¿Qué pasa cuando se pierden 600.000 archivos personales?

Hace poco, Time Warner confesó haber extraviado unos 600.000 registros computados. Contenían datos personales de proveedores, contratistas y empleados, actuales o anteriores. ¿Lex Luthor en acción?.

12 mayo, 2005

La cuestión hiela la sangre, porque ya no se reduce a un episodio de serie televisual. Para el caso, un personaje (Lex Luthor) pone en caja a un extorsionador borrándolo del sistema: chau tarjetas, pasaporte y toda otra manifestación de identidad. TW perdió 600.000 identidades.

Los grabaciones estaban en un contenedor tamaño heladera familiar y marchaban en camión rumbo a los depósitos de la empresa. Según informaron voceros de TW a la prensa, el Servicio Secreto ha abierto investigaciones, pero aún no existen pruebas de robo.

La revista de espectáculos Variety reveló que, entre las identidades extraviadas por el camino, están las de Jeremy Levin (ex director ejecutivo de TW), Steven Case (ex de AOL), Robert Daily y Terence Semel (ex Warner Brothers, hoy en Yahoo!).

El problema es que esta clase de sucesos no es nueva. Fallas de seguridad en ChoicePoint, Bank of America y DSW (subsidiaria de Retail Ventures) son los casos más recientes. Estos hechos también exponen la vulnerabilidad de procedimientos empleados para manejar y guardar datos delicados, en línea o fuera de ella.

Algunas pérdidas fueron consecuencia de irrupciones piratas. Pero la de Time Warner y la de Bank of America ponen en evdiencia graves brechas en transportes terrestres o aéreos y en logística general. En la medida que este tipo de detalles empieza a conocerse, clientes empresariales e individuales, bancos y otros grupos afectados accionan judicialmente para compensar pérdidas financieras y eso abre otras áreas de conflicto.

En el caso de ChoicePoint, que guarda 19.000 millones de archivos personales y cubre virtualmente a toda la población adulta de Estados Unidos, se precisaron varios meses sólo para determinar cuántas personas habían sido afectadas por un robo de bases de datos (octubre último). Eran millones de indentidades, luego usadas para extraer fraudulentamente millones de dólares vía tarjetas de crédito.

Como señalan varios expertos en la materia, la vulnerabilidad de los datos y la dificultad de ubicar fallas constituyen toda una paradoja. Especialmente en una sociedad paranoica respecto del terrorismno, el delito y la privacidad. La mera existencia de enormes bases de datos y archivos repletos de información delicada genera nuevos temores y aumenta riesgos informáticos.

Ahora bien, ¿adónde fue a parar el camión que transportaba los archivos de Time Warner? Mejor preguntarle al superagente 86.

La cuestión hiela la sangre, porque ya no se reduce a un episodio de serie televisual. Para el caso, un personaje (Lex Luthor) pone en caja a un extorsionador borrándolo del sistema: chau tarjetas, pasaporte y toda otra manifestación de identidad. TW perdió 600.000 identidades.

Los grabaciones estaban en un contenedor tamaño heladera familiar y marchaban en camión rumbo a los depósitos de la empresa. Según informaron voceros de TW a la prensa, el Servicio Secreto ha abierto investigaciones, pero aún no existen pruebas de robo.

La revista de espectáculos Variety reveló que, entre las identidades extraviadas por el camino, están las de Jeremy Levin (ex director ejecutivo de TW), Steven Case (ex de AOL), Robert Daily y Terence Semel (ex Warner Brothers, hoy en Yahoo!).

El problema es que esta clase de sucesos no es nueva. Fallas de seguridad en ChoicePoint, Bank of America y DSW (subsidiaria de Retail Ventures) son los casos más recientes. Estos hechos también exponen la vulnerabilidad de procedimientos empleados para manejar y guardar datos delicados, en línea o fuera de ella.

Algunas pérdidas fueron consecuencia de irrupciones piratas. Pero la de Time Warner y la de Bank of America ponen en evdiencia graves brechas en transportes terrestres o aéreos y en logística general. En la medida que este tipo de detalles empieza a conocerse, clientes empresariales e individuales, bancos y otros grupos afectados accionan judicialmente para compensar pérdidas financieras y eso abre otras áreas de conflicto.

En el caso de ChoicePoint, que guarda 19.000 millones de archivos personales y cubre virtualmente a toda la población adulta de Estados Unidos, se precisaron varios meses sólo para determinar cuántas personas habían sido afectadas por un robo de bases de datos (octubre último). Eran millones de indentidades, luego usadas para extraer fraudulentamente millones de dólares vía tarjetas de crédito.

Como señalan varios expertos en la materia, la vulnerabilidad de los datos y la dificultad de ubicar fallas constituyen toda una paradoja. Especialmente en una sociedad paranoica respecto del terrorismno, el delito y la privacidad. La mera existencia de enormes bases de datos y archivos repletos de información delicada genera nuevos temores y aumenta riesgos informáticos.

Ahora bien, ¿adónde fue a parar el camión que transportaba los archivos de Time Warner? Mejor preguntarle al superagente 86.

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