Robots y humanos, codo a codo

Ahora que se fabrican robots más sencillos, más seguros y más baratos se están produciendo muchos cambios. En primer lugar, los compran empresas pequeñas y medianas que de otro modo no podrían. Luego, por primera vez es posible que humanos y robots trabajen juntos.

5 mayo, 2014

Tradicionalmente los  robots industriales eran bastante peligrosos. Se los instalaba detrás de vallas metálicas para impedir que sus brazos mecánicos provoquen accidentes y se los apagaba cuando alguna persona debía entrar al lugar en que se encontraban.

Pero muchas cosas están cambiándo. Las vallas comienzan a desaparecer porque llegan a las fábricas robos más sutiles. Este cambio está alterando la dinámica del trabajo en muchas fábricas y talleres permitiendo a los humanos y robots trabajar juntos en formas nuevas y eficientes.

Henrik Christensen, director ejecutivo del Institute for Robotics and Intelligent Machines de Goergia Tech, afirma que la colaboración “humano-robot” está ganando impulso. En el pasado, los robots  eran usados en 10% de la industria. Hay todavía 90% de la industria por aprovechar y allí es donde se necesitan robots”.

Uno de los robots más sencillos y más seguros que fueron introducidos en los últimos años es el Baxter  creado por la stratup Rethink Robotics. Baxter tiene dos brados y una cara que se parece a un dibujito animado que aparece en una pantalla táctil.  Para programarlo, un operario sólo tiene que hacerle mover sus brazos mediante una operación para mostrarle qué hacer. Si alguna persona se le llegara a poner en su camino se detiene o, en el peor de los casos, la glopea con tal suavidad que a lo sumo le dejará un moretón Lo más importante es que Baxter es muy barato: cuesta apenas US$ 22.000 cuando muchos robots convencionales cuestan varios cientos de miles de dólares.

 Otra fábrica de robots, la danesa Universal Robots, ofrece brazos robóticos con apariencia más convencional que son también baratos (US$ 31.000 cada uno) y son simples y seguros para operar. Pero esos brazos también tienen mayor precisión y programabilidad, lo que significa que pueden realizar trabajos complejos y además continuar con el trabajo de un humano o trabajar junto a él. Se pueden destinar a otra tarea sin necesidad de mucha reprogramación.

 

Según Edward Mullen, gerente de ventas de Universal Robots, la compañía vendió unos 2.500 robots desde su lanzamiento en 2009. Según sus propios cálculos, 80% de ese número funciona sin que se los deba vigilar.  Muchos fueron vendidos a pequeñas pequeñas y medianas que no usar{ian robots convencionales.

 

Algunas tareas, como la fabricaci´´on de pequeños componentes de transmisión, pueden necesitar que un robot realice el trabajo físico mientras una persona hace las inspecciones de calidad una vez que está hecho el componente. Eso requiere que trabajadores humanos y robóticos operen codo a codo. 

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