RoomRender una habitación que se adapta al estado de ánimo

Después de años de promesas, llega al plano de la realidad una habitación que cambia de color, emite aromas y activa música según el estado de ánimo del habitante.

28 diciembre, 2006

La domótica, que es bastante más que inteligencia aplicada a los
ambientes cerrados, logró hacer realidad las habitaciones “sensibles”.
Mediante “tecnología de la sensibilidad (Sensibility Technology,
ST) y un sistema de interpretación de la voz humana, un grupo de ingenieros
de la compañía SGI Japón, creó una habitación
“sensible”; la llaman así porque cambia de color, emite ciertos
tipos de olores y hasta activa música relajante según el estado
de ánimo que detecta en la voz del habitante que ingresa a ella.

Domótica es el término con que se viene designando desde hace años
a un conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda y hacerla “inteligente”
gracias a la integración de tecnologías. Pero ahora, gracias a un
nuevo sistema, las casas podrían ser, además de automáticas,
“sensibles”: la compañía SGI Japon ha desarrollado un
nuevo tipo de “habitación inteligente”, llamado RoomRender
que puede controlar aparatos electrónicos y programas informáticos
de una habitación a partir del reconocimiento de la voz de sus ocupantes.
El sistema registra la voz del usuario y reacciona en función de su estado
de ánimo, es decir, reconoce las emociones de los ocupantes de la habitación
a través del análisis de sus voces y, en función de ellas,
cambia el color de una de las paredes del cuarto para adaptarse a su estado.

RoomRender también posee un difusor de aromas que se ajustan
al “clima mental” imperante. SGI ya ha instalado una de estas habitaciones
en una de sus oficinas de Tokio a modo de demostración. Si, por ejemplo,
el ocupante dice “estoy cansado”, la habitación automáticamente
responde disminuyendo la luz, poniendo una música de fondo tranquilizante,
y emitiendo una suave fragancia desde el difusor de olores. O sea que, hasta
cierto punto, el sistema sería “sensible” a las situaciones
humanas.

El reconocimiento de voz no es una novedad. Sus antecedentes están en
la tecnología AmiVoice, de Advanced media Inc., que registra tanto
las diferencias de voz entre personas como los cambios en una misma persona.
AmiVoice se usa actualmente no sólo en las habitaciones inteligentes,
sino también para sistemas de navegación por Internet, de lectura
de correos o telemarketing. Al incorporar esta tecnología, RoomRender
puede, además de adaptarse a las emociones de los usuarios con perfumes
y colores, recibir y obedecer órdenes -como apagar la luz o bajar la
temperatura- interpretarlas y ejecutarlas. Si, además, se la vincula
a otros aparatos de la casa, podría incluso dar las instrucciones necesarias
para que el aparato de vídeo grabe un programa de televisión.

El sistema de reconocimiento de emociones no es completamente nuevo o único.
La propia SGI, en colaboración con NEC, había ya utilizado la
misma tecnología, denominada Sensibility Technology (ST), para
crear Kotohana, unas flores artificiales que cambian de color en función
de las inflexiones de la voz. La ST es una tecnología que permite a las
computadoras reconocer emociones humanas como alegría, rabia o preocupación.
Además, permite responder de manera distinta a cada emoción detectada.

El precio de las habitaciones RoomRender ronda entre los 30.000 y los
40.000 euros, por lo que quizá su uso no se extienda demasiado entre
particulares. Sus creadores señalan que serían muy útiles
en las ambientaciones de salas de reuniones de empresas, hoteles u hospitales.

La domótica, que es bastante más que inteligencia aplicada a los
ambientes cerrados, logró hacer realidad las habitaciones “sensibles”.
Mediante “tecnología de la sensibilidad (Sensibility Technology,
ST) y un sistema de interpretación de la voz humana, un grupo de ingenieros
de la compañía SGI Japón, creó una habitación
“sensible”; la llaman así porque cambia de color, emite ciertos
tipos de olores y hasta activa música relajante según el estado
de ánimo que detecta en la voz del habitante que ingresa a ella.

Domótica es el término con que se viene designando desde hace años
a un conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda y hacerla “inteligente”
gracias a la integración de tecnologías. Pero ahora, gracias a un
nuevo sistema, las casas podrían ser, además de automáticas,
“sensibles”: la compañía SGI Japon ha desarrollado un
nuevo tipo de “habitación inteligente”, llamado RoomRender
que puede controlar aparatos electrónicos y programas informáticos
de una habitación a partir del reconocimiento de la voz de sus ocupantes.
El sistema registra la voz del usuario y reacciona en función de su estado
de ánimo, es decir, reconoce las emociones de los ocupantes de la habitación
a través del análisis de sus voces y, en función de ellas,
cambia el color de una de las paredes del cuarto para adaptarse a su estado.

RoomRender también posee un difusor de aromas que se ajustan
al “clima mental” imperante. SGI ya ha instalado una de estas habitaciones
en una de sus oficinas de Tokio a modo de demostración. Si, por ejemplo,
el ocupante dice “estoy cansado”, la habitación automáticamente
responde disminuyendo la luz, poniendo una música de fondo tranquilizante,
y emitiendo una suave fragancia desde el difusor de olores. O sea que, hasta
cierto punto, el sistema sería “sensible” a las situaciones
humanas.

El reconocimiento de voz no es una novedad. Sus antecedentes están en
la tecnología AmiVoice, de Advanced media Inc., que registra tanto
las diferencias de voz entre personas como los cambios en una misma persona.
AmiVoice se usa actualmente no sólo en las habitaciones inteligentes,
sino también para sistemas de navegación por Internet, de lectura
de correos o telemarketing. Al incorporar esta tecnología, RoomRender
puede, además de adaptarse a las emociones de los usuarios con perfumes
y colores, recibir y obedecer órdenes -como apagar la luz o bajar la
temperatura- interpretarlas y ejecutarlas. Si, además, se la vincula
a otros aparatos de la casa, podría incluso dar las instrucciones necesarias
para que el aparato de vídeo grabe un programa de televisión.

El sistema de reconocimiento de emociones no es completamente nuevo o único.
La propia SGI, en colaboración con NEC, había ya utilizado la
misma tecnología, denominada Sensibility Technology (ST), para
crear Kotohana, unas flores artificiales que cambian de color en función
de las inflexiones de la voz. La ST es una tecnología que permite a las
computadoras reconocer emociones humanas como alegría, rabia o preocupación.
Además, permite responder de manera distinta a cada emoción detectada.

El precio de las habitaciones RoomRender ronda entre los 30.000 y los
40.000 euros, por lo que quizá su uso no se extienda demasiado entre
particulares. Sus creadores señalan que serían muy útiles
en las ambientaciones de salas de reuniones de empresas, hoteles u hospitales.

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