Prótesis de huesos con la misma porosidad que los verdaderos

Créase o no, la fabricación se consigue mediante una impresora 3D de chorro de tinta que reproduce una imagen tridimensional del hueso obtenida con escáner.

9 abril, 2007

La prótesis de material cerámico se obtiene mediante impresión de sucesivas capas, como en una foto a color, y reproduce exactamente la porosidad ósea que permite el crecimiento de capilares sanguíneos necesarios para la vida del hueso. La cerámica empleada es soluble, por lo que se disuelve lentamente en el cuerpo humano y es sustituida con el tiempo por huesos vivos.
El método fue desarrollado por cinco científicos: dos de canadá y tres de Alemania y difundido por la revista Advanced Materials.

Con este nuevo invento, los huesos humanos se podrán reparar con una computadora y una impresora 3D de chorro de tinta.
Los implantes así creados se podrán adaptar perfectamente a la anatomía de la persona y durarán mucho más que los actuales.

Con el escáner se obtiene una foto tridimensional del esqueleto del paciente y se guarda en la memoria de la computadora, conectada a la impresora… que no es una impresora cualquiera. ¿Por qué? Porque en vez de tinta suelta un ácido sobre una película de polvo de cemento, que reacciona para producir un objeto cerámico que calca la forma del hueso a reconstruir.

Así, un hueso dañado puede ser reproducido en su forma original mediante la impresión de capas sucesivas, tal como ocurre con la impresión a color en una impresora de chorro de tinta. La superposición de estas múltiples capas de 0,1 milímetros de espesor es la que permite reproducir la forma y la arquitectura interna del hueso con una gran precisión.

Esta técnica consigue controlar la porosidad del material, es decir, la geometría de los microcanales de los huesos, que es determinada por la computadora a partir de la imagen del hueso original obtenido mediante escáner tridimensional.

La prótesis de material cerámico se obtiene mediante impresión de sucesivas capas, como en una foto a color, y reproduce exactamente la porosidad ósea que permite el crecimiento de capilares sanguíneos necesarios para la vida del hueso. La cerámica empleada es soluble, por lo que se disuelve lentamente en el cuerpo humano y es sustituida con el tiempo por huesos vivos.
El método fue desarrollado por cinco científicos: dos de canadá y tres de Alemania y difundido por la revista Advanced Materials.

Con este nuevo invento, los huesos humanos se podrán reparar con una computadora y una impresora 3D de chorro de tinta.
Los implantes así creados se podrán adaptar perfectamente a la anatomía de la persona y durarán mucho más que los actuales.

Con el escáner se obtiene una foto tridimensional del esqueleto del paciente y se guarda en la memoria de la computadora, conectada a la impresora… que no es una impresora cualquiera. ¿Por qué? Porque en vez de tinta suelta un ácido sobre una película de polvo de cemento, que reacciona para producir un objeto cerámico que calca la forma del hueso a reconstruir.

Así, un hueso dañado puede ser reproducido en su forma original mediante la impresión de capas sucesivas, tal como ocurre con la impresión a color en una impresora de chorro de tinta. La superposición de estas múltiples capas de 0,1 milímetros de espesor es la que permite reproducir la forma y la arquitectura interna del hueso con una gran precisión.

Esta técnica consigue controlar la porosidad del material, es decir, la geometría de los microcanales de los huesos, que es determinada por la computadora a partir de la imagen del hueso original obtenido mediante escáner tridimensional.

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