.

 

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